Mar había estado nerviosa muchas veces en su vida, asustada, ansiosa, pero nunca como aquel día, porque algo le decía que su futuro y el de su familia se decidiría allí, en esa sala de aquel juzgado. Intentó que su paso fuera firme al entrar, aunque el corazón le temblaba solo de imaginar que el resultado no fuera el mejor para Mitch y que la jueza la obligara a compartir su custodia con Sandor.

Connor ya los estaba esperando cuando entraron, la sala estaba llena de gente que ella ni siquiera conocía, pero los juicios eran abiertos.

—Dame un momento, quiero llamar de nuevo a Kainn para asegurarme de que los niños están bien —le dijo Mar a Alan, porque los nervios le estaban ganando; y aunque estaba tranquila porque Kainn cuidaba a sus hijos, no dejaba de preocuparse por ellos.

Salió un momento, en lo que el resto de los asistentes se organizaban antes de comenzar la sesión, y se alejó por el corredor mientras marcaba el número, sin embargo al llegar al final una voz la hizo colgar d