Revelations

Evangeline Lumière.

Al céntranos a comer todos se dieron las manos y Aleksander, que lo tenía al lado, me tendió la de él. A mi otro costado estaba su madre. Tome ambas manos y espere que alguno rezara o lo que sea que estuvieran haciendo.

—Immortalis Domine, da nobis misericordiam tuam et adiuva nos ut illos qui de manibus tuis fugerunt revertamur. Domine, nox sit et nostra. Amen. —de todo lo que dijo el Sr. Pierce solo entendí el “amen”.

Todos comenzaron a comer con calma y en silencio. Si hay algo que me ponga muy nerviosa es que no allá nada de ruido durante la comida, y más con desconocidos.

—¿En qué idioma hablo, Sr. Pierce? —me atreví a preguntar después de un rato.

—latín, Evangeline. —respondió cortésmente.

—Oh, ¿es complicado el latín, señor? —pregunte intentando crear una charla. Aleksander me dio un golpe por debajo de la mesa. Lo mire, pero él solo miraba su plato de comida.

—No, Evangeline, es fácil una vez que sabes cómo estudiarlo.

—¿A qué se refiere?

—Cua
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP