Enical
Me removí sintiendo una fastidiosa luz frente a mí, el dolor de cabeza empezó en un zumbido sordo mientras mi cuerpo me alertaba una deshidratación de muerte.
Entreabrí los labios sintiéndolos como piedras agrietadas antes de atreverme a abrir los ojos con la fatiga en todo el cuerpo, intentar recordar como llegué a casa dolía como si usaran mi cabeza para tocar un campanario gigante de iglesia.
Lo último que se me viene a la mente con mucho dolor es el cabello de Carolina frente a mí cuando entrabamos al bar espiando a Antonio, una lluvia de acero invisible sobre mí me regaló segundos entrecortados de una discoteca donde estaba bailando y bebiendo, me detuve antes de que me explotara todo o vomitara.
Salí corriendo al baño sintiendo que los mareos eran fatales, antes de devolver en mi cama lo que sea que tuviera en el estómago, tenía el pijama sin recordar siquiera como había abierto mi puerta. ¿Alex me trajo?
Saqué un poco de
EnicalTodo estaba oscuro, mi cuerpo se sentía pesado, como si estuviera en el fondo del mar, no podía ver nada, estruendos, estallidos fuertes, balas, ese es el sonido de las balas, mi cuerpo empezó a sacudirse como si lo batieran.-¡Enical!- su voz me despertó.Abrí los ojos empezando a respirar como si me hubiesen sacado del agua, estaba en la cama, Antonio me tenía de los hombros mirándome desesperado.-¿Qué pasó?- pregunté extrañada absorta en sus ojos notando como pasaban de café caliente a tieso y amargo chocolate.Sus gestos se volvieron frívolos e indiferentes r&a
EnicalUn tirón me despertó en medio de la oscuridad, mi almohada empezó a moverse en un estiramiento que me obligo a abrir los ojos, no quería, solté un gruñido de fastidio y advertencia.-¿Enical?- la voz de Antonio confundido recién despertando me provocó flojera, siento que me faltan aún más horas de sueño.-Callate y duérmete- ordené cerrando los ojos estirándome ligeramente, la cama esta algo dura…-Lo haría si no me bloquearas el aire- comentó.Fruncí el ceño hasta que caí en la cuenta que estaba escuchando sus latidos, mi cuerpo estaba literalmente encima del suyo.-Perdón- solté abriendo
Enical-Prometí protegerte así que déjame hacerlo- declaró frívolo y directo, sin mirarme antes de desaparecer.Un silencio absoluto me dejó sentir el eco de esa puerta cerrándose tantas veces que después de minutos me parecía seguir escuchándolo.-Incluso yo estoy cansada- declaró la Pinky desatándose la coleta y frotándose los ojos.-Es cierto, ya fue mucha tensión, lo forzado se quiebra o nos quebramos nosotras- comentó la Floja.Asentí resoplando en acuerdo con todas, tantos años de tranquilidad controlada me provocaron tantos nervios en estas últimas semanas, como dirían los médicos, necesito estabilizarme.Mi departamento estaba tal y como lo dejé, las gotas de kétchup desaparecieron al igual que las fotos en m
Enical-¡Sabrina basta!-De eso nada, soy tu mejor amiga y es mi deber decirte lo que haces mal.-¡Todo lo hago mal para la perfecta Sabrina!-Tus manipulaciones a la defensiva no funcionan conmigo- contestó con suficiencia cruzándose de brazos.-Eres más terca que Aferi y ella es un bebé- me quejé dejándome caer en la cama.-Gracias- dijo realmente alagada estirando la falda de su pijama en una reverencia –Sabes que lo hago por ti, deja de cerrarte a las personas, cada vez que un tío te gusta te alejas y nos colocas a todos delante, soy testigo de como mandaste a Adrián amenazar al pobre Fernando porque te invitó a salir, ten límites.-Funcionó bien, no me ha vuelto a hablar- contesté orgullosa, alzó una ceja y volví al mohín de “castigada” -¡Está bien! Prometo intentar…luego.Negó y se rió antes de lanzarme una almohada, desperté con esa última sensación de “todo va a estar bien”.Supongo que Sabrina estaría orgullosa de mi ahora, hice lo que por años me aterró, tampoco es que tuvie
Enical Trobaler -¿Está tan enfermo?- pregunté mordiendo mi uña sin poder evitarlo ya, sabía que era un hábito horrible, antihigiénico y antiestético, incluso de niña me amenazaron con que esas partículas de mi uña viajarían por mi cuerpo hasta pincharme las venas, sólo lograron que lo deje por un par de meses. -Es una persona intranquila, no controla sus impulsos o sus depresiones, lo siento, es algo que ni tú, ni yo podemos cambiar a estas alturas tan rápido, lo he intentado todo- explicó el doctor frente a mi, noté como removía sus lentes presionando el puente de su nariz con un fastidio y fatiga al que ya estaba acostumbrada, era la forma en la que estaba acostumbrado a liberar la frustración de este paciente, al menos él tenía formas de hacerlo, yo prefería ignorar el mar de ansiedad que me ahogaba en varias ocasiones, sólo lo pensaba cuando nadie podía verme. -Pero debe haber otra manera, no lo sé, una rehabilitación o tratamientos más complejos
Enical Trobaler Ya era de madrugada, el color del cielo era oscuro aún detrás de las cortinas blancas, suspiré agotada, la sensación de sueño e insomnio coexistían en mi cuerpo sin ponerse de acuerdo, mi cabeza tiene la capacidad de hacer que todo coexista en ella, todo menos laestabilidad, hay destinos peores que la muerte, claro que sí. Creo que se ha hecho merecedor de ser llamado un hábito, uno más a la lista negra, de todas formas, está a punto de empezar, así que si sorpresivamente tuviera ganas de dormir sería un desperdicio. Volteé a ver a Antonio a mi lado, tenía los ojos cerrados mientras su cabello caía libre sobre la almohada, estaba tan relajado, con la respiración apenas perceptible, ese nivel de tranquilidad sólo lo conseguía en sueños, lo veo
Enical TrobalerEra una tarde preciosa, ver el cielo tan azul me hacía pensar que recién estaba amaneciendo, esa tranquilidad de un día soleado adornado por nubes blancas como copos de algodón flotantes calaban hasta mi alma, la calle estaba particularmente limpia para ser medio día, de acuerdo, eso sí era extraño…Una de las canciones más conocidas de Antonio Ulfrein conquistaba cada espacio del auto, a mi mente llegó la imagen de ese chico de rulos oscuros que reconocían como “El rey”, él había nacido para la música y nadie afirmaba lo contrario, compuso desde rock hasta baladas, todas y cada una de sus canciones fueron un éxito por todo el mundo, muy pegajosas, debo admitir.Me acomodé el vestido celeste que hacía juego
Enical Trobaler Al verme al espejo quedé satisfecha con el resultado, llevaba el cabello suelto, llegándome por debajo de los hombros, un vestido color salmón corto que no llegaba a mis rodillas, una chaqueta negra, unas zapatillas negras y un pequeño bolso de cuero negro a juego, me maquillé ligero, lo habitual en mi era siempre suave, un delineado negro con un retoque en las pestañas y un labial rosado, no necesitó camuflaje extra para tapar la resaca porque no había tomado tanto. La conversación de anoche dio varias vueltas en mi cabeza, Sabrina tenía razón me tomo todo muy en serio, además no puedo quejarme, lo tengo todo, familia, amigos y salud, este sentimiento extraño debe ser sólo un capricho, si no le doy importancia se irá y dicen que el amor llega sin esperarlo ni buscarlo. Al cerrar la puerta con llave me sentí extraña, vigilada, vi a