— Barradas eres un traidor, hemos sido amigos durante años, no puedes hacerme esto nada más que por un capricho de Ana Paula que mentalmente sabes que no está bien. Legalmente yo soy su marido tengo derechos sobre ella, además tengo las pruebas de que ella perdió la memoria por completo y tal vez ahora ella no coordina bien lo que dice. Estoy seguro que si hablo con ella va a cambiar de opinión, siento que es el imbécil de Luis José el que la está manipulando en mi contra.

— ¡Ya basta Guillermo! Quiero que sepas que esto no tiene nada que ver con nuestra amistad la cual sigue intacta al menos de mi parte. Se trata de un problema legal y te estoy hablando como el abogado de tu esposa, no como el amigo. Y los cargos en tu contra son muy graves y créeme que estoy completamente seguro de que Ana Paula está perfectamente bien porque antes de venir a hablar contigo, hablé con su doctor y él mismo me confirmó que está en perfecto estado, tanto física como mentalmente.

— Pero es mi esposa