Habíamos hecho el amor como nunca, fue verdaderamente excitante el seducir a mi marido en su lugar de trabajo. El escritorio había quedado vuelto un desorden, se habían caído algunas carpetas al piso y todo estaba fuera de lugar. — Mi amor mira como hemos puesto todo el consultorio, esto parece un verdadero tiradero. Solo espero que no entre nadie y encuentre este desorden. — Pero no me vas a decir que no valió la pena hacerlo. ¿Acaso no te gustó que viniera a seducirte y que terminaras rendido ante mis encantos sin poder resistirte a hacerme el amor? Luis José me abrazó y me besó en la boca nuevamente, luego me miró y me dijo: — Muy bien señora Simanca, ahora quiero que me explique cómo es eso de que vino a raptarme. — Pues solo quiero que vengas conmigo sin hacer ningún tipo de preguntas, quiero que confíes en mí y que te dejes llevar por esta nueva aventura que está por ocurrir dentro de unos minutos. — Mi cielo, pero no puedo irme así sin antes avisar aq
Años después…..—Ha sido una verdadera tragedia, aún no puedo creerlo la verdad es que estoy devastada. Patricia era mi mejor amiga, logramos conectarnos como hermanas y estaba tan feliz con Leonardo y sus gemelos. —Ana Paula cariño, pero debes tratar de descansar, no has dormido nada en toda la noche. Además no has probado bocado. —Luis José entiéndeme, no puedo asimilar lo que acaba de ocurrir, Leonardo está devastado, no podemos dejarlo solo en estos momentos tan difíciles. El perder a su esposa y Asus hijos en ese accidente es lo peor que le pudo pasar. —Sí lo sé, me moriría si a nuestro hijos les llegara a pasar algo, la verdad es que todo esto me tiene muy aturdido. Había ocurrido una gran tragedia, Patricia había perdido la vida junto a sus gemelos en un accidente automovilístico cuando iba a llevar a sus hijos a un campamento a las afueras de la ciudad. Por su parte Leonardo se sentía culpable ya que él se había comprometido en llevarlos, pero tenía mucho trabajo en e
Ana Paula quedó impactada cuando vio en el estado que se encontraba la habitación, Leonardo en medio de una fuerte depresión había destruido todo lo que encontraba a su paso, había varias botellas vacías de licor que había ingerido en todos estos días tratando de evadir la dolorosa realidad. Se acercó a él llena de temor ya que no sabía si se encontraba con vida, el aspecto que tenía era realmente aterrador, sin embargo, cuando lo tocó en su cuello se dio cuenta de que tenía pulso así que inmediatamente comenzó a llamarlo mientras le daba unas palmadas en su rostro tratando de que este despertara:—¡Leonardo por favor despierta! ¡Leonardo soy yo Ana Paula! Por Dios tienes que despertar no puedes quedarte en ese estado. Leonardo con mucha dificultad logró abrir los ojos y cuando vio a Ana Paula en medio de su ebriedad le dijo: —¿Patricia eres tú? Patricia mi amor has regresado. —Leo por favor reacciona, soy yo Ana Paula, necesito que por favor despiertes y estés consciente, por
Días después….—Me alegro tanto de que ya te sientas un poco mejor, sé que el dolor lo llevas por dentro pero de cualquier manera has sabido seguir adelante y estoy segura de que Patricia y los gemelos donde quiera que estén, deben estar contentos de que no te hayas dejado vencer por el dolor. —Pero eso en parte te lo agradezco a ti Ana Paula, creo que si tú no hubieras estado a mi lado no hubiera podido salir de la depresión y de la bebida. ¡Me has salvado!Le dijo mientras colocaba su manos sobre la de Ana Paula, pero ella enseguida se sintió un poco incómoda y la quitó con disimulo, ya que se estaba dando cuenta de que Leonardo la trataba de una forma muy distinta a como lo hacía antes. —Bueno, ya terminé de archivar todas las carpetas de los proveedores, ya puedes estar tranquilo porque todos los pagos están al día. —Bueno eso merece un brindis para agradecerte todo lo que has hecho por mi y por el hotel. —No Leo, la verdad es que ya me tengo que ir, hoy es el cumpleaño
Ana Paula estaba a punto de abrir la puerta, estaba feliz, y hasta sentía la misma emoción que aquella primera vez en la que hicieron el amor en Cancún.Cuando abrió la puerta su expresión se transformó por completo, la sonrisa de su rostro se desvaneció, no podía creer lo que tenía enfrente de ella. Luis José enseguida se separó de Marisol mientras esta tapaba sus pechos, Ana Paula solo exclamó: —¿Pero qué significa esto? ¡No puedo creer que hayas sido capaz de hacerme algo así! —Ana Paula cariño no es lo que estás pensando yo…—¡No seas cínico! ¿Cómo te atreves a decirme que no es lo que estoy pensando? ¿Y qué se supone que estás haciendo con esta zorra encuerada? ¡Ah ya sé, le estás haciendo un estudio de anatomía. Perdón por interrumpirte en tu trabajo. Marisol solo trataba de recoger el vestido del piso para poder vestirse, mientras Luis José permanecía de pie detrás del escritorio tratando de tapar sus encantos con una carpeta que tomó rápidamente. —Ana Paula, yo…yo
Leonardo se quedó pensando por unos minutos qué le iba a decir a Luis José, estaba molesto por lo que le había hecho a Ana Paula, así que le respondió: —Luis José con todo respeto, pero creo que no es el momento para que hables con ella después de lo que le acabas de hacer. —¿Disculpa? ¿Entonces eso quiere decir que mi mujer sí está en el hotel? —Sí, llegó muy afectada con lo que le hiciste y no quiere hablar contigo. —Mira Leonardo, te agradezco que la hayas recibido en tu hotel, pero te recuerdo que esto es un asunto entre ella y yo, y ni tú ni nadie se deben meter. Dile a Ana Paula que salgo inmediatamente a buscarla, ella tiene que estar en su casa con sus hijos. —Creo que venir a hacer un escándalo a esta hora de la noche no te va a ser quedar muy bien, además te advierto que si vienes con esa actitud te voy a negar el acceso a mi hotel. Creo que lo más conveniente es que al menos esperes hasta mañana y la dejes tranquila. Leonardo le colgó el teléfono y Luis José s
Leonardo no cabía de la felicidad cuando vio llegar a Ana Paula al hotel con sus tres hijos, a los que quería como suyos. —Son todos bienvenidos, ya mandé a preparar sus habitaciones, quiero que se sientan como en casa. —Gracias Leonardo, no tengo como agradecerte todo lo que estás haciendo por mi y los niños. Pero esto solo va a ser temporal porque desde hoy comienzo a buscar un lugar donde vivir, quiero que mis hijos estén bien. —Pero no tienes que irte de aquí, te lo he dicho muchas veces, este hotel es tan tuyo como mío y quiero que te sientas como en casa. Y por cierto ¿Cómo lo han tomado los niños?—Pues ellos creen que solo serán unas vacaciones en el hotel del tío Leonardo, y están súper contentos por eso, no he tenido el valor de decirles la verdad, ellos quieren mucho a su padre y no quisiera que se decepcionaran de él. —Bueno, tarde o temprano tendrás que decírselos. Ellos son unos niños muy inteligentes y ya están grandecitos, así que estoy seguro de que lo van
Ana Paula sintió que el mundo se le caía encima, por su parte Luis José no salía de su asombro, no podía creer que cuando por fin había convencido a Ana Paula de que fuera a hablar con él, Marisol en cuestión de segundos había destruido todo. —¿Pero qué has dicho? Eso no puede ser, es imposible, tú no puedes estar embarazada. —¿Imposible? ¡Claro que no es imposible! ¿Se te olvida que hicimos el amor aquí en este mismo lugar? Ana Paula ya no soportaba escuchar una palabra más, estaba obstinada y enseguida tomó su bolso y exclamó: —¡Bueno ya basta! Me marcho de aquí, no tengo por qué seguir escuchando todo esto. —No te vayas cariño, por favor espera tenemos que hablar. —¡Suéltame! No se te ocurra ponerme un dedo encima Luis José, esto se acabó definitivamente. —Pero no puedes irte así, eres mi esposa y tenemos unos hijos que dependen de nosotros, debemos aclarar muchas cosas aún, por favor no tomes una decisión de la que te puedas arrepentir después.—¿Ah soy tu esposa?