Para alguien como Rafael sus palabras no eran de tomar a la ligera, pero el que Zoé se encontrará toda su vida con gente que no cumplió nunca con sus promesas lo hizo dudar, pero cada duda era despejada con el pasar de los días. La llevó y fue a traer a su apartamento, pasando tiempo con Sammy, quien tenía una amiga a la cual le gustaba visitar, siendo ella quien la llamaba en ocasiones para hablar sobre alguna idea que tuviera para sacar a Rafael se su zona de confort, aunque a este le daba igual el lugar a donde irían, con tal de que el tiempo fuera con ellas dos. Fueron a un cine, en donde la única que estaba prestando atención a la película animada era Sammy, mientras ellos dos no dudaron en comenzar esos roces de labios que los hicieron reír al final cuando Sammy los descubrió y terminaron siendo regañados por una niña indignada porque no le respondieron quien si se habían comido o no a Merlín o Dory, ya que ella no lo vio por cubrirse los ojos. Prometieron que la próxima vez
Los días fueron tranquilos, cenas con sus padres, Zoé pasando más tiempo con Santiago, queriendo verlo sonriendo como tanto le gustaba, pero la paz no duraría mucho, pues sin una respuesta de su parte Gerard se encargaría de ir por ella. Por ello se encargó de ir en su búsqueda. Sin embargo su sorpresa fue mucha cuando sus padres le dijeron que ella ya no vivía en ese apartamento, sino que estaba con su esposo. Una respuesta que claramente impidió sus planes.Pero las relaciones entre personas sería lo que afectaría a todos. Greta se reunió con Jesse, una tarde de compras, presumiendo tener esto y aquello en tiendas donde eran tratadas como las personas influyentes que eran.Un tema llevó a otro, pasando de moda a sus viajes, de sus viajes a su estadía en la ciudad y de eso a porqué procuraban no entrar a sitios donde cualquiera podría tener acceso.__ Claro que ya no me interesa. - dijo Greta bebiendo de su margarita. - Él se quiso humillar al casarse con su empleada, alguien sin cl
Para Rafael lo único que importaba en ese momento fue saber que Zoé estaba bien, la puso sobre la camilla de la clínica y les dijo a los médicos que la atendieran con urgencia.__ Primero cálmese...__ Lo único que me va a calmar es que ella sea atendida. - dejó claro sin permitirle tocarlo. El médico vio que era imposible que ese hombre abandonara la sala, por lo que ni los intentó. Pidió una tijeras para ver el sitio en donde Zoé dijo que el dolor era más fuerte. Rompió la blusa del costado dejando ver la piel enrojecida, inflamandose. La marca de lo que pareció un clavo que fue puesto entre dos costillas de la chica dejaron a Rafael con los dientes a punto de estallar.Escuchó como todos se movieron para atender a la mujer que apretó los párpados al sentir que los dedos del doctor tan solo rozaron el sitio. La cara de Rafael reflejó todo y el pobre hombre no tuvo más alternativa que continuar su trabajo con el más delicado roce que pudo. Pudo sentir como estaban a punto de lanzars
Los pasos firmes y fuertes del hombre con traje oscuro y mirada altiva hizo que la empleada de Gerard se hiciera a un lado cuándo lo vió atravesando la puerta. __ ¿Rafael Santamarina en mi casa? Eso debe ser la...__ Cierra la boca, Jesse. - espetó con desprecio. - ¿Donde está tu prometido?.__ Salió, dijo que estaría en el gym...No perdería el tiempo ahí, se dijo. Por lo que volvió a tomar el auto, pese a que la amiga de Greta le pidió explicaciones de porqué lo buscaba. Enfurecido condujo hasta el gimnasio donde sabía que este estaba afiliado. Salió del vehículo e ignoró al instructor que se le acercó, preguntando por un solo objetivo.Este le dijo que estaba en las duchas. Siendo inteligentes, aunque la curiosidad les ganó, todos concordaron que ir a ver era el peor error que podían cometer. Siempre se ha dicho que la calma donde hasta el viento no hace un solo ruido, cuando se está enmedio de un sitio que se sabe está abarrotado de gente no es buena señal. Algo que al parecer
Con un cambio de ropa limpio Rafael regresó a la clínica, en donde despachó a su empleada para centrarse en la mujer que sintió su presencia en cuanto se sentó. Abrió los ojos como si necesitara confirmar que allí se encontraba, medio sonrió, él depositó un beso sobre su frente y la dejó volver a dormir asegurando que no se separaría de ella. Así lo hizo, quedandose en ese mismo lugar el tiempo que ella descansó. Cuando la mañana llegó pudo ver al hombre que tenía la espalda reclinada, con sus brazos sobre el pecho y los ojos cerrados. Durmiendo unos momentos luego de una noche que fue muy larga para él. El médico irrumpió en la habitación y este se despertó como si el zapateo fuera molesto para él. Zoé sonrió en cuanto lo vió levantarse de la silla. __ ¿Descansaste? - preguntó hacia a él. __ Eso quiero saber yo. - respondió Rafael. - ¿Te duele algo? __ Creo que lo único que no me duele es el pelo. - bromeó ella, a él pareció no haberle gustado la broma. - Lo tomo con buen humor
Zoé se acercó aún con las malas vibras que Amanda Santamarina emanó por todos lados. Su mirada escrutadora fue la causante de que la pobre chica sintiera que sus piernas le fallaban. __ Necesito hablar con Rafael. - dijo sin siquiera saludar, la rubia lo hubiera pasado por alto por el tono usado y el desdén hacia a ella que no disimuló. - ¿Le puedes hablar?__ Creo que sí lo conoce, sabe muy bien que Rafael no sé encuentra a estas horas en su casa, sino en uno de sus casinos. - contestó Zoé siendo más amable, pero poniendo un límite. - Puede esperarlo claramente, pero si le urge, es mejor que vaya a buscarlo a ese lugar. __ ¿Me estás diciendo que me vaya? - la chica arrugó el entrecejo al oírla. - ¿Con qué derecho te crees para echarme de aquí? ¿Acaso no sabes...__ A ver, a ver. - levantó su mano para interrumpir su alegato. - No le estoy "echando" de aquí. Le estoy ofreciendo amablemente a que vaya y lo busque si el tema de extrema urgencia.__ Pues se escuchó de una manera distin
La mañana llegó con Zoé recibiendo a sus padres en la casa donde Rafael se preparaba para un día donde tendría que cuidar de Sammy y Dave, pero al parecer a estos recargaron demasiado sus baterías la noche anterior porque ninguno de ellos se detuvo, jugando aquí y allá, Santiago nunca había visto a pequeños más emocionados, eso lo llenó de risas al verlos jugando, queriendo que se les uniera.No dudó en hacerlo. Mientras su esposa y su hija estaban poniendo la mesa para todos ellos. Cuando Rafael bajó, encontró a todos ya sentados, le casa no había tenido tantos lugares ocupados antes. Descubrió que no era tan malo. Siempre su abuelo le dijo que quería nietos, hasta el día de su muerte le puso condiciones para tenerlos, pero jamás le dijo que ya tenía una, porque así como su madre, lo único que quería era por conveniencia y no usaría a Sammy para eso.Quería retirarse de eso, cedió su poder y lo que su abuelo le daría a él, siendo el dueño de tal herencia Alejandro O'Donnell, su prim
Los padres optaron por ir a visitar un invernadero que habían visto de camino, despidiéndose de su hija, quien en cuánto se quedó a solas con los niños, se dispusieron a preparar un poco de crema con frutas para comer con las galletas, siendo un pedido de Sammy para Dave, el cual veía cada figura con gran ilusión.Blanca, su madre era la única que les dedicaba tanto esfuerzo a sus comidas, ver a Zoé haciéndolo también, era como tenerla cerca pese a estar a cientos de kilómetros lejos de ellos. Terminaron con los moldes y arreglaron los grupos en los platos para cada uno. Mientras los envió a pedirles una camisa limpia a Héctor, ella se quedó en la cocina sacando las galletas que colocó con sumo cuidado para que se enfriaran. Al ver que tardaron mucho fue por ellos encontrándolos en la habitación buscando ellos mismos su ropa.__ No quieren ayuda. - dijo Héctor estando de pie a un lado de la puerta, solo asegurando que terminaran para arreglar el desastre que estaban causando. Zoé