Capítulo 29

Los pasos firmes y fuertes del hombre con traje oscuro y mirada altiva hizo que la empleada de Gerard se hiciera a un lado cuándo lo vió atravesando la puerta.

__ ¿Rafael Santamarina en mi casa? Eso debe ser la...

__ Cierra la boca, Jesse. - espetó con desprecio. - ¿Donde está tu prometido?.

__ Salió, dijo que estaría en el gym...

No perdería el tiempo ahí, se dijo. Por lo que volvió a tomar el auto, pese a que la amiga de Greta le pidió explicaciones de porqué lo buscaba. Enfurecido condujo hasta el gimnasio donde sabía que este estaba afiliado.

Salió del vehículo e ignoró al instructor que se le acercó, preguntando por un solo objetivo.

Este le dijo que estaba en las duchas. Siendo inteligentes, aunque la curiosidad les ganó, todos concordaron que ir a ver era el peor error que podían cometer.

Siempre se ha dicho que la calma donde hasta el viento no hace un solo ruido, cuando se está enmedio de un sitio que se sabe está abarrotado de gente no es buena señal. Algo que al parecer
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