Grecia siempre perdió en todo lo que obtenía, pero no como el día en que su jefe y su novio culminaron con su carrera y relación. Viajando a las Vegas no tiene ni idea que conocerá a quien la hará cambiar su vida por completo. Sin saberlo se casa. En su nuevo trabajo descubre que su nuevo jefe es su esposo y ahora ese suceso le traerá a su vida más cosas de que arrepentirse, pues un sujeto fácil de llevar no es. Menos aún cuando una propuesta llega de su parte, comenzando la tensión que no se termina entre los dos...o sí, pero cayendo en la tentación. ¿Aceptará o se deshará de dicha tensión desde el inicio?
__ Renuncio. - dijo Grecia desde su cubículo, guardó sus plumones empaquetados dentro de su maletín y lo cerró con actitud tosca e impotente. __ Trabajar bajo presión no es lo suyo, señorita Montero. - exclamó su jefe enojado. Ella lo acribilló con la mirada. - El contrato especifica que en caso de su renuncia, como sucede, usted no tiene derecho...__ A ninguna indemnización. Lo sé y ¿sabe qué? - preguntó iracunda. - Métase su contrato por el cul0. Jamás la habían visto tan furiosa y con justa razón, verla siendo una dulce chica se le terminó en cuanto le hizo una propuesta para nada ética y de ningún modo atractiva para ella. __ Todo al que conozca tendrá muy malas referencias de usted. - la siguió amenazando. __ Pues todo el que lo conoce ha de ser un degenerado asqueroso como usted. - espetó llegando al elevador, donde ingresó del mismo modo. __ Te morirás de hambre. __ Prefiero eso a dejarme tocar por usted, asqueroso. - mostró el dedo medio antes que las puertas se cerrara
Grecia despertó con un dolor de cabeza atroz, quiso vomitar en cuanto abrió los ojos, por lo que se alejó de la cama buscando el retrete. Estaba acalorada, más con la ropa que tenía encima. Al menos estaba vestida, se dijo. No había cometido una locura. Busco algo con lo cual lavarse la boca, descubriendo que esa habitación no era en la que se hospedó. Apretó los párpados, encontrando lo que paralizó su cuerpo al solo verlo. Un hombre enorme, boca abajo y con un velo de novia en la mano estaba en la misma cama de la que ella recién se había levantado. Caminó despacio a ese lugar y se revisó. Estaba vestida... demasiado vestida. Mucho era mejor que nada. Esa prenda blanca que tenía encima de su ropa no era algo que usaría ella, y en el espejo se dio cuenta que parecía una loca que se había escapado de un sanatorio mental. No tenía señales de haber tenido sex0, agradeciendo que fuese así. Dormir a lado de alguien desconocido había sido lo peor que hizo la noche anterior. Bajó el c
Grecia pasó saliva cuando el hombre de metro noventa caminó directo a ella, no apartó los ojos de los suyos y entre más cerca estuvo, menos segura se sintió al ver como la escaneó de pies a cabeza, como si buscara en ella algo específico. Robarle su seguridad, tal vez. La colonia masculina invadió su nariz y fue aún más arrasadora la sensación de estar siendo acribillada por una pistola de clavos, que se incrustó con una rapidez que fue imposible no querer huir, sin embargo, Logan no se detuvo cuando llegó a ella y solo la pasó de largo. La puerta se abrió y este la miró una vez más, antes de hablar. __ Angélica ¿donde está mi basura? - le preguntó con voz tosca.__ La saqué esta mañana. - contestó ella, enderezándose al oírlo. __ Necesito algo que cayó ahí. - mencionó. __ Iré enseguida, señor. - dijo y Grecia lo maldijo. ¿Acaso no estaba viendo que estaba con casi nueve meses de embarazo? ¿Que le ocurría a ese desconsiderado? Estuvo a nada de decirlo, pero acababa de consegui
Grecia tenía una teoría de que lo aquello escuchado solo se trataba de un mal sueño. Eso pasaba siempre que la cena le caía mal.Eso era. Definitivamente tuvo que haber sido algo en mal estado para estar teniendo tales alucinaciones. Aunque también podría tratarse de un desmayo, que se golpeó la cabeza o alguien la inyectó con alguna sustancia extraña, aunque podría ser una...__ Sal de ese mundo de fantasía y presta atención a lo que te están explicando. - ordenó Logan después de haberse cansado. de verla con la mirada pegada en la figura de cristal que tenía a un lado del escritorio. - Hey. Chasqueó los dedos frente a su cara, haciéndola espabilar. Grecia sacudió su cabeza y se giró hacia el abogado, luego a Logan y volvió con el abogado.__ Eso no es legal ¿cierto? - se vió ansiosa por obtener una respuesta satisfactoria. __ Para su descontento y la de mi cliente, lo es. - contestó el sujeto. - Vera, el señor Santini tiene costumbre de legalizar todo aquello que firma, así se evit
Grecia durmió cuanto pudo, quería reunir toda la paciencia posible para que el trabajo que acababa de conseguir no la estresara tanto. Pero era imposible pensar en pasar un tiempo de calidad con un jefe como el que conoció.Mientras ella desayunó lo que pudo teniendo tiempo limitado, Logan lo hizo muy tranquilo en la soledad de su casa. Ella cogió un taxi para trasladarse y llegar diez minutos antes que su jefe, como sugerencia de Angélica y Santini ni se esmeró en apresurarse. Dos vidas muy distintas. Dos personas bastante separadas en sus acciones la una de la otra, pero ambas con un mismo destino. __ ¿Tú eres la nueva? - le preguntó un sujeto bien parecido. __ ¿Se me nota mucho? - preguntó al reparar su aspecto. Juraría que se cuidó de no dar esa impresión. __ No, pero no te había visto antes y presionaste el último piso, lo cual a esta hora solo es posible para la asistente personal del jefe. - le explicó y ella exhaló aliviada. En otras empresas al ser la nueva no fue tratada
¿Donde estaba el acta de matrimonio? La pregunta que más rondó por los pensamientos de Logan, si en una ocasión pensó en casarse años atrás, ahora esa opción le parecía desagradable y más cuando ni consciente se encontraba en el momento que todo ocurrió. Enviar a que buscaran por todos lados tampoco trajo los resultados que esperó. Lo que hiciera, siempre lo llevó por camino con menos aciertos que el anterior. Comenzó a desesperarse. El abogado trató de conseguir a alguien que se prestara para agilizar el proceso de anulación, pero los días comenzaron a pasar con la misma estancada respuesta. Cada día el abogado solo tenía una negativa. __ Dos semanas, Linares. Han ocurrido dos jodidas semanas y no has resuelto un carajo. - se enojó cuando esa mañana todo le pareció absurdo. - ¿Para que diablos te estoy pagando si no resuelves nada? El temperamento de alguien como él era una bomba en cuenta regresiva, cuenta que se activó con cada día obteniendo los mismos resultados. __ ¿Crees
Louise Gilbert, un nombre que para Grecia no significaba nada en especial, pero para Logan de alguna manera sí, pues el pasado lo persiguió, pese a querer dejarlo atrás, hasta que lo alcanzó. Solo que pensar que alguien como Logan era capaz de olvidar y sustituir el rencor por el perdón era la idea más absurda que se podía tener. No lo era. La amargura que llegó desde aquel día en que se enteró de todo no disminuyó ni un poco. Para él habían dos maneras de hacer las cosas. De frente y por la espalda. Admirando la primera, despreciando la segunda.__ Me cansé de obtener solo evasivas de tu parte. Cada vez que quiero arreglar esto, no me dejas. - se excusó Louise. - Pero no podemos...__ Señorita Montero, puede retirarse. - le dijo al verla en el mismo lugar. Grecia lo agradeció infinitamente, pues no sabía ni qué hacer, por lo que en menos de dos segundos ya iba hacia la puerta que cerró, tomando una bocanada de aire, yendo a por un café, dándoles la privacidad que seguro necesitaba