De esa forma pasa la tarde y llega la noche. David se cansa de jugar, así que lo llevo a su habitación para que tome una siesta antes de la cena, aunque él no luce tan convencido de soltarme.
—Vamos David, tienes que dormir un poco —le pido intentando que suelte mi cuello para acostarlo en la cama.—No quiero… Duerme aquí.—Vendré en un minuto, tengo que hablar con tu papá un instante.—No…—¿No confías en mamá? Volveré antes de que te des cuenta.—¿Prometes que estarás aquí cuando despierte? —me pregunta David con inocencia.Es doloroso mentirle a un niño pequeño, especialmente uno como David, que necesita tanto una madre. Pero no tengo opción, tengo que dejarlo.—Sí, lo prometo —le miento por última vez, besando suavemente su frente.David suelta mi cuello, y yo lo acuesto bien en su cama, cubriéndolo con sus frazadas antes de ponerme de pie. Rodeando la cama hacia el otro lado, me acerco a mi pequeña hija, la cual luciendo muy somnolienta ya se ha acomodado en la cama de David, más que lista para tomar una siesta.—Mami, ¿Nos quedaremos a dormir aquí hoy? —pregunta Lily luciendo muy cómoda.—Ya veremos corazón, por ahora duerme… —le pido a mi pequeña, acercándome a ella para darle un beso de despedida en la frente.Dejando a los dos pequeños en la cama, vuelvo a ponerme de pie, para apagar las luces y salir de la habitación, reuniéndome con el padre de David en el pasillo. El señor Conrrad se quedó en la puerta de la habitación todo el tiempo, pero ambos comprendemos que no podemos hablar ahí, así que silenciosamente caminamos hasta la sala del pent-house, cerca de la salida.Bien, este es el final de esta extraña aventura…—¿Así que quieres ser la madre de David? —pregunta el señor Conrrad, tan incómodo como yo por la situación.—Lo lamento, intenté decirle que yo no soy la persona que él creía, pero no me dejaba ir, así que lo traje a un lugar seguro.—Gracias, no todas las personas tendrían la paciencia para ayudar a un niño, te agradezco mucho por haber cuidado a mi hijo.—No tiene que agradecerme, nunca podría dejar a un niño desamparado en problemas, yo también soy madre.Solo puedo sonreír con incomodidad, ya que creo que el señor Conrrad quiere despedirse de mí, pero no sabe cómo, y solo está alargando esto más de lo que debería.—Bueno, ya que David está a salvo, creo que debería marcharme con Lily… —intento facilitar las cosas para él.—Dijiste que estarías aquí cuando él despertara, y las promesas deben cumplirse.—¿Disculpe? —pregunto algo confundida.—Estaba hablando en serio, ¿Quieres ser la madre de David?Esa pregunta me deja helada, ¿Qué cosa esta diciendo este hombre?—Esa es una buena broma, gracioso —sonrío algo incomoda, volviendo a retroceder.—No es una broma señorita, es una propuesta real, quiero que se convierta en la madre de mi hijo por un tiempo.—¿Se da cuenta de lo inapropiada que es esa proposición? ¿Qué clase de persona cree que soy?Si bien había considerado la idea de “casarme” con él, era solo una broma, por que el señor Conrrad es muy guapo. Pero bajo ninguna posibilidad, ni en mil años, yo me casaría o tendría algo con este tipo bajo estas circunstancias, no soy esa clase de mujer.—La madre de David murió hace 2 años, cuando él apenas tenía tres —comienza a explicarme el señor Conrrad—. Fue difícil para él, no creo que pueda comprender aun lo que es la muerte, así que piensa que su madre solo se fue y está en otro sitio, se siente abandonado.—Es difícil procesar algo como eso, me siento muy triste por David, pero…—No le estoy proponiendo algo indecente, no quiero que tenga algo que ver conmigo más allá de lo laboral, tómelo como un trabajo de niñera a medio tiempo, le pagaría el doble o triple de cualquier salario que reciba en su actual empleo si me ayuda, fingir ser su madre hasta que David pueda comprender la realidad —me pide el señor Conrrad.—Yo no… No sé si podría hacer algo como eso.Es difícil mentirle a un niño, no quiero pensar cómo va a terminar todo esto si David sigue creciendo con la ilusión de que su madre sigue viva, y yo no quiero ser la persona que lo lastime.—Por favor, se lo suplico señorita. David no ha aceptado ninguna niñera hasta ahora, usted es la primera, hare cualquier cosa que usted me pida para convertirse en su niñera —suplica el señor Conrrad, acercándose aún más a mí—. Incluso permitiré que su hija venga con usted a cuidar a David, los dos parecen haberse vuelto muy buenos amigos.Un suspiro escapa de mis labios, mientras no puedo evitar dudar. Yo mejor que nadie comprendo lo difícil que es ser un padre soltero, tener a Lily no ha sido tarea fácil y a veces también necesito ayuda. Y aunque una parte en mi interior quiere ayudar a este hombre, por la conexión instantánea que tuve con David, mi ética me sigue repitiendo que no es correcto mentirle a un niño.—¿Y qué pasará cuando David descubra que no soy su madre? Ahora es fácil engañarlo, es un niño de cinco años, pero su hijo crecerá, y no creo que se vaya a sentir contento cuando sepa que lo engañamos —le recuerdo a este guapo hombre.—Todo es un proceso, con su ayuda y de forma paulatina, yo le explicaré la verdad a David hasta que pueda comprenderlo, entonces usted seguirá siendo su niñera, pero dejando de fingir ser su madre.No sé si estoy del todo de acuerdo con esa idea, pero veo la desesperación en el rostro de ese hombre, y todavía recuerdo el estrecho abrazo de David. Así que tras pensarlo por un par de segundos, finalmente decido aceptar.—De acuerdo, acepto volverme la madre falsa de su hijo por un tiempo, solo hasta que pueda comprender la verdad y ya no me necesite —le aclaro ya que no quiero confusiones en el futuro.—De verdad se lo agradezco, señorita…—Suarez, mi nombre es Summer Suarez —me presento, acercándome a él para estrechar su mano.—William Conrrad, es un placer conocerla… —dijo él, estrechando mi mano con suavidad.Entonces lo supe, aceptar este trabajo y ayudar a este hombre cambiaria mi vida para siempre.Su mano es cálida, es en lo único que puedo pensar mientras nos tocamos, hasta que él finalmente me suelta, y amablemente me pide seguirlo hasta su estudio.Ambos aclaramos que mi relación con él y las demás personas en el pent-house seria meramente laboral, la única persona que tendría una relación personal conmigo seria David. Tal y como el señor Conrrad prometió, me propuso un sueldo más que generoso, era el triple de lo que yo ganaba en mi trabajo de medio tiempo en la librería de la universidad.Aunque no todo fue maravilloso, ya que el señor Conrrad me informó del horario complejo que tenía David, y como iba a tener que encargarme de muchas cosas aquí ya que él casi siempre estaba trabajando. Va a ser un trabajo duro, pero supongo que el buen sueldo lo vale, además de que podré traer a Lily conmigo y podré cuidarla al lado de David.Para aceptar el trabajo tuve que decirle ciertas cosas sobre mí, aunque preferí omitir lo malo, intenté mostrarme a mí misma como un buen prospecto de “niñera” o “madre”, no estoy muy segura de cual será mi título oficial como trabajadora en este hogar.Le dije que soy una estudiante de arquitectura en la Universidad de Columbia, con una beca de estudio, madre soltera de una sola hija, y que mis finanzas son un poco… desastrosas. Pero no le dije todo, tener que admitir que tengo que soportar a un idiota como Nathan solo porque no tengo donde caerme muerta y lo toxica que es mi relación con él, eso me avergüenza mucho.Después de acordar los últimos detalles, el señor Conrrad y yo estrechamos las manos, sellando así nuestro acuerdo—Será un placer trabajar con usted desde ahora, señorita Suarez —dice el señor Conrrad, soltando mi mano.—El placer será mío, señor Conrrad… ¿O debería llamarlo Bill?—¿Bill?—Se les dice de esa forma a todos los Williams, ¿O me equivoco?—Nunca nadie me ha llamado así.—Es un nombre pintoresco —no puedo evitar reír, ya que pensar en este hombre poderoso y serio como “Bill” es gracioso—, lo llamaré así desde ahora…El señor Conrrad solo sonrió, mientras yo seguía riendo, iniciando de esta forma nuestra peculiar relación de trabajo.Casi un mes pasó desde que me volví la madre sustituta del pequeño David.Como suponía, Nathan me llamó y después de discutir un rato, regresé con él a su departamento. No le dije de que se trataba mi nuevo empleo, no creía que pudiera comprenderlo, y prefería evitarme problemas con él, así que por ahora mantenía todo como un secreto.—Te levantas muy temprano para ir al trabajo —Nathan se queja abrazándome por la espalda en el baño.—Sí, este nuevo trabajo es importante.Tengo que llegar al departamento del señor Conrrad antes de que el pequeño David despierte, así que debo salir muy temprano para que Roy me recoja del aeropuerto. Sí, es complicado, pero para mantener el secreto de mi empleo, mentí diciendo que vivía cerca del aeropuerto, y me encuentro ahí con Roy cada mañana para que lleve al Pent-house de la familia Conrrad.—Te has vuelto toda una mujer de negocios, ¿Debería sentirme celoso?—No seas tonto —con una risa algo incomoda, escapo de sus brazos, lista para irme.Sé que
Mi relación con el señor Conrrad se ha vuelto un poco… Extraña los últimos días.Desde que lo besé en el desayuno la anterior mañana, él y yo somos constantemente vigilados por los niños, quienes aparentemente esperan sin cesar que los dos nos besamos o hagamos cosas de “esposos.”Esto me avergüenza mucho, pero no puedo evitar acercarme a mi jefe para besarlo o tomar su mano cuando los niños nos observan, se que es incomodo para él, aunque no me lo dice, así que los dos intentamos continuar con la mentira de la mejor forma que podemos.Sin embargo últimamente se ha vuelto un poco… Extraño…El señor Conrrad llega del trabajo, y como cualquier “esposa amorosa”, yo me acerco a él en la entrada del apartamento, y sin ninguna advertencia lo abrazo por los hombros y le doy un beso en los labios, mientras que desde la sala siento los ojos de los niños observándonos fijamente.Usualmente el señor Conrrad actúa con vergüenza, besándome de esa forma por un par de segundos, antes de apartarme y
Hoy va a ser un día largo… —Vamos Dave, no llores, tus amigos de la escuela se darán cuenta —le pido al pequeño, limpiando sus mejillas con cuidado—, mira a Lily, ella no está llorando. —Lily no sabe que día es hoy… —se queja David, sin poder dejar de llorar. —Claro que lo sabe, por eso esta tan feliz, vino a apoyar a su querido hermano menor… Dándome cuenta de que David no dejara de llorar, lo levanto en mis brazos y lo estrecho contra mi pecho, dándole suaves palmadas en la espalda, tratando así de calmarlo y poder entrar en su escuela. Hoy era el día importante de David, su presentación antes de las vacaciones de verano en la guardería, algo importante para él ya que iba a tener una presentación especial de obras de “arte” con su grupo de la escuela. Desafortunadamente el vuelo del señor Conrrad se había atrasado, justo esa semana y debido a las vacaciones, mi jefe tuvo que volar por una semana otro país, pero tenía planeado llegar justo a tiempo para el día importante d
Se hace un silencio incomodo a nuestro alrededor, y siento como todos cerca a nosotros nos miran fijamente, algo que me llena de vergüenza, y me obliga a actuar lo más rápido que puedo.—Nathan, por favor hablemos fuera —le pido a mi novio, acercándome a él para tomarlo de un brazo e intentar tirar de él para sacarlo de ese auditorio.—¡No! —se niega él en un grito— ¡Quiero que me des una respuesta! ¡Ahora!—Nathan, por favor…—¡Responde ahora Summer! —exige él en un grito, soltándose de mi agarre en su brazo.Me siento cada vez más avergonzada, ya que Nathan está dando un espectáculo patético, gritando y luciendo como un estúpido novio posesivo, es seguro que todos los padres refinados que tienen a sus hijos en esta escuela se están riendo de nosotros, mientras los niños deben estar asustados, debo detener esto ahora.—Nathan, estoy hablando en serio, para ya —le pido volviendo a tomarlo de un brazo.Creo que Nathan se da cuenta de lo mismo que yo, algo que lo hace calmarse un poco,
Caigo al suelo sintiéndome mareada, en cierto punto ya no siento dolor, solo a Nathan aun sobre mí, golpeándome.Esta más furioso de lo que lo he visto alguna vez en toda mi vida, golpeándome y gritando, aunque ya no puedo escucharlo, estoy a punto de quedarme inconsciente por sus maltratos.Cuando estoy cerca de cerrar los ojos, Nathan se detiene, mientras que a lo lejos escucho fuertes golpes, que distraen a Nathan quien se gira confundido, levantándose de mi cuerpo y luciendo desconcertado.Antes de quedar inconsciente, lo último que observo es como la puerta del departamento al final del pasillo es derribada, y como varias personas entre las que veo algunos policías y hombres vestidas de negro entran al departamento.Creo que estoy alucinando, ya que en medio de toda esa locura, creo ver al señor Conrrad… ¿Por qué eso sería una alucinación? Simplemente por que no creo que él viniera aquí por mí, soy solo la niñera de su hijo, no tenemos ningún tipo de parentesco o amistad más allá
Me doy una última mirada en el espejo del baño del hospital, decidiendo poner un poco más de maquillaje sobre las marcas en mi rostro en un intento de esconder los golpes, suspirando al darme cuenta de que ni siquiera con el maquillaje eso es posible.Mi rostro terminó bastante maltratado después de todo lo que ocurrió, tengo una marca grande de un gran golpe en una de mis mejillas, así como mis labios hinchados, y algunas marcas de los dedos de Nathan en mi cuello.Sé que mi aspecto ha mejorado bastante desde que llegué aquí, pero aun así no puedo evitar avergonzarme, ya que ver mi rostro con los vestigios de la golpiza que me dio mi ex novio es muy penoso, y lamento que otras personas tengan que verme de esa forma.—¿Mamá ya estás lista para ir a casa? —pregunta el pequeño David asomándose por la puerta.—Solo dame un segundo cariño, iré con ustedes en un momento —respondo con una sonrisa.Casa… Lo que más me angustiaba de todo esto además de la salud de mi hija después de todo lo q
Con un suspiro me masajeo los hombros, regresando al Pent-House de los Conrrad tras un día definitivamente difícil.Sé que son vacaciones de verano, y a pesar de que no tenía clases en la universidad por un par de días, como estudiante de último año, se esperaba que yo acudiera a clases complementarias para planear mi proyecto de grado.Desafortunadamente gracias a Nathan, no pude ir a la universidad, teniendo que permanecer en cama recuperándome de la golpiza que me dio, así que perdí todas las clases complementarias que podían ayudarme en mi proyecto final.Esto obviamente me preocupa, el proyecto de grado debería ser mi prioridad ahora, pero siendo madre y con todos los problemas que he tenido este mes, lamentablemente eso se ha vuelto mi última preocupación. Tengo que recuperar las riendas de mi vida, o podría terminar perdiendo mi beca al final de la carrera, lo último que necesito ahora mismo.Sintiéndome preocupada y apesadumbrada, entro en el Pent-House, y perdida en mis pensa
Suelto un fuerte gemido de placer, sintiendo como el señor Conrrad levanta mi vestido hasta mis caderas, y comienza a pasar sus dedos por la parte interior de mis muslos, hasta llegar a ese lugar tan sensible, presionando mi ropa interior justo sobre mi sexo, haciéndome temblar del deseo.—Estas tan húmeda en esta parte, como si me invitaras a hacerte mía —susurra él contra mis labios.—¿Entonces que estas esperando? Deberías aceptar la invitación…Escucho como el señor Conrrad vuelve a reír suavemente, ya que esta forma de coquetear es muy tonta y vergonzosa, pero creo que los dos lo disfrutamos, así que él me obedece y sigue adelante.Sus labios bajan a mi cuello haciéndome temblar, mientras que sus hábiles manos se deshacen de mi ropa interior, y yo solamente puedo abrir más las piernas y levantar las caderas, sintiéndome deseosa de sentir más de él.—William… —llamo su nombre tras un largo suspiro, mientras sus labios bajan por todo mi cuello a mi pecho.Debido a las cálidas tempe