Capítulo 3.

De esa forma pasa la tarde y llega la noche. David se cansa de jugar, así que lo llevo a su habitación para que tome una siesta antes de la cena, aunque él no luce tan convencido de soltarme.

—Vamos David, tienes que dormir un poco —le pido intentando que suelte mi cuello para acostarlo en la cama.

—No quiero… Duerme aquí.

—Vendré en un minuto, tengo que hablar con tu papá un instante.

—No…

—¿No confías en mamá? Volveré antes de que te des cuenta.

—¿Prometes que estarás aquí cuando despierte? —me pregunta David con inocencia.

Es doloroso mentirle a un niño pequeño, especialmente uno como David, que necesita tanto una madre. Pero no tengo opción, tengo que dejarlo.

—Sí, lo prometo —le miento por última vez, besando suavemente su frente.

David suelta mi cuello, y yo lo acuesto bien en su cama, cubriéndolo con sus frazadas antes de ponerme de pie. Rodeando la cama hacia el otro lado, me acerco a mi pequeña hija, la cual luciendo muy somnolienta ya se ha acomodado en la cama de David, más que lista para tomar una siesta.

—Mami, ¿Nos quedaremos a dormir aquí hoy? —pregunta Lily luciendo muy cómoda.

—Ya veremos corazón, por ahora duerme… —le pido a mi pequeña, acercándome a ella para darle un beso de despedida en la frente.

Dejando a los dos pequeños en la cama, vuelvo a ponerme de pie, para apagar las luces y salir de la habitación, reuniéndome con el padre de David en el pasillo. El señor Conrrad se quedó en la puerta de la habitación todo el tiempo, pero ambos comprendemos que no podemos hablar ahí, así que silenciosamente caminamos hasta la sala del pent-house, cerca de la salida.

Bien, este es el final de esta extraña aventura…

—¿Así que quieres ser la madre de David? —pregunta el señor Conrrad, tan incómodo como yo por la situación.

—Lo lamento, intenté decirle que yo no soy la persona que él creía, pero no me dejaba ir, así que lo traje a un lugar seguro.

—Gracias, no todas las personas tendrían la paciencia para ayudar a un niño, te agradezco mucho por haber cuidado a mi hijo.

—No tiene que agradecerme, nunca podría dejar a un niño desamparado en problemas, yo también soy madre.

Solo puedo sonreír con incomodidad, ya que creo que el señor Conrrad quiere despedirse de mí, pero no sabe cómo, y solo está alargando esto más de lo que debería.

—Bueno, ya que David está a salvo, creo que debería marcharme con Lily… —intento facilitar las cosas para él.

—Dijiste que estarías aquí cuando él despertara, y las promesas deben cumplirse.

—¿Disculpe? —pregunto algo confundida.

—Estaba hablando en serio, ¿Quieres ser la madre de David?

Esa pregunta me deja helada, ¿Qué cosa esta diciendo este hombre?

—Esa es una buena broma, gracioso —sonrío algo incomoda, volviendo a retroceder.

—No es una broma señorita, es una propuesta real, quiero que se convierta en la madre de mi hijo por un tiempo.

—¿Se da cuenta de lo inapropiada que es esa proposición? ¿Qué clase de persona cree que soy?

Si bien había considerado la idea de “casarme” con él, era solo una broma, por que el señor Conrrad es muy guapo. Pero bajo ninguna posibilidad, ni en mil años, yo me casaría o tendría algo con este tipo bajo estas circunstancias, no soy esa clase de mujer.

—La madre de David murió hace 2 años, cuando él apenas tenía tres —comienza a explicarme el señor Conrrad—. Fue difícil para él, no creo que pueda comprender aun lo que es la muerte, así que piensa que su madre solo se fue y está en otro sitio, se siente abandonado.

—Es difícil procesar algo como eso, me siento muy triste por David, pero…

—No le estoy proponiendo algo indecente, no quiero que tenga algo que ver conmigo más allá de lo laboral, tómelo como un trabajo de niñera a medio tiempo, le pagaría el doble o triple de cualquier salario que reciba en su actual empleo si me ayuda, fingir ser su madre hasta que David pueda comprender la realidad —me pide el señor Conrrad.

—Yo no… No sé si podría hacer algo como eso.

Es difícil mentirle a un niño, no quiero pensar cómo va a terminar todo esto si David sigue creciendo con la ilusión de que su madre sigue viva, y yo no quiero ser la persona que lo lastime.

—Por favor, se lo suplico señorita. David no ha aceptado ninguna niñera hasta ahora, usted es la primera, hare cualquier cosa que usted me pida para convertirse en su niñera —suplica el señor Conrrad, acercándose aún más a mí—. Incluso permitiré que su hija venga con usted a cuidar a David, los dos parecen haberse vuelto muy buenos amigos.

Un suspiro escapa de mis labios, mientras no puedo evitar dudar. Yo mejor que nadie comprendo lo difícil que es ser un padre soltero, tener a Lily no ha sido tarea fácil y a veces también necesito ayuda. Y aunque una parte en mi interior quiere ayudar a este hombre, por la conexión instantánea que tuve con David, mi ética me sigue repitiendo que no es correcto mentirle a un niño.

—¿Y qué pasará cuando David descubra que no soy su madre? Ahora es fácil engañarlo, es un niño de cinco años, pero su hijo crecerá, y no creo que se vaya a sentir contento cuando sepa que lo engañamos —le recuerdo a este guapo hombre.

—Todo es un proceso, con su ayuda y de forma paulatina, yo le explicaré la verdad a David hasta que pueda comprenderlo, entonces usted seguirá siendo su niñera, pero dejando de fingir ser su madre.

No sé si estoy del todo de acuerdo con esa idea, pero veo la desesperación en el rostro de ese hombre, y todavía recuerdo el estrecho abrazo de David. Así que tras pensarlo por un par de segundos, finalmente decido aceptar.

—De acuerdo, acepto volverme la madre falsa de su hijo por un tiempo, solo hasta que pueda comprender la verdad y ya no me necesite —le aclaro ya que no quiero confusiones en el futuro.

—De verdad se lo agradezco, señorita…

—Suarez, mi nombre es Summer Suarez —me presento, acercándome a él para estrechar su mano.

—William Conrrad, es un placer conocerla… —dijo él, estrechando mi mano con suavidad.

Entonces lo supe, aceptar este trabajo y ayudar a este hombre cambiaria mi vida para siempre.

Su mano es cálida, es en lo único que puedo pensar mientras nos tocamos, hasta que él finalmente me suelta, y amablemente me pide seguirlo hasta su estudio.

Ambos aclaramos que mi relación con él y las demás personas en el pent-house seria meramente laboral, la única persona que tendría una relación personal conmigo seria David. Tal y como el señor Conrrad prometió, me propuso un sueldo más que generoso, era el triple de lo que yo ganaba en mi trabajo de medio tiempo en la librería de la universidad.

Aunque no todo fue maravilloso, ya que el señor Conrrad me informó del horario complejo que tenía David, y como iba a tener que encargarme de muchas cosas aquí ya que él casi siempre estaba trabajando. Va a ser un trabajo duro, pero supongo que el buen sueldo lo vale, además de que podré traer a Lily conmigo y podré cuidarla al lado de David.

Para aceptar el trabajo tuve que decirle ciertas cosas sobre mí, aunque preferí omitir lo malo, intenté mostrarme a mí misma como un buen prospecto de “niñera” o “madre”, no estoy muy segura de cual será mi título oficial como trabajadora en este hogar.

Le dije que soy una estudiante de arquitectura en la Universidad de Columbia, con una beca de estudio, madre soltera de una sola hija, y que mis finanzas son un poco… desastrosas. Pero no le dije todo, tener que admitir que tengo que soportar a un idiota como Nathan solo porque no tengo donde caerme muerta y lo toxica que es mi relación con él, eso me avergüenza mucho.

Después de acordar los últimos detalles, el señor Conrrad y yo estrechamos las manos, sellando así nuestro acuerdo

—Será un placer trabajar con usted desde ahora, señorita Suarez —dice el señor Conrrad, soltando mi mano.

—El placer será mío, señor Conrrad… ¿O debería llamarlo Bill?

—¿Bill?

—Se les dice de esa forma a todos los Williams, ¿O me equivoco?

—Nunca nadie me ha llamado así.

—Es un nombre pintoresco —no puedo evitar reír, ya que pensar en este hombre poderoso y serio como “Bill” es gracioso—, lo llamaré así desde ahora…

El señor Conrrad solo sonrió, mientras yo seguía riendo, iniciando de esta forma nuestra peculiar relación de trabajo.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo