Se hace un silencio incomodo a nuestro alrededor, y siento como todos cerca a nosotros nos miran fijamente, algo que me llena de vergüenza, y me obliga a actuar lo más rápido que puedo.—Nathan, por favor hablemos fuera —le pido a mi novio, acercándome a él para tomarlo de un brazo e intentar tirar de él para sacarlo de ese auditorio.—¡No! —se niega él en un grito— ¡Quiero que me des una respuesta! ¡Ahora!—Nathan, por favor…—¡Responde ahora Summer! —exige él en un grito, soltándose de mi agarre en su brazo.Me siento cada vez más avergonzada, ya que Nathan está dando un espectáculo patético, gritando y luciendo como un estúpido novio posesivo, es seguro que todos los padres refinados que tienen a sus hijos en esta escuela se están riendo de nosotros, mientras los niños deben estar asustados, debo detener esto ahora.—Nathan, estoy hablando en serio, para ya —le pido volviendo a tomarlo de un brazo.Creo que Nathan se da cuenta de lo mismo que yo, algo que lo hace calmarse un poco,
Caigo al suelo sintiéndome mareada, en cierto punto ya no siento dolor, solo a Nathan aun sobre mí, golpeándome.Esta más furioso de lo que lo he visto alguna vez en toda mi vida, golpeándome y gritando, aunque ya no puedo escucharlo, estoy a punto de quedarme inconsciente por sus maltratos.Cuando estoy cerca de cerrar los ojos, Nathan se detiene, mientras que a lo lejos escucho fuertes golpes, que distraen a Nathan quien se gira confundido, levantándose de mi cuerpo y luciendo desconcertado.Antes de quedar inconsciente, lo último que observo es como la puerta del departamento al final del pasillo es derribada, y como varias personas entre las que veo algunos policías y hombres vestidas de negro entran al departamento.Creo que estoy alucinando, ya que en medio de toda esa locura, creo ver al señor Conrrad… ¿Por qué eso sería una alucinación? Simplemente por que no creo que él viniera aquí por mí, soy solo la niñera de su hijo, no tenemos ningún tipo de parentesco o amistad más allá
Me doy una última mirada en el espejo del baño del hospital, decidiendo poner un poco más de maquillaje sobre las marcas en mi rostro en un intento de esconder los golpes, suspirando al darme cuenta de que ni siquiera con el maquillaje eso es posible.Mi rostro terminó bastante maltratado después de todo lo que ocurrió, tengo una marca grande de un gran golpe en una de mis mejillas, así como mis labios hinchados, y algunas marcas de los dedos de Nathan en mi cuello.Sé que mi aspecto ha mejorado bastante desde que llegué aquí, pero aun así no puedo evitar avergonzarme, ya que ver mi rostro con los vestigios de la golpiza que me dio mi ex novio es muy penoso, y lamento que otras personas tengan que verme de esa forma.—¿Mamá ya estás lista para ir a casa? —pregunta el pequeño David asomándose por la puerta.—Solo dame un segundo cariño, iré con ustedes en un momento —respondo con una sonrisa.Casa… Lo que más me angustiaba de todo esto además de la salud de mi hija después de todo lo q
Con un suspiro me masajeo los hombros, regresando al Pent-House de los Conrrad tras un día definitivamente difícil.Sé que son vacaciones de verano, y a pesar de que no tenía clases en la universidad por un par de días, como estudiante de último año, se esperaba que yo acudiera a clases complementarias para planear mi proyecto de grado.Desafortunadamente gracias a Nathan, no pude ir a la universidad, teniendo que permanecer en cama recuperándome de la golpiza que me dio, así que perdí todas las clases complementarias que podían ayudarme en mi proyecto final.Esto obviamente me preocupa, el proyecto de grado debería ser mi prioridad ahora, pero siendo madre y con todos los problemas que he tenido este mes, lamentablemente eso se ha vuelto mi última preocupación. Tengo que recuperar las riendas de mi vida, o podría terminar perdiendo mi beca al final de la carrera, lo último que necesito ahora mismo.Sintiéndome preocupada y apesadumbrada, entro en el Pent-House, y perdida en mis pensa
Suelto un fuerte gemido de placer, sintiendo como el señor Conrrad levanta mi vestido hasta mis caderas, y comienza a pasar sus dedos por la parte interior de mis muslos, hasta llegar a ese lugar tan sensible, presionando mi ropa interior justo sobre mi sexo, haciéndome temblar del deseo.—Estas tan húmeda en esta parte, como si me invitaras a hacerte mía —susurra él contra mis labios.—¿Entonces que estas esperando? Deberías aceptar la invitación…Escucho como el señor Conrrad vuelve a reír suavemente, ya que esta forma de coquetear es muy tonta y vergonzosa, pero creo que los dos lo disfrutamos, así que él me obedece y sigue adelante.Sus labios bajan a mi cuello haciéndome temblar, mientras que sus hábiles manos se deshacen de mi ropa interior, y yo solamente puedo abrir más las piernas y levantar las caderas, sintiéndome deseosa de sentir más de él.—William… —llamo su nombre tras un largo suspiro, mientras sus labios bajan por todo mi cuello a mi pecho.Debido a las cálidas tempe
William y yo cruzamos miradas, sintiéndonos asustados, y lo más rápido posible nos separamos de golpe.No puede ser, estábamos tan calientes que olvidamos por completo a los niños, la hora, incluso en el lugar en el que nos encontrábamos, ¡Es una locura!Me levanto de la isla de la cocina y voy a buscar mi ropa interior que sigue en el piso, para ponérmela a toda prisa, mientras que detrás de mi William se acomoda los pantalones y la camiseta.Escuchando a los niños cada vez más cerca, y observando que el señor Conrrad no está listo para salir aun, me apresuro para caminar fuera de la cocina, encontrándome con los niños en el pasillo, acompañados por algunos guardaespaldas de la familia Conrrad que fueron los que se encargaron de buscarlos en la escuela.—¡Mamá! —dicen mis dos pequeños al unísono cuando me ven, corriendo en mi dirección para abrazarme.—Hola niños —respondo agachándome para estar a su altura y corresponder su abrazo— ¿Cómo les fue en la escuela?Mi respiración esta ag
A pesar de que no sonaba como una buena idea, y yo misma me decía que era mejor tratar de mantener una distancia sana con mi jefe hasta poder definir lo que somos de verdad, finalmente no pude evitarlo y acepté el viaje de vacaciones.Fue un truco sucio por parte de Bill, ya que adivinando mis intenciones de intentar negarme por las dudas que todavía que tenía por no saber lo que somos o que sentimos el uno por el otro, mi jefe le habló a mi hija sobre el “divertido” viaje que íbamos a hacer. Esto obviamente encantó a Lily, quien jamás había ido de vacaciones, así que me insistió hasta el cansancio para ir y no pude negarme.Fue un sucio truco, pero a la vez bastante efectivo…De esa forma en tan solo un par de días William se encargó de tramitar todos los pasaportes, e inmediatamente después de eso arreglamos nuestras maletas para viajar.Esta fue una primera vez en muchas formas para mí, nunca antes había salido del país, y también era la primera vez que volaba en un avión privado.
Finalmente anochece en la isla, y después de descansar un poco y tomar un merecido baño, me siento lista para ir a la cena con mi jefe.Me pongo ese bonito vestido rojo que había llegado con la invitación, el cual era algo apretado y en definitiva muy escotado, algo que yo no hubiera elegido por mí misma ni en broma ya que no es mi estilo. Pero debido a que no tengo otra ropa elegante, no traje ni siquiera un vestido que se parezca a esto en mis maletas, no tuve más opción que ponérmelo a pesar de que me sentía algo avergonzada usándolo.William y yo no habíamos hablado mucho desde que llegamos, él apareció fuera de la habitación hace un momento para llevarse a Lily, ya que la dejaría junto a David en una guardería en la planta baja del hotel. Cuando le entregué a mi hija los dos nos miramos fijamente en silencio, luciendo incomodos y algo avergonzado.—Sabía que el vestido seria de tu talla, te queda de maravilla —dijo Bill mirándome fijamente—, te ves hermosa.—Gracias, no es mi est