Narra MaloryEduard sería mi compañero de vida. Es muy fuerte para mí saber que el hombre que me enseñó a amar y que me regaló momentos tan felices, simplemente ya no estará.Cada espacio de mi casa me recuerda a Eduard, juro que por las noches puedo escuchar con claridad su sonrisa en mi cabeza; me despierto con la ilusión de creer que sigue conmigo pero ver su espacio de la cama vacío, me hace recordar lo que pasó.Hace una semana Robert me ha acompañado, ha sido tan bueno conmigo que no se ha despegado de mí.—Oh, ya estás despierta.Mi hijo aparece en mi cuarto y se acuesta a mi lado.—¿Dormiste bien?—Sí, un poco.La verdad no he dormido nada, aun no me canso de llorar y me lo permito, saco mi tristeza las veces que mi corazón lo sienta.—El cuarto tiene el olor de mi papá.—Sí, creí que solo yo lo percibía.Abrazo a mi hijo y al igual que yo puedo notarlo y sentirlo muy demacrado; ojeras pronunciadas, delgado y un semblante diferente.—Creo que ya es hora de que vuelvas a tu cas
Narra RobertLlegar a mi casa y estar solo en mi habitación, fue como encender la mecha de lo que sería luego una explosión. Estuve un día completo encerrado del mundo, en el que tampoco respondí a mensajes ni llamadas. Pero luego de eso, sentí que necesitaba algo de compañía y llamé a Vero para que estuviera conmigo, lastimosamente eso no fue posible. Su suegra llegó de Rusia y no podía venir a verme, lo que hizo sentir aún más triste.—Señor Robert, ¿Quiere algo?—No, Ainoa.La chica se va y escucho sus pasos bajando las escaleras. Cierro mis ojos y vuelvo a escuchar sus pasos, ¿Qué querrá ahora?—Señor.—¡Por Dios! Dije que no quiero nada, ¿acaso no entiendes?—Estoy aquí —dice Vero desde afuera.De inmediato me pongo de pie y abro la puerta, la veo y no puedo evitar darle un abrazo, realmente me hacía bien tenerla en estos momentos.—Gracias, muchas gracias por venir.Vero me abraza y entramos al cuarto juntos, cierro la puerta y ella se acomoda conmigo en la cama.—Lamento no pod
Narra RobertTemía mucho volver a la casa de mi padres o incluso a la compañía, estos días he estado en una especie de transe en el que pienso que estoy dormido o que quizás todo lo que me ha pasado estos es irreal. Sé que mi padre ya ha muerto y que ya no estará más conmigo, pero al mismo tiempo siento como si en algún momento pudiera recibir una llamada o mensaje de él para saber cómo estoy. Es realmente extraño, estoy en modo no me entiendo.Pasaron un par de semanas de la muerte de papá y a pesar de sentir un vacío en mi alma, sé que no puedo frenar mi vida y mucho menos la aerolínea; ahora todo depende de mí, tengo que estar bien.—Quiero que no te esfuerces más de lo que puedas, es sano que lleves tu duelo y que…—No madre, estaré mejor si estoy pendiente de todo. Entiendo que te preocupes por mí, pero de verdad ahora necesito que todo sea mejor que antes, mi padre se ha esforzado toda su vida por esto y no lo quiero echar a perder. El nombre de papá será aún más grande y me voy
Narra RobertMi primer paso, es hablar con mi madre, de algo estoy claro y es que no puedo obrar a mi manera; ella y yo nos hemos convertido en un solo equipo y no puedo dejarla desentendida de lo que quiero hacer. Sé que mi padre solo está por cumplir un mes de fallecido y es como si solo hubieran pasado tres días, pero el tiempo no me va a dar espera; por lo que tengo que obrar ya, en lo que tengo pensado.—Madre, tu sabes lo importante que era para él, así que quiero recuperar lo que un día le perteneció a su familia y que todos los esfuerzos lleven su nombre.—Mi amado hijo, me parece muy hermoso lo que intentas hacer por tu padre, estoy segura que él ya se ha de sentir dichoso y orgulloso. Pero, esa conversación la tuve en su momento con él y creo que quería esperar el tiempo oportuno.—Madre, entiendo a lo que te refieres porque de algún modo ya lo he hablado con papá y sé sus respuestas ante la economía que era lo que le afectaba; pero estoy dispuesto hacer lo que sea.—Bien Ro
Narra Peter—¿Estás seguro de hacer esto?Eduard tomaba su lapicero y su papel, mientras lo veía escribir una carta.—Claro que sí, para eso es el testamento, las personas lo hacen antes de morirse porque ya después para qué.Eduard siempre ha tenido un sentido del humor algo cruel.—Sabes, creo que mejor deberías buscar otro abogado.—Vamos, ¿dónde queda el hombre profesional que eres? No creo que sea el primero en pedir que hagas un testamento.—No lo digo por eso, es que eres mi amigo y es inevitable no estar sentimental; además, para que hacerlo si aún hay mucho por vivir, no quiero tener que guardar una nota de despedida. Lo más seguro es que yo me muera primero que tú.—Nadie sabe cuándo será su ultimo día, por eso se hacen estás cosas; no sé si el día que me muera yo pueda despedirme de las personas que amo como debe ser, y en ese instante estarás tú dándoles este mensaje.—Me sigo negando a eso e insisto que falta mucho para la muerte del gran Eduard, estoy seguro que estaremo
Narra Ainoa.Estoy en la cocina del señor Robert, corto algunos vegetales para la cena. El hombre no se encuentra en casa, pero sé que pronto llegará. Hoy vendrá su padre y su madre para acompañarlo, al parecer tienen una buena noticia para el jefe.—¿Qué haces en esta casa? Esa terrible voz produce que todo dentro de mí se congele.—Romeo, ¿Qué haces aquí?Mi ex pareja sin esperar una respuesta me toma del cabello y pega mi rostro a la tabla donde picaba las verduras. Me vuelve a levantar y pega su boca a mi oreja, me estorba la sensación de su respiro tan cerca.—Nunca te vas a deshacer de mí.Vuelve a tomarme del cabello y con fuerza quiere chocar mi cara en el mesón, cierro mis ojos para esperar el golpe y…—¡No! —grito abriendo los ojos.Miro a todos lados y está oscuro, estoy acostada en el sillón de la sala, ha sido una pesadilla. Toco mi pecho y puedo sentir como golpea con fuerza mi corazón, tengo el cuello sudado y las gotas destilan por todos lados.Voy a la cocina por un
Narra VerónicaTener a mi suegra por tanto tiempo en casa es un caos, ya me irrita hasta la existencia, no tolero ver sus narices en todos los asuntos de mi casa; hace días no he podido ver a Robert porque no tengo el tiempo para escaparme un rato.—Querida, recuérdale a la chica de la cocina que la leche que mi hijo toma es descremada.—Ya lo saben, suegrita. La chica de la cocina tiene la dieta de mi esposo.Nora es muy querida, pero muy fastidiosa.—Creo que para el almuerzo, debemos bajar los carbohidratos para Nikolay, porque…—De verdad, no tiene que preocuparse, él está bien. Su salud es buena, su nutrición es la mejor; si quiere le muestro los resultados de sus exámenes de rutina, está perfecto.—Quizás tengas razón, mi querida Vero; pero cuando tengas a tu primer hijo, entenderás el por qué puedo ser tan delicada cuando se trata de mi Nikolay.Ay no, me da enojo cuando llega al tema del hijo, por culpa de esa bruja es que Niko es un completo tonto; lo amo, pero reconozco que
Narra RobertDesde que inicié mi romance con Vero, puedo sentir que me enamorado por primera vez, es la relación más larga y estable que he tenido con una mujer. Ella con esa llama y poder, me ha cautivado tanto que de verdad siento que puedo dar un paso muy importante.Durante los últimos años no ha hecho falta preguntarle si me ama, porque con sus actos puedo saberlo. Vero, ha hecho muchas cosas por mí, ha viajado conmigo a muchos países y ha desafiado a su esposo, ha discutido con él como pretexto para poder irse conmigo.No puedo negar que la idea de pensar en algo más serio entre nosotros me abruma, pero estoy dispuesto a arriesgar por primera vez muchas cosas por ella.—Ya estoy muy curiosa, dime de que se trata todo esto.Abro la puerta me mi habitación del todo para ella pueda pasar, se sienta en mi cama y justo cuando pensé que sería muy sencillo, los nervios se despiertan.—La verdad no sé por dónde deba empezar.—Me empiezo a incomodar, Robert. Solo dime que pasa, me asusta