51)

De camino a esa dichosa clínica, no puedo evitar sentirme realmente mal. Aprieto el volante con fuerza, conteniendo la rabia y el remordimiento. No sé qué me pasó en ese momento. ¿Por qué lo hice? No quería pegarle, pero me salí de control. Ahora la culpa no deja de atormentarme. Me arrepiento tanto de haberlo hecho.

Unos minutos después, me bajo del auto y entro en la clínica donde, supuestamente, Zara hizo los análisis. Vi en sus ojos dolor y determinación al mismo tiempo, lo que me hizo pensar que no estaba mintiendo. Pero estoy aquí para comprobarlo. No puedo confiar en ella a ciegas, ni siquiera debería permitirme dudar. Sin embargo, una parte de mí quiere creer que está diciendo la verdad.

—Necesito ver al doctor Lemarchand —le digo a la recepcionista, sin saludos ni rodeos—. ¿Dónde puedo encontrarlo?

—¿Tiene una cita con él? —pregunta, observándome con una expresión tranquila.

—No, estoy aquí por una consulta urgente y privada —respondo tajante—. Es importante, por favor.

Ella
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP