38)

Todos en la mesa tienen cara de trueno. Nadie me dice nada ni me insulta, pero en sus rostros se refleja el odio absoluto que ahora sienten hacia mí por lo que hizo el abuelo.

Lo que más me desconcierta es Cole. Está desayunando frente a mí con total normalidad, usando su habitual máscara de frialdad. Distante, imperturbable. Cuando me mira, es lo mismo. Su expresión es la de alguien que me odia por todo lo que está ocurriendo. ¿No se había desmayado dos veces ayer? ¿Qué le hizo Felicity para volver a tenerlo en su mano?

Ella, en cambio, pese a que hoy debería largarse de aquí, está tranquila. ¿Por qué? No siento la satisfacción que imaginé si se iba.

Natalia y yo, las únicas cuerdas en la mesa, intercambiamos miradas discretas. Aún no sabe lo que le pasó a su primo anoche, ya que estaba con nosotras cuando ocurrió, pero debe sospechar que esta gente, que actúa como si estuviera en trance, vuelve a estar manipulada.

—Oh, chicas —Felicity nos habla de pronto, con una sonrisa angelical—
Continue lendo no Buenovela
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Digitalize o código para ler no App