#47:

Los tres respiraban a un ritmo frenético y entrecortado. Catalina sentía la húmeda calidez de su sexo, expuesto a las ardientes y lujuriosas miradas de los gemelos, quienes le impedían cerrar las piernas.

En ese momento Sandro estaba completamente concentrado en ella, sin pronunciar palabra, observándola mientras le acariciaba las piernas con las palmas de su mano.

Caty se quedó muy quieta, a la espera.

Como si tuviera todo el tiempo del mundo, Sander comenzó besándola en la boca, y acariciando sus cabellos.

Por su parte, Sandro le pellizcaba el clítoris desde atrás, metiendo su mano entre las piernas de ellas y después trazó una caricia posesiva sobre los pliegues de su coño, observando todas sus reacciones en silencio, y sintiendose como si fuera un rey, acostumbrado a la obediencia ciega y ella su favorita esclava sexual.

La frustración la hizo protestar.

–¡Joder! ¿Se van a quedar toda la noche solo tocándome o vas a darme sus vergas de una vez?

Sander soltó una risilla, Sand
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo