182. Secretos del Rey inmortal
Theodor observó a Valdimir con una mirada penetrante, le agradaba ver como él había llegado a esa conclusión tan rápido, pero luego se acercó a ellos con pasos lentos y deliberados. Conforme el Rey Humano se acercaba, el aire en el limbo del tiempo detenido pareció llenarse de una extraña mezcla de ansiedad y temor mientras el padre de Aelina se aproximaba.
Su hija Aelina, con la voz temblorosa por la conmoción, se dirigió a su padre:
—No... no logro comprender. ¿Es cierto lo que dice Valdimir? ¿Tú eres... eres realmente ese Rey del antiguo reino? ¿Cómo es posible? ¿Significa que durante todo este tiempo has sido tú quien poseía la magia del tiempo?
Theodor, ahora frente a ellos, los miró a todos con una expresión que mezclaba sabiduría y un dejo de tristeza. Sus ojos, de un azul profundo, parecían contener siglos de secretos.
—La magia del espejo y la magia del tiempo provienen de mí, Aelina, no de tu madre. Tu madre, Livia, era una humana común y corriente, tu misma llegaste a la ded