¿Como habrá sido eso? ¿Por qué Theodor si parece ser tan fuerte no quiso matar a la sombra Voraz, ademas como es eso que no pudo en su tiempo? ¡Eso lo descubriremos en los proximos capitulooos! no se lo pierdaaan! :D gracias por comentar, y darle me gusta al capitulo :D
En los recuerdos de Theodor, las imágenes del pasado se desplegaban como un tapiz vívido y resplandeciente. Ahora se encontraban en el corazón del antiguo reino de Tempus, aquel lugar de ensueño que, tras el paso fatal de los siglos, se convertiría en lo que hoy se conoce como El Vacío. Pero ahora, en esas memorias del pasado, el padre de Aelina, con un brillo nostálgico en sus ojos, los guio por las calles empedradas de la ciudad, invitándolos a sumergirse en la maravilla de un mundo donde la magia fluía tan libremente como el aire que respiraban.Las avenidas se agitaban llenas de vida y color, pobladas por seres de apariencia humana que portaban en su interior el don extraordinario de la magia. Cada rincón de Tempus era un testimonio del poder de la luz, que sus habitantes manipulaban con una naturalidad pasmosa para llevar a cabo las tareas más cotidianas. Algunos se elevaban grácilmente sobre el suelo, desafiando la gravedad con una elegancia que dejaba sin aliento a Erik, Valdimi
En aquel instante, Theodor los transportó a uno de sus recuerdos más preciados. Se encontraban dentro del palacio, en el majestuoso salón del trono, un lugar que dejó a Erik, Aelina y Valdimir boquiabiertos ante su deslumbrante magnificencia. La luz que se filtraba a través de los vitrales parecía provenir de otro mundo, bañando todo el recinto con un resplandor dorado que le otorgaba un aura casi mística.Las paredes, hechas del más fino mármol blanco pulido, reflejaban la luz como espejos, creando un efecto de amplitud sobrecogedor. Las imponentes columnas que sostenían el techo abovedado parecían haber sido forjadas con oro puro, con sus superficies brillantes captando y reflejando cada rayo de luz. El suelo, también de un blanco inmaculado, estaba tan perfectamente pulido que actuaba como un espejo, devolviendo los reflejos de todos aquellos que osaban caminar sobre él.En el centro de esta maravilla arquitectónica, una suntuosa alfombra roja se extendía como un camino real, guiand
La revelación del Rey Theodor cayó como un rayo sobre los presentes, dejándolos atónitos. Sus mentes, incapaces de procesar por completo la magnitud de lo que acababan de escuchar, se llenaron de preguntas y dudas.—Pero ¿cómo fue posible? —preguntó Aelina, con su voz apenas un susurro, lleno de incredulidad y horror.Theodor, con un suspiro que parecía contener el peso de los siglos, comenzó a explicar:—El Caos Primordial necesitaba un cuerpo para habitar, para tener "forma". No requería mucho, solo una chispa de vida. Así que aprovechó ese pequeño Caos que todos los guardianes de la luna llevaban dentro de sí. Cuando Lyanna y yo consumamos nuestro matrimonio, esa unión... mi poder se mezcló con el de ella, o, mejor dicho, con la vida que habíamos creado: nuestro hijo. Ese fue el ingrediente que el Caos necesitó —hizo una pausa, con sus ojos nublados por el recuerdo—. En el momento que Lyanna dio a luz, no fue un bebé lo que llegó al mundo... sino un espectro de sombra...Sin previo
En aquel momento crucial, Valdimir, Aelina y Erik permanecían inmersos en los recuerdos del Rey Theodor, viendo esos eventos del pasado que se desarrollaban frente a ellos como una obra de teatro etérea. El fondo mostraba a Theodor, más joven, atractivo y lleno de esperanza, consolando a una Lyanna vulnerable y temerosa luego momentos después de que la Sombra Voraz la poseyó. Sus palabras, llenas de convicción, se escuchaban en el entorno mientras decía:—Todo estará bien, mi amor —consolaba Theodor joven —. Esto que estamos enfrentando, por terrible que parezca, lo superaremos juntos. Lucharemos hasta el final, sin importar el costo.Mientras la escena se desvanecía lentamente, Theodor, ahora anciano y sabio, retomó su explicación sobre "la siguiente fase", aquello que vendría después de haber enfrentado a la temible Sombra Voraz.—Como ya les he dicho, la Sombra Voraz —comenzó el padre de Aelina con su voz grave y llena de conocimiento —es una manifestación del Caos primordial. Y el
Theodor, con un gesto de su mano, alteró la escena que presenciaban. De pronto, la perspectiva cambió drásticamente. Ya no se encontraban observando la batalla desde lo alto de la imponente estatua del dios del sol, sino que ahora estaban inmersos en el corazón mismo del conflicto. A pesar de estar rodeados por el caos y la destrucción, su presencia era etérea, como la de fantasmas silenciosos que no podían interferir en los eventos que se desarrollaban ante sus ojos.En medio del tumulto de la batalla, Theodor dirigió su atención hacia un joven guerrero de cabello rubio que luchaba en primera línea.—Él es Julius, mi primogénito, el primer hijo de mi linaje —explicó Theodor, con su voz teñida de una mezcla de orgullo y pesar.Valdimir, Aelina y Erik observaron al muchacho con asombro. Julius se movía en el campo de batalla con una gracia y habilidad sobrehumanas, su espada de luz parecía cortar el aire mismo con precisión letal, acabando con sus enemigos sin aparente esfuerzo.—Su mad
Mientras observaban la escena que se desplegaba ante ellos, la atmósfera se llenaba de emociones encontradas. La frustración de Julius era evidente en cada uno de sus movimientos, en la forma en que sus ojos ardían con una mezcla de ira y desilusión. Por otro lado, la renuencia de Theodor se manifestaba en su postura rígida y en la forma en que evitaba la mirada de su hijo. El contraste entre ambos era tan marcado que parecía crear una barrera invisible entre ellos.Erik, con una voz que denotaba una profunda empatía, rompió el silencio:—Él estaba frustrado, mi antepasado —sus ojos reflejaban una comprensión que iba más allá de las palabras—. Yo también lo estaría en su lugar...El anciano Theodor, con una sonrisa amarga que hablaba de siglos de arrepentimiento, respondió:—Eso era precisamente lo que buscaba lograr —hizo una pausa, como si las palabras le costara pronunciarlas —. Como bien has dicho, nieto, yo quería que mi hijo hiciera el trabajo sucio por mí. Estaba esperando que é
AL DÍA SIGUIENTE: REINO HUMANO DE VIENTALIAPara ese momento, el alba despuntaba en el horizonte cuando el suntuoso carruaje que transportaba a la familia real se aproximaba a las puertas del Reino Humano. Los primeros rayos del sol, tímidos y dorados se filtraban por las ventanillas, mientras Valdimir, sentado erguido y alerta, mantenía su mirada fija en el camino que serpenteaba ante ellos. Sus ojos, del color del ámbar líquido, escrutaban cada detalle del paisaje que transitaban. Los densos bosques de pinos y robles que habían dominado gran parte del viaje comenzaban a dar paso a jardines meticulosamente cuidados, con setos recortados con precisión y flores que exhalaban sus fragancias al aire fresco de la mañana. Fue entonces que el alfa se dio cuenta que Theodor, hizo su “versión” menos esplendorosa pero sin dejar de ser imponente del reino de Tempus en el reino de Vientalia, era fácil darse cuenta juzgando por el paisaje que veía.«Ahora comprendo porque el reino de los humanos t
El silencio que los cubría por un momento fue roto por la voz potente y clara de un guardia real, quien desenrolló un pergamino ornamentado y proclamó con solemnidad:—¡Bienvenida la princesa heredera Aelina, primera en su nombre y futura reina del reino libre humano de Vientalia, acompañada por el príncipe Valdimir del reino de los lobos de Kolgrim, esposo de la princesa, y Arik, duque de Nevarra de Kolgrim, sobrino del príncipe Valdimir!Un murmullo de asombro recorrió a los presentes. Erik, ahora conocido como Arik, sintió que el estómago le daba un vuelco al escuchar su nuevo título. Sus ojos color ámbar, inquietos, recorrieron la multitud hasta encontrar a su abuelo.Theodor, el Rey de Vientalia, se erguía en el centro del patio. Su figura imponente, envuelto en su atuendo real y con una corona de hierro y zafiros sobre sus cabellos plateados, irradiaba poder y sabiduría. Al cruzar su mirada con la de Erik, una sonrisa enigmática se dibujó en su rostro curtido por los años. Le gui