¡Mataron a la chamuca! ¿Que pasará ahora, realmente están fuera de peligro? ¡Eso lo descubriremos en el proximo capitulooo! gracias por leer, comentar y dar me gusta al capitulo adioos!
El amanecer se filtraba tímidamente a través de las agrietadas ventanas del castillo en ruinas, bañando con su luz dorada las paredes desgastadas por el tiempo y la oscuridad. Aelina, Valdimir, Erik y Nikolai, exhaustos pero victoriosos, contemplaban cómo los primeros rayos del sol disipaban las sombras que por tanto tiempo habían plagado El Vacío. La maldición de la Sombra Voraz había sido finalmente derrotada, y con ella, Irina, su última portadora.El antiguo palacio, testigo silencioso de incontables horrores, parecía ahora más frágil que nunca. Sus muros, antaño imponentes, se estremecían con cada soplo de la brisa matutina, como si el peso de los siglos hubiera caído sobre ellos de golpe. El polvo se desprendía de las piedras, flotando en el aire como diminutas estrellas, recordándoles la fragilidad de su refugio temporal.Conscientes del peligro inminente, el grupo se apresuró a abandonar la estructura, adentrándose en un mundo que despertaba de un largo y turbulento sueño. Sus
Aelina, con la emoción brillando en sus ojos, rompió el silencio que los envolvió luego de las palabras de Valdimir:—Iremos a mi reino —declaró con voz firme, mientras su mirada recorría los rostros de sus compañeros—. Yo soy la princesa heredera del reino humano, y Valdimir —giró hacia su esposo, con su voz suavizándose al pronunciar su nombre —es el príncipe de Kolgrim. Su sangre y linaje son puros a pesar de todo.La joven reina, ahora convertida en princesa una vez más, tomó la mano de Valdimir, entrelazando sus dedos en un gesto que hablaba del amor que le tenía.—Él es mi esposo —continuó, con un tono de voz lleno de orgullo y afecto—, y tenemos dos hijos... príncipes herederos, mitad humanos y mitad lobos. Nuestro matrimonio significa unión y paz para ambos reinos. Lobos y humanos, juntos.Mientras su madre hablaba, Erik había invocado su magia de mediador del tiempo observando con fascinación cómo los hilos del destino se entretejían ante sus ojos, formando patrones nunca ante
Valdimir, Aelina, Nikolai y Erik emergieron del espejo mágico finalmente. El viaje a través de El Vacío los había dejado exhaustos, con sus cuerpos algo adoloridos por el extenso viaje y sus mentes saturadas de emociones encontradas. A pesar del cansancio, la alegría seguido de un hilo de esperanza persistía en sus corazones, alimentado por la promesa de un nuevo comienzo.Sin embargo, cuando ya salieron del espejo y se encontraban en el aposento que lo protegía, se dieron cuenta como aquel lugar que era como un santuario de silencio y secretos, ahora bullía de actividad. Sin mucho esfuerzo, se podía sentir una tensión en el aire, tan denso que casi podía cortarse con un cuchillo. La familia real ahora se encontraba rodeados por una docena de guardias reales, con sus armaduras oscuras reluciendo bajo la luz mortecina del par de candelabros de la habitación del espejo. Entre ellos, destacaba la figura del tesorero real, Gregor, un hombre lobo de mediana edad con ojos astutos y dedos man
El tintineo de las espadas al enfundarse y el crujir de las armaduras al relajarse llenaron la habitación. El ambiente, que antes estaba repleto de hostilidad, ahora comenzó a suavizarse gradualmente. Aelina, con el pulso acelerado y las palmas sudorosas, dio un paso al frente. Sus ojos, una mezcla de miedo y firmeza, se clavaron en Nikolai.—Nikolai, en lo profundo de tu ser, sabes que Valdimir no actuó sin motivos —musitó Aelina, en un susurro apenas audible, pero impregnado de emoción—. Y si lo deseara, podría usar mi magia para retroceder el tiempo y dejarte atrapado en ese reino antiguo por toda la eternidad —declaró la pelinegra señalando el espejo.Luego de decir esa clara amenza, los guardias, indecisos, apretaron los mangos de sus espadas, divididos entre su lealtad al rey recién liberado y el temor al poder mágico de la reina consorte del rey ilegítimo.Valdimir, observando la escena con ojos penetrantes, intervino. Su voz, aunque tranquila, se escuchó con una autoridad i
3 DIAS DESPUES REINO DE KOLGRIM La coronación de Nikolai como legítimo Rey de Kolgrim superó todas las expectativas de Valdimir, Aelina y Erik. El evento se convirtió en un espectáculo deslumbrante que quedaría grabado en la memoria colectiva del reino por generaciones.El anfiteatro de la ciudad capital, elegido como escenario para tan magno acontecimiento, bullía de vida y color. Sus gradas de piedra, normalmente austeras, se habían engalanado con tapices de seda bordados con hilos de oro y plata, representando las hazañas legendarias de los antiguos reyes de Kolgrim. El aroma de incienso y flores frescas impregnaba el aire, mezclándose con la excitación palpable de los miles de ciudadanos que se habían congregado para presenciar el ascenso de su nuevo monarca.Nikolai, ataviado con una túnica de terciopelo azul noche salpicada con bordados en oro y diamantes incrustados, avanzó por el pasillo central con paso firme. Su rostro reflejaba una mezcla de solemnidad y anhelo, consciente
Theodor observó a Valdimir con una mirada penetrante, le agradaba ver como él había llegado a esa conclusión tan rápido, pero luego se acercó a ellos con pasos lentos y deliberados. Conforme el Rey Humano se acercaba, el aire en el limbo del tiempo detenido pareció llenarse de una extraña mezcla de ansiedad y temor mientras el padre de Aelina se aproximaba.Su hija Aelina, con la voz temblorosa por la conmoción, se dirigió a su padre:—No... no logro comprender. ¿Es cierto lo que dice Valdimir? ¿Tú eres... eres realmente ese Rey del antiguo reino? ¿Cómo es posible? ¿Significa que durante todo este tiempo has sido tú quien poseía la magia del tiempo?Theodor, ahora frente a ellos, los miró a todos con una expresión que mezclaba sabiduría y un dejo de tristeza. Sus ojos, de un azul profundo, parecían contener siglos de secretos.—La magia del espejo y la magia del tiempo provienen de mí, Aelina, no de tu madre. Tu madre, Livia, era una humana común y corriente, tu misma llegaste a la ded
En los recuerdos de Theodor, las imágenes del pasado se desplegaban como un tapiz vívido y resplandeciente. Ahora se encontraban en el corazón del antiguo reino de Tempus, aquel lugar de ensueño que, tras el paso fatal de los siglos, se convertiría en lo que hoy se conoce como El Vacío. Pero ahora, en esas memorias del pasado, el padre de Aelina, con un brillo nostálgico en sus ojos, los guio por las calles empedradas de la ciudad, invitándolos a sumergirse en la maravilla de un mundo donde la magia fluía tan libremente como el aire que respiraban.Las avenidas se agitaban llenas de vida y color, pobladas por seres de apariencia humana que portaban en su interior el don extraordinario de la magia. Cada rincón de Tempus era un testimonio del poder de la luz, que sus habitantes manipulaban con una naturalidad pasmosa para llevar a cabo las tareas más cotidianas. Algunos se elevaban grácilmente sobre el suelo, desafiando la gravedad con una elegancia que dejaba sin aliento a Erik, Valdimi
En aquel instante, Theodor los transportó a uno de sus recuerdos más preciados. Se encontraban dentro del palacio, en el majestuoso salón del trono, un lugar que dejó a Erik, Aelina y Valdimir boquiabiertos ante su deslumbrante magnificencia. La luz que se filtraba a través de los vitrales parecía provenir de otro mundo, bañando todo el recinto con un resplandor dorado que le otorgaba un aura casi mística.Las paredes, hechas del más fino mármol blanco pulido, reflejaban la luz como espejos, creando un efecto de amplitud sobrecogedor. Las imponentes columnas que sostenían el techo abovedado parecían haber sido forjadas con oro puro, con sus superficies brillantes captando y reflejando cada rayo de luz. El suelo, también de un blanco inmaculado, estaba tan perfectamente pulido que actuaba como un espejo, devolviendo los reflejos de todos aquellos que osaban caminar sobre él.En el centro de esta maravilla arquitectónica, una suntuosa alfombra roja se extendía como un camino real, guiand