Narra Adriana:
El ambiente en el interior del auto de Jeremiah es ligero desde que salimos de casa. Está de buen humor y nos la hemos pasado bromeando sobre su abuelo y mi madre, cada uno, adorable a su manera.
—¿A dónde dices que iremos? — pregunto cuando se detiene en uno de los semáforos del centro.
—A un lugar especial — es todo lo que responde.
—Espero estar vestida para la ocasión — digo dudando de si mi atuendo es muy informal, aunque el suyo es parecido, en los hombres todo pasa desapercibido.
—Estás perfecta — me sonríe — ¿Tienes hambre?
—Todo el tiempo, hoy solo he comido un sándwich.
—Ah, pues pronto solucionaremos eso — promete conduciendo con soltura.
Debo admitir que su auto nada tiene que ver con el mío. El comfort es del cielo a la tierra, sin co
Narra Adriana: La casa de Jeremiah es más un pent-house que un apartamento común. Ubicado en uno de los mejores barrios de la ciudad, en el último piso de un enorme edificio, está la residencia de mi novio falso. Hemos llegado hasta aquí, conscientes de lo que va a suceder, es más, ambos deseándolo.—¿Te gustaría algo de tomar? — pregunta tan pronto entramos.Yo asiento y él se dirige al carrito de bebidas a un lado de la sala, mientras me aprovecho para contemplar el lugar. El suelo de granito oscuro inmaculado, un ventanal con una vista de la ciudad que quita el aliento. La mayoría de los muebles son de piel oscura y en la sala, a un lado, tiene una colección de cuatro guitarras diferentes que van desde acústicas a eléctricas. Lo demás es sencillo, frío, genérico, propio de un lugar donde vive un
Narra Adriana: Me despierto con un reguero de besos en la espalda. Estoy un poco desorientada y me toma unos segundos entrar en consciencia, pero de inmediato caigo en cuenta de que no estoy en mi habitación, dado que el espacio es mucho mayor al mío.—Adriana… — su voz ronca se escucha en la penumbra y me giro para verle.Tiene el pelo y la barba revueltos, una sonrisa amplia en los labios, invita a probarlos.—¿Pasa algo? — digo alertada, afuera todavía está oscuro.—No, pero no he terminado contigo aún, así que espero que hayas descansado, porque la noche apenas empieza.Sin dejarme reaccionar, se lanza por mi boca otra vez. Nos besamos con pasión y me sorprendo a mí misma al notar el deseo crecer en mí, si hace poco esta dormida. A oscuras, se cuela debajo de las mantas hasta que su cuerpo queda encima del
Narra Jeremiah: El hotel Royal es uno de los lugares más prestigiosos y demandados de toda la ciudad, por eso, conseguir un espacio en uno de los salones para celebrar la fiesta de compromiso no fue tarea fácil, sin embargo, el uso de mi apellido, de mis influencias y de mi seductora voz, me ha abierto las puertas necesarias para poder lograr mi objetivo. Hoy es sábado doce de septiembre y todo está perfectamente arreglado para la fiesta. He contratado a una organizadora de eventos que, complaciendo todos los deseos de mi prometida, se ha encargado de que todo marche sobre ruedas, sin la necesidad de que ella tenga que estresarse por nada.Hace más de dos semanas que estoy saliendo con Adriana y debo decir que con ella todo es asombroso, el sexo es subliminal, la mujer es una diosa en la cama y solemos vernos dos o tres veces por semana. A diferencia de lo que creí inicialmente cuando leí el te
Narra Adriana: El salón es exquisito, todo está perfectamente decorado, justo como la Emma, la organizadora de eventos prometió. Jeremiah ha invertido mucho dinero en esto, por lo que era de esperarse que nada estuviera fuera de lugar, sin embargo, no puedo negar que me da cierta tristeza saber que todo el esfuerzo invertido en esto es en vano, porque al final es una farsa.Me acerco al señor Johnson y le saludo con un abrazo.—¡Querida! Estás preciosa, aunque seguro te lo han dicho ya muchas veces.—Gracias, señor Gogo. Usted también muy guapo. Veo que ha conocido ya a mi madre.—Por supuesto, solo una mujer tan guapa como ella podría dar una hija como tú.Mi madre y yo reímos al mismo tiempo.—Les dejaré para que conversen, iré a saludar a algunos amigos.Me dirijo a mis compañero
Narra Jeremiah: Veo a Daniela parada en el podio y mi corazón se acelera. Esta mujer es una caja de sorpresas, y lo último que podría imaginarme era que, a parte de que estaría en la fiesta, tendría el valor de tomar la palabra para hablar en frente de todos. Después de su amenaza en la cafetería, supe que debía andar con paso fino para no cometer ningún error, por eso, contacté a un abogado fuera del bufete que trabaja para nosotros, con el fin de que no se supiera la naturaleza del acuerdo entre Adriana y yo.Todos los ojos están puestos sobre ella y mi mayor temor es que haya descubierto el contrato que firmamos y lo hago público aquí. Sin embargo, no puedo ir como un salvaje y arrebatarle el micrófono, porque eso me dejaría muy mal parada ante los ojos de mis amigos y los de Adriana.—¿Qué piensa hacer? &mdas
Narra Adriana: Tan pronto entramos a una de las puertas del pasillo del hotel, Jeremiah se apodera de mi boca con frenesí y yo me entrego gustosa.—Estaba volviéndome loco después de tres días sin verte.Sus manos se cuelan por debajo de mi vestido y me arranca la ropa interior con fiereza. Esto va a ser rápido, lo sé, pero yo también le deseo. Estos días han sido una locura y no nos hemos podido ver. He estado yendo con mi madre al hospital, exámenes en la escuela y a eso, el hecho de todo lo que implicaba esta fiesta.—Van a preguntarse dónde estamos — replico pensando en los invitados.Tengo los ojos cerrados y le dejo besarme, igual o más excitada que él.—Que esperen. No sabes la falta que me hacías.En la penumbra, le escucho desabrocharse la cremallera y en un segundo lo tengo dentro de m
Narra Jeremiah: Miro a Adriana dormir tranquilamente en el asiento del copiloto. Luego de varias horas de camino, ha quedado rendida y no he querido despertarla. Tras una fiesta que ha sido una montaña rusa de altas y bajas, vamos de camino a la playa de Driftwood, en la isla Jekyll. He rentado una hermosa cabaña en la costa de la isla, para que ella y yo pasemos unos días de relajación. Sé que no debería estar haciendo esto, es algo que haría algo una persona enamorada, pero mis intenciones son meramente carnales. Con su trabajo y el mío, el cuidar de su madre y yo de mi abuelo, ha complicado que nos podamos ver en los últimos días, por eso necesito poder dedicarme a ella en cuerpo y alma. Le he puesto por encima de los hombros mi chaqueta para abrigarla y sonrío cuando se mueve en el asiento murmurando algo. Por suerte, estamos a unos minutos de nuestro destino. Al llegar al complejo, me estaciono en el aparcamiento y apago el motor, espe
Narra Adriana: No hay nada más romántico que hacer el amor en la playa. Para mí, ese ha sido mi sueño desde que era jovencita y nadie nunca me había dado el placer. Sin embargo, viene este tipo que no quiere enamorarse, y mucho menos enamorarme a mí, con un viaje planeado por él, con ropa para mí que empacó él, lo que hace muy difícil resistirme. Por eso, tan pronto me ha propuesto bañarnos juntos, he accedido, segura de que, bien podría pedirme lanzarme de un paracaídas y le diría que sí, totalmente bajo su hechizo.Desnuda frente a él, no siento vergüenza ni tapujos, no siento más que el enorme deseo de hacerle mío. Así que me lanzo por su boca mientras comienzo a desvestirle.—Te deseo — ahora soy yo quien tiene prisa, quien está ardiendo de ganas.—Aqu