Stefano se dio cuenta de lo que estaba haciendo y saltó apartándose del hombre, espantado, mientras se recriminaba “¿Qué m****a es esta? ¿Por qué carajos voy a sentir corrientazos por un tipo? ¿Acaso tú eres maric0?”, se dijo mentalmente preocupado.
—¿Puedo saber qué hace aquí? —interrogó alejándose