El sol estaba bajo en el cielo cuando Brenda y Karl llegaron a las islas griegas. El azul del mar bajo sus pies, el verde intenso de las montañas a lo lejos, la brisa cálida y fragante... todo ello se combinaba para crear una sensación de paz y asombro. Los esposos se pararon en un saliente rocoso
Karl le acarició el cabello que caía a su alrededor como una cascada dorada, los brazos del hombre se extendían sobre ella, llevándola cada vez más profundo en un abrazo tierno y apasionado. Su piel se arqueaba con placer a medida que sus labios recorrían cada centímetro de su cuerpo. Sus sentidos
Universo Ferrari.1. Tu cruel amor 2. No sabía que eras tú 3. Empezar de nuevo 4. Venganza equivocada 5. Amor inesperado (está dentro de Venganza equivocada). 6. Una mujer excepcional 7. Rinascere 8. Tras tus huellas 9. Mujer prohibida 10. Reconquistando a mi ex 11. El precio de un error.
Sandro Hamilton, era el mejor piloto de carreras del mundo, sus hazañas solo eran comparables con las realizadas en su oportunidad por el mejor piloto de todos los tiempos, el gran Taddeo Ferrari, quién ya se había retirado unos años atrás del mundo de las carreras, aunque seguían manteniendo la pro
Carlotta cuando bajó vio al guardia de seguridad que la miraba con lástima al mismo tiempo que negaba con la cabeza.«Pinche viejo, alcahuete, seguro sabía de todas las andanzas del malparido ese y no dijo nada y ahora viene a mirarme a mí con lástima, no sé por qué no va y le tiene lástima a su mad
El rostro de Carlotta palideció, parte de su borrachera se esfumó como por arte de magia, porque las palabras del hombre tuvieron el mismo efecto de un balde de agua fría, intentó serenarse y hasta pararse firme para dar una imagen de seguridad que estaba muy lejos de sentir en ese momento, no solo
Cuando Mike Hamilton caminaba hacia el salón de seguridad a observar las cámaras para verificar lo sucedido, sonó su celular, al ver la pantalla que se trataba de su madre la atendió de una vez. —Aló mamá, ¿Pasó algo? —interrogó con preocupación. —¡No sé qué hacer! —sollozó la mujer con desesperac
Carlotta suspiró con resignación, mientras se daba de cachetadas mentales.«Ahora estoy aquí con un extraño adinerado, en un bendito avión que se dirige al otro culo del país, confiando que el hombre no vaya a salir asesino seriado y me deje sembrada en uno de estos parajes», se dijo mentalmente.Pe