Saludos...Alana Aguilar.
En ese momento, el lugar de la habitación poco a poco fue disminuyendo, con dos luchadores tan grandes, llenos de rabia y fuera de control cualquier espacio se disminuía ante su magnitud.De forma visible cada uno de los músculos desgarrados en los hombros de Alfa líder comenzó a renovarse, moviendo los huesos para volverlos a encajar en el lugar correspondiente.A pesar del dolor casi paralizante que estaba consumiendo al alfa líder, una cosa estaba clara no permitiría que dañara a su rayito de sol.En ese momento, Franco lleno de rabia y consumido por el deseo de venganza se arrojó en contra del Alfa Líder.Sus manos convertidas en garras buscaban de forma desesperada dar con la vena cava del contrincante.A pesar de no tener sus brazos con movilidad, Malcolm se esforzaba por bloquear o evadir cada uno de los ataques de Franco.Y lo estaba consiguiendo hasta que…En un momento de descontrol, Franco lanzó un hacha en contra del cuerpo inconsciente de Oleika enfocado justo a dar en su
Clara camina nerviosa alrededor de su habitación.“Hice lo correcto, sé que lo he hecho” pensaba ansiosa.La tensión en su andar era evidente, el espacio de la habitación se volvía cada vez más pequeño ante la inmensidad de su desesperación.En ese momento, la puerta de su habitación se abrió dejándole ver qué había llegado Franco.El cuerpo de Clara se erizó al instante, era momento de aclarar las cosas.— Ya lo hice —declara ella en tono firme deteniendo su andar nervioso y envarándose para verse más segura— ya me deshice de él, ya rompí cualquier lazo que nos unía, incluso —dijo tragando saliva— en este momento debe estar muy… muy lejos de aquí, lo expulsé como tú querías, lo hice en tiempo y forma.En ese momento Clara guardó silencio, se agarró las manos para detener el temblor que había empezado unos minutos antes, no se había dado cuenta que era la única que estaba hablando, la única que estaba justificándose y sobre todo, que Franco no pensaba cambiar su actitud prepotente que
Después de haberse aprendido de memoria cada uno de los registros que estaban dibujados y escritos en los pergaminos, Malcolm hizo una fogata y quemó cada pedazo de piel.— Nadie debería tener acceso a tanta información —dijo susurrándole las llamas que le recordaban aquella noche infernal.Oleika asintió con la cabeza estando de acuerdo.En ese momento Adaku quien observaba cada uno de los movimientos de los dos jóvenes se acercó.— ¿Qué haremos ahora?— cuestionó indecisa.El rostro decidido de Oleika se fijó en ella.— Quiero ir a tu aquelarre Luna plateada— declaró sorprendiéndola.— Sería un viaje largo— dice la anciana quien no está segura de poder llegar hasta el final— lleno de peligros no sé si sería buena idea arriesgarse.— Escucha— dijo que Oleika ya decidida— no está a discusión, sé que tu manada se concentra en la sanación potencializada por las olas del mar, que pueden curar casi lo imposible.Adaku asiente en silencio, sabiendo perfectamente qué era lo que quería decir
Año 1500En una noche oscura y llena de frio, en medio del bosque en el que cada quien debe luchar por mantenerse con vida, se llevaría cabo una lucha ensangrentada entre dos razas que solían coexistir con una superflua paz.Hombres Lobos y brujas.En específico un aquelarre… Leiia.El cual es uno muy especial, ya que son del linaje más antiguo de brujas, por lo tanto pueden obtener respaldo y poder de sus antecesoras.Un linaje que pasó de generación en generación, donde este don solo lo podían tener las mujeres, a los hombres se les trataba como seres inferiores. En medio del cambio de estación en época de celo los hombres lobos después de varias noches, comenzaron a desaparecer sin dejar rastro alguno, ninguna manera de localizarlos, sin cuerpos por identificar.A pesar de los intentos exhaustivos de los compañeros de manada, nada daba resultado.Hasta que una noche una información clave llegó a los oídos del alfa de la manada Garra dorada.— Hijo necesito de tu apoyo, no podemo
Actualidad— Solo quiero llegar a casa, hoy es el día, hoy es...— Se decía Oleika emocionada a pesar del cansancio que la consumía, con unos cuantos conejos en sus manos.Al tener veintidós años y no tener una loba, se sentía frustrada y sobajada por todos en la manada Brisa Nocturna, todos los integrantes de la manada cumplían una función.Cazar, construir, ser parte del servicio imperial o entrenar para ser guerreros, pero en cada una de las tareas la pequeña y frágil Oleika no podía llegar a término, siempre se agotaba y alguien más debía pagar por su ineptitud.Sin tener a su loba de apoyo físico y emocional, muchas de las cosas eran prácticamente imposibles para ella.Además de siempre ser vista con desdén y recibir malos tratos de muchas personas que la rodeaban.Golpes, desprecios, burlas, siempre mantenía la mirada en alto, sin importar lo difícil que fuera…Pero estaba dispuesta a ganarse su lugar en la manada.Por lo tanto había desarrollado distintas estrategias para compe
Cuando Oleika levantó la mirada, se encontró con su madre, quien la veía con determinación aunque siempre la había mirado de forma diferente a como lo hacía con su hermano, en este momento, ella le provocaba un escalofrío.— Mamá— Susurró ella al mismo tiempo que daba un paso hacia atrás discretamente.— Oleika, esta es mi recompensa para ti. La trampa que diseñaste es realmente útil.— Ella elogióAl oír esto, Oleika se levantó a pesar del dolor, levantó las flores en sus brazos y dijo— Mamá, estas son para ti. No están rotas.—¡Jajajaja! ¡Es tan estúpida! —Fraly agarró el ramo de flores silvestres y lo arrojó a sus pies—. ¿Todavía no lo entiendes? No eres más que una inútil. ¡Solo sirves para ser una esclava! Pero no te preocupes, hemos encontrado un comprador para ti.Provocando que Oleika cayera en el suelo después del impacto, un escalofrío contundente la atravesó por completo.— ¡Ah! pero ¿por qué?— Cuestionó Oleika al mismo tiempo que buscaba la mirada de su madre, pero lo que
La noche arreció y Oleika sentía mucho más frio, la jaula estaba llena de mujeres lobas, a pesar de estar en horribles condiciones, seguramente eran más fuertes que ella.De manera discreta se acercó a la loba que tenía a su lado y en cuanto tocó su piel un escalofrío satisfactorio la recorrió.Después de sentir que casi se congelaba un poco de calor era solo una esperanza en medio de tanto dolor.Pero el descanso duró poco, un golpe fuerte la hizo que se impactara de lleno con uno de los barrotes que tenía a su lado.— ¡Ah! — Gritó ella ante el dolor del impacto.— Aléjate de mí— ordenó la loba, quien a pesar de encontrarse en las mismas condiciones que ella, siendo una esclava, amarrada de manera humillante, la veía con superioridad.— te… tengo fri… frio— tartamudeó la chica.— ¡Silencio!- Gritó uno de los guardias que custodiaban la jaula.Un momento después Oleika apretó los dientes para no gritar, acababa de recibir una cubeta con agua helada como castigo, si sentía que le dolía
El clima se siente perfecto, los rayos del sol son de la temperatura idónea para sentirlos sobre la piel.— Patrick te he extrañado demasiado— Le dice Oleika con una sonrisa en el rostro al verlo llegar desde la densidad de los pinos— mira nuestro pequeño cachorro ya puede hablar.Un niño pequeño de poco más de un año, idéntico a Patrick está jugando con unos juguetes que Oleika le había hecho con sus propias manos.Oleika se siente feliz, en su cabaña llena de flores y con mucho amor.Su mate la abraza y la besa con mucha pasión y ella no puede evitar suspirar al no poder contener tanta felicidad en ella.Entre sus brazos se sentía plena y segura.De pronto escucha una palabra que la desconcierta.— ¡A todos, arránquenles el corazón! — ese grito hace que Oleika cierre los ojos impactada por lo que escucha y el tono tan grueso de la voz, pero gira la mirada y no nota nada distinto.La mirada de Patrick es alegre y su sonrisa es grande. ¿Se lo estaría imaginando?— ¡AH! ¡Maldito!— De n