Dmitri se rascó la nuca.-La verdad es que en esos días estábamos muy estresados con el tema de la reorganización de las manadas y demás y se me olvidó que mi celo estaba muy cerca. Recuerdo que me sentía algo mal, pero estaba tan ajetreado que realmente no lo asociaba, sin embargo...--Esa noche Dmitri me dijo que me quedara en la habitación que nos habían dado a cada uno en la manada de hierro- Matías lo interrumpió sabiendo que los recuerdos del gemelo eran algo confusos en ese tiempo- Él dice que fue su culpa, pero yo fui el responsable de que esto comenzara- bajó la cabeza avergonzado- Había notado que no se había sentido bien en todo el día por lo que quería ayudarlo, pero me ordenó que me quedara en la habitación. Yo... lo desobedecí solo porque me había molestado que su tono se pareciera al de mi padre cuando me ordenaba algo-El pulgar de Dmitri acariciaba la piel de su mano en un suave masaje. Ese día sabía que casi le había gritado solo porque sabía que lo atacaría si seguí
Todos decían que Lucian era al alfa y lobo más fuerte de todos lo que existían en ese momento. Líder del Consejo, alfa de la manada más grande de la zona. Con apariencia destacable. En fin, el mejor espécimen de su especie, pero lo que pocos sabían era que Lucian solo mostraba su fuerza real cuando dejaba salir por completo su parte salvaje y esta tomaba todo el control de su cuerpo.Como ahora que tenía al lobo que había marcado contra la cama, presionado con su cuerpo para que no pudiera escapar y devorando sus labios y boca como el mejor manjar que hubiera probado antes. Las pequeñas manos, las tenía retenidas a cada lado de la cabeza de este mientras entrelazaba sus dedos y lo envolvía con su olor en una densa bruma.Aidan era de él. Solo de él.Y Aidan jadeó en un momento que sus labios fueron soltados con un sonido húmedo que daba vergüenza. La piel le ardía, estaba seguro que estaba sonrojado. Y a pesar de que sabía que tenía que poner distancia pues conocía las consecuencias q
-Escúchame Aidan- decía el lobo de ojos violáceos mientras cargaba a su cachorro en su regazo, y le acariciaba la cabeza después de una agotadora jornada de entrenamiento- Cuando necesites controlar a un lobo sin necesidad de usar tus poderes, pues usa tus cualidades--¿Cualidades de que tipo ma? ¿Cómo hago eso? ¿Funciona?- el cachorro miró hacia arriba el rostro de la reina de la manada.Un leve bufido se escuchó entre los dos.-Sí que funciona cachorro- le tocó la nariz a su hijo- Cuando tu padre está en celo y es demasiado intenso para mi simplemente hago esto y puedo dormir unas cuantas horas más, al igual que él--Walama ma, esos no son temas de conversación para un cachorro chiquito como yo- el menor hizo un puchero.Lukyan besó la frente de su pequeño con cariño.-Lo sé, pero creo que es necesario que lo sepas pues nunca se sabe y más para ti que tienes en la mente lo que quieres-Aidan sonrió....«Pues si ma, tienes razón, gracias por compartirme eso en ese momento»Era el mo
Aidan arrastró a Victore hacia su habitación y lo lanzó hacia su cama. Cerró la puerta tras su espalda y se recostó en esta.-Habla, cuenta todo- le exigió con el ceño fruncido.Ante el cambio de actitud del lobo, Victore pestañeó y comenzó a reírse dejándose caer en la cama y aguantándose el estómago. Aidan en cambio no entendió que era tan cómico. Él no le veía la gracia a todo el asunto a su alrededor.-Príncipe- Victore se sentó y se secó una lágrima- No se preocupe, responderé todo lo que desees, pero primero sería mejor que se cambiara de ropa. Si de casualidad a mi alfa le da por pasar por aquí y lo ve en esas fachas y conmigo sentado aquí, por mucho que huela a él, pensará cosas erróneas y me castrará, y me gusta mucho el sexo como para perder mis hermosos amiguitos allí abajo-La forma obscena con la que el lobo dijo eso incomodó a Aidan que después de revisarse de arriba abajo y querer pensar que no estaba sonrojado caminó en dirección al baño.-Si salgo y no estás te buscar
Victore se rascó la mejilla intentando buscar una forma fácil de decir lo próximo.-Como verá, esto es algo delicado, pero ya que por lo que veo la parte salvaje de nuestro alfa está interesado en usted como que no debería callármelo. Solo no diga que yo lo mencioné- se puso el dedo en la boca como que guardara silencia- A ver no sé cómo es la cuestión a detalle, pero por lo que oí por parte de su padre Dante, es de cuando era cachorro. Lucian no pudo controlar su parte salvaje cuando era pequeño por lo que no se fusionaron correctamente-Aidan pestañeó lentamente. Ellos eran lobos. Los primeros años de vida eran los más importantes en su crecimiento donde desarrollaban sus instintos y su personalidad se formaba. Él nunca tuvo problemas para dominar su parte salvaje que era la que le indicaba cuando matar y cazar, pero siempre había excepciones.-La parte salvaje de Lucian es realmente fuerte pero su parte racional también lo es por lo que, aunque conviven juntas la mayor parte del ti
-¿Se puede saber qué estabas haciendo?- la voz grave de Lucian, como esperó Aidan, retumbó en la habitación y se vio obligado a cubrir sus sensibles oídos. Después escuchó un gruñido y seguido un chasquido de su lengua.Aidan volvió a alzar la cabeza con duda. ¿No le iba a decir más nada? Normalmente Lucian era de aquellos que solía dar cantaletas largas, regañándolo por cada pequeño detalle que hacía que le sacara una cana por segundo, pero lo que vio hizo que sus brazos cayeran a los lados de su cuerpo. Los ojos azules de él estaban fijos en su rostro, y la miraban con ¿qué? No podía definirlos, pero ahora eran menos turbios que antes.El lobo más joven pestañeó confundida.-Solo me resbalé- y fue lo único que pudo responder en voz baja ante su nivel de aturdimiento.El alfa suspiró cerrando los ojos como tomándose un tiempo para calmarse y se apretó el entrecejo. El brazo de él todavía lo apretaba fuerte por la cintura casi fusionando sus cuerpos. Arrugó la nariz cuando cierto olor
Lucian aflojó el agarre y dejó que él se alejara oyendo que él se quejaba un poco mientras gateaba para poner distancia de él. El vacío que se creó entre sus brazos le pareció incómodo. Era como esa mañana cuando había despertado solo sobre la alfombra sin comprender que hacía ahí. -¿Qué quieres?- se corrió el cabello por detrás de la oreja. -Lo primero necesito algo para escribir- Aidan habló decidido -¿Quieres m
Ante el fuerte gruñido que hizo temblar todo el piso Aidan pestañeó varias veces y alzó una ceja. Vaya, esto era nuevo.-¿Lucian, de seguro te sientes bien? Estás muy extraño hoy- cruzó los brazos delante de su pecho- Y no me gruñas así, estoy a tu lado, no del otro lado de la manada-El alfa se giró con el ceño fruncido y la punta de sus colmillos sobresaliendo del borde de sus labios.
Último capítulo