Lucian aflojó el agarre y dejó que él se alejara oyendo que él se quejaba un poco mientras gateaba para poner distancia de él. El vacío que se creó entre sus brazos le pareció incómodo. Era como esa mañana cuando había despertado solo sobre la alfombra sin comprender que hacía ahí.
-¿Qué quieres?- se corrió el cabello por detrás de la oreja.
-Lo primero necesito algo para escribir- Aidan habló decidido
-¿Quieres m
Ante el fuerte gruñido que hizo temblar todo el piso Aidan pestañeó varias veces y alzó una ceja. Vaya, esto era nuevo.-¿Lucian, de seguro te sientes bien? Estás muy extraño hoy- cruzó los brazos delante de su pecho- Y no me gruñas así, estoy a tu lado, no del otro lado de la manada-El alfa se giró con el ceño fruncido y la punta de sus colmillos sobresaliendo del borde de sus labios.
Uno de ellos frunció los labios por la interrupción, era un momento importante de la conversación y él necesitaba respuestas. Mientras que el otra sonrió ampliamente, una sonrisa que estaba lejos de ser ficticia.Aidan, con agilidad se desenvolvió de los brazos de Lucian y salió corriendo, como si fuera un cachorro en dirección al lobo recién llegado y de un salto se subió encima de él. Lo abrazó con fuerza y sus piernas se envolvieron en su cintura.-No esperé este recibimiento, pero estoy también feliz de verte- el lobo sonrió y dio un sonoro beso en la mejilla del más joven.Lucian se acercó lentamente hacia ellos dos para ser enfocado por no dos orbes plateados, sino por cuatro.-Hola Dmitri-Dmitri, Comandante de la manada de plata, hermano de Dante y tío del lobo en sus brazos apretó más a su sobrino haci
En cuanto Dmitri se había levantado de la cama Aidan se había despertado. Siempre ocurría. Le costaba mucho mantener el sueño estando solo a menos que fuera la cama de Lucian donde increíblemente él podía irse y aun manteniendo el olor en las sábanas, lo de dejaba en una atmósfera embelesadora. Aun así, no dijo nada y esperó a que su tío le diera un beso en la mejilla para despedirlo solo con un sonido de la garganta.Estaba agotado después de todo. No se arrepentía de dormir con su tío solo... que no era lo mismo. Cuando estaba junto a Lucian todos sus poderes y voces en su cabeza se quedaban paralizados por lo que apenas cerraba los ojos caía en un sueño profundo y silencioso. Claro, siempre y cuando no era despertado a mitad de la madrugada por cierto lobo salvaje.Lentamente se levantó de la cama y estiró su cuerpo. Miró los papeles que el mismo Lucian le había llevado el día anterior, así como la caja que su tío le había traído. Caminó hacia él y la abrió viendo las piedras rojas
Lucian no puso evitar abrir los ojos y que su respiración se detuviera un momento.-Aidan... tu... cabello- más de una vez había enredado los dedos en las suaves fibras y la sensación era sumamente agradable, además que olía bastante bien. No le quedaba mal el corte, todo lo contrario, resaltaba aún más sus fracciones, solo que... lo había cortado de repente.El lobo se tocó las puntas con desinterés deteniéndose delante de ellos. Litus abrió varias veces su boca para después cerrarla sin que saliera ningún sonido cuando por fin pudo hablar.-Estar al lado de Lucian tanto tiempo te ha vuelto loco ¿verdad?-Aidan alzó una ceja.-tengo rostro de estar loco o de estar jugando. Hablo en serio. Necesito que liberes mis emociones. Sino lo haces tú buscaré alguna forma de hacerlo. No me importa hacerme daño en el proceso-Litus no lo podía creer. Primero le parecía estar escuchando al mismo Dante hablando. En segundo este lobo le hablaba como si él no fuera un alfa que tuviera autoridad. Estar al lado de Lucian definitivamente le estaba haciendo daño.-Me niego- dijo cruzando los brazos delante de su pecho- Eres muy cachorro y muy inestable. La razón por la que se sellé tus emociones fue para que tus poderes se controlaran además de poder prologar tu vida. Tienes idea del desastre que puede ocurrir ahora sin esa limitante--Soy consciente de ello. Lo he pensado, pero necesito precisamente quitarme esa limitante para u88
Corrió rápido, tuvo que hacerlo. Aidan era ágil y se desplazaba con rapidez, aunque no con la fluidez de siempre. Había algo extraño. Lo sintió detenerse de golpe y él aprovechó para disminuir la distancia entre ellos lo más pronto posible.Aidan corría con su mente en blanco. Definitivamente eso era lo que necesitaba. Libertad, no estar en guardia. No...-Hola precioso- Lucian se había acostumbrado a las reacciones impredecible de Aidan, o eso creía él. Lo menos que se le pasó por la cabeza fue que el lobo lo fuera a besar y más en su estado. No era que lo fuera a rechazar, solo que la forma que él lo hacía era como si supiera hacerlo y muy bien.¿Dónde demonio había aprendido tanto?¿Con quién?No había sido con él.Sintió la ola de celos subir junto con la de excitación y ajustó su boca demandante contra de la Aidan e introdujo su lengua buscando la de él. Su mano apretó la nuca del lobo para no dejarle escapar. Sus sentidos se dispararon cuando sus lenguas se tocaron y hasta el vínculo entre ellos tembló.Lucian creyó que sus rodillas se doblarían allí dentro del río, pero se mantuvo fuerte. Fue un simple roce y tuvo que separar la cabeza para tomar aire, reconocía en parte que ocurría. Esa era la reacción de un macho hacia un lobo que se le acercaba el celo. Por suerte no había llegado todavía porque deseaba que su primera experiencia fuera lo má90
Sin desaparecer su sonrisa, el alfa recorrió el borde del rostro de Aidan depositando pequeños besos sobre la delicada piel. Fue bajando poco a poco hacia el cuello donde la vena latía desenfrenada y la punteó con sus colmillos. Un leve gemido salió de la boca del lobo más joven y Lucian reaccionó a este.Reprimirse no formaba parte de su naturaleza salvaje y rebelde. Prefería dar riendas sueltas a todos sus deseos, sobre todo cuando se trataba de sexo. ¿Sería Aidan capaz de seguirlo? Esperaba que sí, porque estaba realmente duro, quizás porque ya reconocía la atracción que tenía por el lobo. Lo que le preocupaba era si sería capaz de soportar su nudo en su interior, gracias al enlace no lo desgarraría y este se adaptaría, aunque no sería un proceso fácil y poco doloroso.Una de sus manos se desplazó hacia arriba apretando la leve masa de grasa sobre su pecho haciendo que esta se llenara un poco más y apretó el delicado pezón entre sus dedos. La espalda de Aidan se arqueó más no pudo