24

Lucian no soltó el cuello del cachorro. Sabía que se había equivocado, había hecho lo único que se había prohibido. La situación se le había ido de las patas y ahora que todo se aclaraba podía analizar los hechos con la mente más fresca. Bajó su cabeza aflojando levemente el agarre dejando que el lobo quedara completamente tendido en el suelo. El sabor dulce y a la vez metálico de la sangre estaba en todo su paladar, no era desagradable, era delicioso, pero no era tiempo para pensar en ello.

Los ahora suaves gemidos del cachorro llegaron a sus oídos. Los plateados ojos estaban ligeramente cerrados, pero estaba consiente. De su boca abierta salía pequeñas bocanadas de aire rápidas que hacían que el pecho de él se moviera agitado. Lucian no sabía si debía soltar todavía. El lobo se había calmado, pero no sabía hasta cuándo.

-Aidan- lo llamó en su mente.

Solo recibió un gemido lastimero, casi como un sollozo que le siguieron unos más. Lucian vaciló. Ya no luchaba para nada, estaba comple
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo