El plan inicial era que él, siendo el alfa consciente, haría a su lobo volverse loco y follarlo hasta que él perdiera la cabeza por completo, no que él le estuviera haciendo perder la cabeza a él. Lucian tenía cada músculo de su cuerpo tenso y se marcaban en sus brazos y pechos las venas, su erección palpitaba tan dolorosa que juraba que estaba de un peligroso rojo y más grande que lo que él la recordaba, y el maldito de su lobo solo seguía jugando con él. Llevándolo a la puerta de la locura para no dejarlo cruzar.Los ojos de Lucian picaban y sentía como el lobo dentro de él quería tomar el control y acabar con el lobo debajo de él y enterrado hasta la base enseñarle quien mandaba. Pero no, esa noche Aidan era de él, solamente de él y no dejaría que nadie arruinara eso. Por lo que enrolló su brazo alrededor de la estrecha cintura del lobo presionándolo contra su pecho a pesar de sentir un gruñido de él ya que limitaba sus movimientos.-Se acabó el juego, cariño, es hora de que tu lob
Su mano de Lucian acarició la nuca de Aidan donde estaba la marca temporal mientras buscaba de nuevo sus labios y usaba su sangre junto con el semen dentro de él que se filtraba levemente hacia afuera para sanar cualquier herida que la hubiera podido provocar y así aliviar su dolor. Estaba convencido que lo había desgarrado. Él estaba sumamente hinchado y grande estimulado por el celo de él y hasta se había corrido bastante, solo que no como lo hubiera hecho si lo hubiera anudado por completo. Al menos ahora tenía la paciencia para hacerle el amor sin tener que estar conteniéndose tanto.Y al parecer funcionó lo que estaba haciendo pues, poco después, Aidan se removió contra él y volvió el beso más intenso por él mismo. Sus lenguas se enredaron y la saliva se corrió por la barbilla del lobo. Él estaba tomando el control del beso… y de su cuerpo también. No pasó mucho tiempo para que Aidan se separara de él con el mismo brillo de antes y eso emocionó a Lucian.El lobo se enderezó lenta
Aidan sentía que se iba a desmayar.Había perdido la cuenta de cuantas veces se había corrido, la sábana debajo de él estaba húmeda y pegajosa, su interior hinchado y sensible, su pecho todo marcado, sus muslos apenas sin fuerzas y hechos un desastre, pero eso no fue impedimento para que el lobo detrás de él se detuviera.Lucian sostenía su cadera manteniéndola alzada mientras lo penetraba con la misma intensidad del inicio. Lo había puesto en todas las posiciones posibles durante tanto tiempo que ya no sabía qué hora era.Su conciencia estaba volviendo lentamente y podía ver algunos rayos de luz que entraban por las ventanas en lo alto de la habitación. Eso significaba que habían tenido sexo por bastante tiempo o él no estaría a ese punto, sin sentir ningún músculo de su cuerpo.Apenas ya podía gemir. Su garganta estaba carrasposa y ronca, sus ojos llenos de lágrimas y a pesar de todo eso se sentía tan bien, porque ahora ya no era el celo el que lo estaba dejando sin conciencia. Esta
Lucian abrió su boca dejando que sus colmillos soltaran la piel tierna e irritada que antes estaba en él. Bajo él, el cuerpo de Aidan se desplomó completamente inconsciente. No sabía cuánto tiempo había estado así, mordiendo su piel y marcándolo como suyo, pero su nudo ya comenzaba a ceder en el interior de él.Había sido intenso. Un celo corto como era el primero, pero más potente de lo que se imaginó. Lo mejor era que ahora su cachorro era completamente suyo. Aidan ahora era su compañero. Su futura reina y que estaría con él por el resto de su vida.Como no sentirse feliz por eso. Con una sonrisa comenzó a lamer su cuello ahora rojo y lleno de marcas de besos, mordiscos, arañados provocados por él. Ya no había rastro de la esencia de Kier por ningún lado. Se había asegurado de eso marcándolo tanto por fuera como llenándolo por dentro. El vientre de Aidan estaba ligeramente abultado y estaba seguro que le dolería después. No había sido precisamente todo lo gentil que hubiera querido
Una palpitación dura en la cabeza de Lucian hizo que el alfa gruñera nuevamente y un gemido salió de su boca. Se le estaba acabando el tiempo.-Victore- dijo su nombre en voz baja pero lo suficiente como para que sintiera el cierre de la puerta.Esta se abrió y el lobo se hizo presente junto con otro detrás. Dante había venido a recoger a su hijo.-No te la lleves mientras esté fuera de juego- Lucian bufó con un tono extraño en dirección al otro alfa- Él ahora es mi compañero, lo iré a buscar si es necesario.Dante se detuvo delante de él y bajó la mirada estudiando a su hijo. Él dormía profundamente con la cabeza sobre su hombro.-No te preocupes, no lo haré. Yo también estoy enlazado con Lukyan y sé lo destructivo que puede ser la separación. Sobre todo, para él. Fui mi claro cuando dije que no estaba de acuerdo en que fueras el compañero de mi hijo, más por razones personales que por lo que implicaba, pero si eso es lo que mi Aidan desea no puedo oponerme.Lucian alzó una ceja.-Ha
Lucian, Lucian, Lucian-LUCIAN- los ojos de Aidan se abrieron de golpe para después- AAAAAAAAAAAHHHHHHH- un grito desgarrador salió de su boca dejando salir todo el aire de sus pulmones.-¿Aidan?-escuchó una voz familiar pero él no pudo atenderla, ni siquiera enfocar a quien se había sentado al lado de él en la cama.El lobo sentía que su cuerpo entero ardía y a la vez se enfriaba a tal punto que sus músculos se tensaban. Miles de voces gritando en su cabeza a tal punto que no podía entender ninguna. Pensaba que ya había pasado por ese proceso. Pero sentir las cosas tan vividas era demasiado. Incluso la textura de la sábana bajo él y la que lo cubría parecían miles de clavos que se hundían en su piel.-Aidan, Aidan, hijo mío- la voz de su madre volvió a llegar en medio de la nebulosa de control y lo hizo aferrarse a ella.Apretó sus dientes y se concentró. Si él había sido capaz de controlarlos una vez con o sin la ayuda de su lobo, esta vez no sería diferente. Y ahora había cosas más
¿Litus? ¿Qué hacía Litus allí? ¿Qué acababa de decir? Él no podía volver todavía a esa caverna de hielo, no cuando no sabía que había pasado con su lobo y estaba de seguro luchando con. Demonios Lucian. Siempre lo hacía preocuparse hasta por gustoAl carajo él, necesitaba saber el estado de su lobo.-Padre- él volvió a insistir de forma firme- Solo será un momento. Déjame verlo. AL menos quiero saber cómo está- él sabía muy bien de los que Ryan era capaz.-NO- la respuesta del alfa fue absoluta.Dante no podía permitir que Aidan se acercara a Lucian y más en el estado que estaban ambos. Era muy peligroso. Y por supuesto se esperaba que Aidan mostrara resistencia. Él era igual de duro que su madre, pero terco como él. Aunque se sorprendió cuando él bajó la cabeza. El cabello ocultó toda expresión de su rostro.Aidan había sido enseñado bien y aunque se había desarrollado muy rápido físicamente, y ahora fuera adulto, y hasta enlazado eso no quitaba que el lobo detrás de él era su madre
Dante llegaba ser hasta obsesivo cuando se trataba de su hijo y parejas. Victore aún se preguntaba cómo era que Lucian había podido llevarse el premio gordo sin morir en el intento.-Dante- la mano de Lukyan acarició el brazo de él de pronto y este al momento le prestó atención.-¿Qué pasa mi amor?- y como siempre, este cambiaba de estado de ánimo cuando se refería a su esposo o a alguno de sus hijos- Vamos a descansar y después hablamos. Ya Aidan volvió a sus sentidos. Durmamos las horas que él estará en la cama- la voz de él se notaba cansada, pero a quien engañaba, bueno si a su esposo, él lo que estaba evitando era una confrontación, ya que de por si le había tocado años que asimilara de alguna manera a Lucian, como para que otro lobo entrara en el tablero.Quizás si había sido buena idea que su hijo se encontrara un compañero fuera de la manada, porque estaba segura que, si fuera de los lobos internos, el pobre no tendría vida. Los estándares para las parejas de sus hijos eran ba