143

Lucian se separó un poco dejando un grueso hilo de saliva que aun los unía. Aidan no podía cerrar la boca, jadeando en búsqueda de aire. Su propia saliva se derrababa por la comisura de sus labios, su rostro estaba mortalmente rojo y esos ojos, dios, lo miraban totalmente plateados, pero aun buscando excitación.

El lobo sentía toda su lengua sensible y hormigueante después de tanta estimulación a la que no estaba adaptado. Era como si su lobo quisiera devorarlo completamente. Y apenas habían empezado. Se removió inquieto, no solo era su lengua, su cuerpo latía entero y alzó un poco su cadera para rozarse aún más con aquella vara dura mucho más grande que la de él que solo rozaba, pero no hacía nada más. Gimió en frustración.

Lucian sonrió con satisfacción pasando su lengua por sus labios y después por los de él limpiando medianamente el desastre de la saliva y saboreando la de él. Le encantaba hacerle suplicar. Dios, esto era más divertido de lo que pensó

¿Qué demonios le estaba pasan
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo