No había habido ningún avance.

Ya hacía dos días que Aidan llevaba siendo casi un cuerpo inerte que apenas respiraba, sin moverse, solo acostado allí son respuesta. La única razón por la que Lucian sabía que su lobo estaba vivo era por el hecho de que Lukyan era el que lo mantenía en ese estado y había estado más renuente a despertarlo después de saber que Ryan estaba en su interior.

Jodido Ryan. Por qué demonios se no acababa de quedar en su maldita tumba y los dejaba tranquilos.

No pudo evitar gruñir sacando sus largos colmillos. A esa altura el estrés estaba acabando con él y el sueño no se hacía presente. Las ojeras adornaban debajo de sus ojos haciendo que el azul de sus ojos fuera más intenso y estos realmente le dolían del agotamiento. Pero en su cabeza había demasiadas cosas para pensar.

Sintió el cuerpo de su hermano moverse detrás de él y le pasó la mano por el lomo peludo ganando un leve gemido por parte del lobo que dormitaba tranquilo. Al menos Ellar estaba mejorando posi