Aidan no podía salir de la impresión. De todos los sospechosos en los que pensó que podría estar Ryan resultó estar en donde realmente él menos se imaginaba, y una de las razones era porque él le había dado su manilla a Kier. Todos aquellos que la tuvieran no serían poseídos, por eso era más convencible que estuviera tanto en Antoin como Nayr, u otro lobo de la manada. Estaban protegidos del control de Ryan, pero ahora que recordaba no había visto a Kier desde que se las había dado para que entrenaran, así que no había podido verificar que la tuviera puesta.-¿Por qué él?- Aidan preguntó manteniendo la calma, aunque por dentro su mundo fuer aun desorden total. Comportarse como un loco eufórico y molesto, sólo le quitaría las pocas fuerzas que le quedaban y eso lo aprovecharía Ryan para ir en contra de él. Además, no le daría el gusto de verlo perder el control de esa forma.Una sonrisa que le erizó cada vello de su desnudo cuerpo, apareció en el rostro de Kier. Era tan extraño que no
Aidan pensó su próxima pregunta mientras ya había alcanzado la primera parte de la mente de Ellar. Era como un rompecabezas, todo fragméntatelo, pero no era algo imposible de lograr. Así que puso manos a la obra.-¿Usabas a tus marionetas para que no te detectara?--Así mismo es, hermoso. Si estuvieras cerca te darías cuenta al momento así que usaba a mis marionetas para saltar de un lado a otro para que no me detectaras, pero solo podía estar un tiempo muy limitado. Aunque debo reconocer que fue impresionante cuando me atrapaste dentro de Nayr, no me dio tiempo a escapar cuando decidiste cerrar tu mente y atraparme dentro. Lástima que tu querido Lucian te estropeó los planeas. Un poco más y lo hubiera logrado-Aidan pudo una pieza tras otra en la mente de Ellar, ni siquiera lo miraba, sentía como su espalda se perlaba de sudor por el esfuerzo de no mostrar malestar y sentir el dolor de su cuerpo. Sabía que tenía al menos varias costillas rotas y algún que otro hueso magullado, despué
Si había algo que Aidan sabía muy bien era que no dejaría que Ryan mordiera su nuca y lo marcara, no lo permitiría, aun si tenía que destrozar su cuerpo para impedirlo. Su cuerpo estaba sumamente tenso lo que provocó duras palpitaciones en sus costillas magulladas. Si solo aquellas cadenas le permitieran defenderse lo haría. Usaría su poder a como diera lugar.Entonces un recuerdo vago vino a su mente. Las palabras de su madre diciéndole que cuando el plan B falla, todavía tienes hasta la Z para intentarlo. Entonces, no podía simplemente decir que no podía usar sus poderes debido a ello.Los grilletes eran pesados, pero no debía ser el metal el que reprimiera sus acciones. No era un material capaz de ello, solo de retener, entonces solo podía ser una cosa. Los miró rápidamente mientras Ryan terminaban de desnudarse y notó lo que esperaba. Estaban llenos de sangre salpicada tanto por dentro como por fuera, no solo de la sangre de su madre sino una que había penetrado por dentro del met
Los dos primeros segundos Ryan se quedó impactado y al tercero tuvo que retroceder tan rápido como pudo esquivando las diferentes hasta que terminaban en afiladas puntas con intenciones de herir.-Lobo idiota- Ryan se rio incómodo arrodillado en una esquina viendo como Aidan se incorporaba con dificultad, los ojos de él cuando se giró hacia él eran de un plateado tan potente que eran más intensos que los de su padre, apenas la pupila se notaba- Acaso piensas asesinar este cuerpo--Hay muchas zonas que uno puede herir sin matar a alguien- le dijo inclinando la cabeza de una forma seria- No tengo intenciones de que permanezcas mucho tiempo dentro de ese cuerpo. Kier es un lobo fuerte, por mucho que lo hiera se recuperará pronto. En cambio… tú no-Y otra hasta apareció justo detrás de Kier y rozó el costado de su abdomen rompiendo la piel. El lobo gruñó y se corrió hacia un lado.-Maldito perro- Ryan le gruñó y se abalanzó contra él transformando su cuerpo, pero no pudo alcanzarlo.Varia
Frío, mucho frío, fue lo que comenzó a sentir mientras sus pupilas se dilataban tanto que perdió el enfoque de todo a su alrededor. Sus manos y piernas se entumecieron y eso no pronosticaba nada bueno. Su cuerpo estaba rechazando la mezcla de las esencias de los dos lobos en su interior. Y sentía que la conciencia lo iba a abandonado, flotando al borde de la muerte.Ryan apretaba cada vez más incrustando toda su esencia por sus colmillos mientras sus manos se desplazaban por la cadera de él, tocando su piel. Ya Aidan ni siquiera lo sentía. Su corazón comenzó a palpitar tan rápido que lo oía en sus oídos. Su celo disparado por todo el estímulo irregular en su interior llenó la cueva de sus feromonas. Iba a ser marcado, apartado de Lucian y maldecido toda su vida y él no podía mover un solo dedo para impedirlo.Quería levantarse, pelear, usar algunos de sus poderes, pero con solo pensarlo el dolor era tan grande que dejaba de respirar. Las toxinas de los dos lobos dentro de su cuerpo ya
Lukyan estaba parado delante de una de las ventanas viendo hacia el horizonte. Sus dedos apretaban tan fuerte sus brazos que sus uñas se enterraban en la piel. Una mano de repente la detuvo.-Madre, te haces daño- el lobo miró hacia un lado viendo a su hijo mayor.-Matías- él exhaló aire contenido en sus pulmones, pero eso no ayudó a relajar sus hombros.-Estás preocupado- fue una afirmación. La reina asintió.-Tu padre se fue y todavía no sé nada de lo que ha ocurrido. Estoy nervioso. Estoy seguro que algo le ocurrió a Aidan-Matías le apretó la mano en un intento de consolarlo.-Aidan estará bien. Él es fuerte--Es por eso mismo que estoy preocupado. Tiene demasiado poder dentro de él y no puede controlarlo. Su cuerpo es muy joven y despertó antes de tiempo. No ha madurado lo suficiente para poder usarlos a su favor. Temo que estos solo le harán la vida más complicada. Si hay algo de lo que me arrepiento es de haber tomado la sangre de los alfas mientras él estaba en mi vientre. Sol
Lucian intentó concentrarse en el enlace entre ellos. Y la teoría que llevaba maquinando desde hacía unos minutos se hizo realidad. Sentía a Aidan luchado dentro de él por retomar el control. Había otra presencia dentro de él que era la que movía su cuerpo en ese momento. Y esa sensación Ryan. Ryan estaba dentro de él. Victore no se había equivocadoMaldito. Desgraciado y todos los adjetivos que pudieran describir a ese imbécil le pasaron por la mente.Apretó al lobo más fuerte contra él. Si estaba luchando, él tendría que ayudarlo. Dejó que los colmillos de Aidan se mantuvieran en su cuello, la sangre del suelo que era mucha de seguro era del mas joven por lo que debía estar débil.-Aidan, amor, soy yo, estoy aquí, lucha. Ven conmigo. Yo te ayudaré. Yo te protegeré. No te rindas cariño- le susurró suave contra su oído mientras penetraba más fuertemente en su conciencia buscando la de él e intentando fortalecerla. Con su sangre ahora en su sistema era mucho más fácil que el enlace se
-¿Lukyan?- Dante no podía creer que su esposo estuviera allí- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo nos encontraste? - estaba aturdido. Ellos habían tardado horas en encontrar el lugar donde estaba Aidan encerrado y él había llegado… tan fácilmente.El lobo lo miró por encima del hombro. Sus ojos violáceos tenían todo menos ese color. Estaban completamente dorados y ausentes de iris. Y con el ceño buen fruncido, ambos alfas supieron que el lobo no estaba molesto, sino lo que le seguía.-Aidan es mi hijo, crees que no lo encontraría- su tono era áspero y aunque no fue nada agradable escucharla, Dante se tragó un gruñido. Su lobo estaba en un estado que era mejor no provocarlo o hasta él mismo tendría consecuencias.Lucian sintió la atmósfera densa entre la pareja, pero no se metió. Lukyan no era nadie fácil de tratar y menos cuando se trataba de sus cachorros. Ya una vez estuvo a punto de arrancarle la garganta cuando solo insinuó asesinarlos, hacía muchos años atrás. Y se imaginaba que después de lle