Duele.Fue la palabra que salió de Xana para describir lo que estaba sintiendo en ese momento. Había sido de una. La había penetrado enterrándose en ella, rompiendo su barrera natural y abriendo todo su interior. Un hilo caliente de sangre se escurrió por su muslo temblante hasta caer en el suelo entre sus piernas.Sollozó arañando el suelo. Quería escapar, pero no podía moverse. Se sentía tan impotente e inútil. Ella, que había sido entrenada desde pequeña, incluso era considerada de las más fuertes en su pueblo, para verse ahora así, sin ni siquiera poder mandar sobre sí misma.Que frustración.Al menos la cadera del lobo no se movió contra la suya. Se mantuvo quieto, como si supiera que ella estaba en medio de la agonía. Sabía incluso que si la soltaba ella se desvanecería por completo. El duro piso debajo de ella le hacía daño en sus rodillas.Pronto sintió como el peso de él se recargaba sobre su espalda. Tanto el calor como su olor la envolvió y se sorprendió al sentirlo lamer e
Sky se detuvo delante de la cueva y tragó en seco. Sus manos que tenían una bolsa estaban empapadas en sudor pero no dudó en dejar esta justo en la entrada. Retrocedió rápidamente con la espalda empapada en sudor. Las feromonas de su alfa nunca habían sido tan fuertes. Al punto que lo estaban expulsando de allí y no solo a él… a cualquiera que se acercase.Lo que le impresionó fue que junto a esas feromonas había una ligera fragancia que no tenía que ver con él. Oh, no lo podía creer. Incluso después de un día la humana está allí… y viva. Su pensamiento al irse el día anterior después de que White se hubiera enfrentado a ellos con la intención de sacarlos de allí y que lo dejaran aparearse con su pareja, era que la destrozaría después de tener sexo con ella.Pero el destino seguía sorprendiéndolo después de todo estos años. Aunque no creía que este sentimiento le durara mucho. Después de todo, solo estaba en el segundo día de celo de su alfa. Que ella durara los tres días completos se
Ah, se iba a volver loca.Xana realmente no entendía que estaba pasando últimamente en su vida. Y mucho menos ahora donde su vida se había resumido a comer, limpiarse en el estanque de aquella cueva, tener sexo y dormir agotada y con el vientre hinchado sobre su cuerpo peludo. Eso… durante los últimos tres días.Y estaba tan agotada que apenas podía mover su cuerpo sobre la bestia durmiente debajo de ella que a diferencia de antes no había abierto ojo junto con ella para follarla nuevamente y no había el peculiar olor tan intenso como había estado a su alrededor.Suspiró. Lo peor de todo aquello era su facilidad para adaptarse, como si fuera natural. Incluso el rechazo hacia aquella bestia era infinitamente menos que por ejemplo hacia Remy. A ese no lo quería ver ni en pintura, en cambio, al lobo que dormía con su cabeza sobre sus muslos era como si algo más grande lo enlazaba a él… aparte de la clase marca que le había hecho en su nuca.Eso había dolido.Por no mencionar las que tení
El estómago de Xana gruñó y eso la hizo removerse. Después de pasar el celo con el lobo a su cuerpo le había costado tomar el ritmo normal de movimiento, sus piernas se sentían como gelatina, aunque ya no dolían. Se acomodó más contra la piedra que estaba recostada mirando al lobo grande y peludo que se acercaba a ella.-No puedo hacerla más, déjame descansar un poco- suspiró ella pensando que el alfa aún tenía su lívido activo, pero por suerte este negó con la cabeza y se limitó a oler su vientre- Tengo hambre- respondió ella, pero el lobo se mantuvo allí… como inspeccionando algo- ¿Qué ocurre?-Estás preñada-Xana alzó una ceja.-¿Qué?Esta vez el lobo alzó la cabeza y sus miradas se encontraron.-Mi celo fue un éxito. Dentro de tres meses tendrás a mis cachorros- dijo como si eso fuera lo más natural. Natural para él no para la chica que lo miraba con la boca abierta de la impresión.-¿Qué?- jadeó y se estremeció ante la idea- Espera, qué dijiste.-Eres mi mate y acabas de pasar mi
White caminó a la entrada de la cueva donde encontró a Sky que esperaba cauteloso. Su cola estaba entre sus patas y sus orejas bajas. Las feromonas de su alfa ya no eran tan fuertes como cuando estaba en celo, pero de igual forma lo sacudían estando por toda la estancia y alejando a intrusos. -¿Qué necesitas?- preguntó el alfa sacudiendo su lomo quitando la tensión que tenía encima después de la conversación llevada con su mate. Acabado de salir del celo y que ella mencionara a otro macho que era importante en su vida alteraba cada fibra de su cuerpo. -Alfa, espero que se encuentre bien- por el tono usado White supo al momento que algo estaba pasando- Tenemos visita en la manada. Los ojos del alfa se entrecerraron. -Es el alfa Martyn, vino a pedir la alianza mediante la unión de parejas y ya sabe a quién está pidiendo- su voz salió apretada. White gruñó y desvió la mirada. -Mal momento para la visita- si y lo era. Con otro alfa en la manada no sería lo más adecuado ni prudente ll
White se quedó helado después que su garganta doliera tras gruñir. Se levantó tan rápido que la silla cayó al suelo con un sonido estrepitosoRealmente no podía creer lo que estaba escuchando.-¿Qué dijiste?-¿Mate?- el otro alfa en aquel lugar alzó una ceja intrigado por lo que acababa de escuchar, sin embargo White solo lo miró por encima del hombro y al segundo siguiente ya estaba desgarrando su ropa y salía corriendo por la entrada. Seguro Sky se encargaría de los demás. Él debía comprobar por sí mismo que su mate ya no estaba en la cueva.Es que era imposible que ella se hubiera ido sin más, y, además, al territorio humano, acaso estaba loca, la matarían al momento, ya no formaba parte de ellos. Ella ahora estaba marcada, era de él, lo más seguro es que pronto presentara los síntomas de embarazo y sin la asesoría adecuada lo pasaría realmente, …no podía escapar tan fácilmente.Su cuerpo convertido y enorme rompía las ramas que se atravesaba en su camino mientras pisaba fuerte y a
Xana había sido entrenada en muchos aspectos, uno de ellos era como poder liberarse fácilmente de trampas, ataduras y demás, pero hacerlo en ese momento estaba siendo difícil ejecutarlo. Las cadenas alrededor de sus tobillos y muñecas estaban férreamente atadas como si quien lo hubiera hecho supiera con quien estaba tratando, y, además, el entumecimiento en su cuerpo, como si estuviese drogada complicaba aún más el proceso.Pero ella tenía que salir de allí a como diera lugar. Y si a eso le sumaba el picor en su nuca que la estaba volviendo loca y el calor en su vientre. Solo tenía en su mente la idea de escapar de allí y… para su sorpresa, volver al lado del lobo, como si fuera lo más necesario en ese momento. Y se imaginó la razón.Él la había marcado, la había llamado mate, le había dicho que estaba preñada de él, lo más lógico era que quisiera estar de vuelta. Ah, suspiró. Su cabeza dolía y estaba confundida. Recordaba que se había encontrado en la entrada de la cueva con aquel lo
Xana no supo más sobre Remy desde aquel día.El hombre se había ido de la celda hecho una fiera después de darle una mirada amenazadora y de asco a la vez. Solo el doctor venía una vez al día, le traía comida y agua que dejaba en una esquina y la revisaba por encima notando el crecimiento rápido de su vientre. En una semana ya se notaba, en dos parecía que tenía la mitad de tiempo de una gestación normal de una mujer embarazada.Se imaginó que para el tercer mes su vientre sería enorme, aunque después de ese día se mantuvo del mismo tamaño, solo que de vez en cuando se movía. Y ella solo podía perder la noción del tiempo. La luz que entraba por la ventaba a veces se desvanecía y volvía al poco rato.Ya no sabía si era de día o de noche. Si la luz era del sol, o de las llamas de las antorchas. No podía oler nada más que moho, suciedad y hasta sangre, pero más nada. No había ningún sonido además de la reja abriéndose cada vez que venía el doctor.Sus muñecas dolían de tantas veces que h