El estómago de Xana gruñó y eso la hizo removerse. Después de pasar el celo con el lobo a su cuerpo le había costado tomar el ritmo normal de movimiento, sus piernas se sentían como gelatina, aunque ya no dolían. Se acomodó más contra la piedra que estaba recostada mirando al lobo grande y peludo que se acercaba a ella.-No puedo hacerla más, déjame descansar un poco- suspiró ella pensando que el alfa aún tenía su lívido activo, pero por suerte este negó con la cabeza y se limitó a oler su vientre- Tengo hambre- respondió ella, pero el lobo se mantuvo allí… como inspeccionando algo- ¿Qué ocurre?-Estás preñada-Xana alzó una ceja.-¿Qué?Esta vez el lobo alzó la cabeza y sus miradas se encontraron.-Mi celo fue un éxito. Dentro de tres meses tendrás a mis cachorros- dijo como si eso fuera lo más natural. Natural para él no para la chica que lo miraba con la boca abierta de la impresión.-¿Qué?- jadeó y se estremeció ante la idea- Espera, qué dijiste.-Eres mi mate y acabas de pasar mi
White caminó a la entrada de la cueva donde encontró a Sky que esperaba cauteloso. Su cola estaba entre sus patas y sus orejas bajas. Las feromonas de su alfa ya no eran tan fuertes como cuando estaba en celo, pero de igual forma lo sacudían estando por toda la estancia y alejando a intrusos. -¿Qué necesitas?- preguntó el alfa sacudiendo su lomo quitando la tensión que tenía encima después de la conversación llevada con su mate. Acabado de salir del celo y que ella mencionara a otro macho que era importante en su vida alteraba cada fibra de su cuerpo. -Alfa, espero que se encuentre bien- por el tono usado White supo al momento que algo estaba pasando- Tenemos visita en la manada. Los ojos del alfa se entrecerraron. -Es el alfa Martyn, vino a pedir la alianza mediante la unión de parejas y ya sabe a quién está pidiendo- su voz salió apretada. White gruñó y desvió la mirada. -Mal momento para la visita- si y lo era. Con otro alfa en la manada no sería lo más adecuado ni prudente ll
White se quedó helado después que su garganta doliera tras gruñir. Se levantó tan rápido que la silla cayó al suelo con un sonido estrepitosoRealmente no podía creer lo que estaba escuchando.-¿Qué dijiste?-¿Mate?- el otro alfa en aquel lugar alzó una ceja intrigado por lo que acababa de escuchar, sin embargo White solo lo miró por encima del hombro y al segundo siguiente ya estaba desgarrando su ropa y salía corriendo por la entrada. Seguro Sky se encargaría de los demás. Él debía comprobar por sí mismo que su mate ya no estaba en la cueva.Es que era imposible que ella se hubiera ido sin más, y, además, al territorio humano, acaso estaba loca, la matarían al momento, ya no formaba parte de ellos. Ella ahora estaba marcada, era de él, lo más seguro es que pronto presentara los síntomas de embarazo y sin la asesoría adecuada lo pasaría realmente, …no podía escapar tan fácilmente.Su cuerpo convertido y enorme rompía las ramas que se atravesaba en su camino mientras pisaba fuerte y a
Xana había sido entrenada en muchos aspectos, uno de ellos era como poder liberarse fácilmente de trampas, ataduras y demás, pero hacerlo en ese momento estaba siendo difícil ejecutarlo. Las cadenas alrededor de sus tobillos y muñecas estaban férreamente atadas como si quien lo hubiera hecho supiera con quien estaba tratando, y, además, el entumecimiento en su cuerpo, como si estuviese drogada complicaba aún más el proceso.Pero ella tenía que salir de allí a como diera lugar. Y si a eso le sumaba el picor en su nuca que la estaba volviendo loca y el calor en su vientre. Solo tenía en su mente la idea de escapar de allí y… para su sorpresa, volver al lado del lobo, como si fuera lo más necesario en ese momento. Y se imaginó la razón.Él la había marcado, la había llamado mate, le había dicho que estaba preñada de él, lo más lógico era que quisiera estar de vuelta. Ah, suspiró. Su cabeza dolía y estaba confundida. Recordaba que se había encontrado en la entrada de la cueva con aquel lo
Xana no supo más sobre Remy desde aquel día.El hombre se había ido de la celda hecho una fiera después de darle una mirada amenazadora y de asco a la vez. Solo el doctor venía una vez al día, le traía comida y agua que dejaba en una esquina y la revisaba por encima notando el crecimiento rápido de su vientre. En una semana ya se notaba, en dos parecía que tenía la mitad de tiempo de una gestación normal de una mujer embarazada.Se imaginó que para el tercer mes su vientre sería enorme, aunque después de ese día se mantuvo del mismo tamaño, solo que de vez en cuando se movía. Y ella solo podía perder la noción del tiempo. La luz que entraba por la ventaba a veces se desvanecía y volvía al poco rato.Ya no sabía si era de día o de noche. Si la luz era del sol, o de las llamas de las antorchas. No podía oler nada más que moho, suciedad y hasta sangre, pero más nada. No había ningún sonido además de la reja abriéndose cada vez que venía el doctor.Sus muñecas dolían de tantas veces que h
Si había algo que no caracterizaba a White era tener la paciencia de soportar a los demás… sobre todo cuando inundaban las respuestas de excusas. Y tanto él… como sus acompañantes se estaban impacientando. Una delgada línea los dividía de no saltarle a las personas delante de ellos y destrozarles el cuello.-Así que- White inclinó la cabeza y su cabello acarició su mejilla. Sus orbes completamente dorados fulminaron al hombre mayor y los tres jóvenes detrás de él- Me dicen que el jefe del pueblo está de recorrido a varios kilómetros de aquí justo en el momento en que tenía que venir a exigir mi tributo, el cual ha desaparecido de mis terrenos- fue hablando hasta que terminó en un gruñido.-Al parecer cuando vuelva no desea encontrar donde vivir- soltó son ironía Sky a su lado para volver más intensa la atmósfera.-Verá, todo es un malentendido- Nuestro líder mandó la carta, pero ya sabe que toma su tiempo llegar a los límites y él tuvo que salir de urgencia hacia otro pueblo dejándose
Xana estaba parada delante del espejo de la pequeña habitación donde se encontraba. Como todas las veces cuando despertaba se acariciaba su vientre preguntándose… porqué tenía aquellas marcas que parecían estrías, que aún si eran claras estaban allí.Acaso había tenido sobrepeso y un vientre prominente, acaso este había crecido tanto que le habían dejado esas marcas. Mas no encontraba respuestas. Simplemente podía acariciarlo con la duda y una nebulosa en su cabeza que opacaba todos sus recuerdos.En eso la puerta se abrió y un hombre apareció. El mismo que venía al menos cada tres días para revisar su estado y le daba medicina.Y esta no fue la excepción.-Oh, ya estás despierta- el hombre le sonrió de una forma extraña, como si tuviera lástima de ella.Y como siempre hacía lo mismo. Encendía el incienso que se filtraba en toda la habitación con un olor pesado y que la tenía normalmente en un estado soñoliento. Y poco después vertía un líquido oscuro y espeso que nada olía bien en un
White estaba tan atareado con el tema de que había encontrado a su mate que había olvidado que ese día saldría a correr con sus cachorros. Después de un año estos habían crecido favorablemente y habían alcanzado la altura similar a un niño de 4 años. Y era normal. Los lobos crecían muy rápido para su supervivencia, así como sus instintos e inteligencia se desarrollaba mucho más rápido que la de un humano. Sin embargo, sus crías al ser en parte humanas se comportaban más infantiles que la media.Y eso a él no le molestaba, por el contrario, veía como parejas tenían que lidiar con los problemas de cachorros rebeldes mientras él con algunas palabras suaves podía apaciguarlos, lo cual tenía que hacer ahora.Se arrodilló y rodeó las pequeñas cinturas de los dos cachorros. Que lindos eran y cálidos. Suavecitos y rodeados de feromonas olor a leche. Con sus cabellos plateados moteados de mechas doradas claras. Ojos grandes y brillantes, que comenzaban en color dorado y se abrían hacia el azul