Xana estaba parada delante del espejo de la pequeña habitación donde se encontraba. Como todas las veces cuando despertaba se acariciaba su vientre preguntándose… porqué tenía aquellas marcas que parecían estrías, que aún si eran claras estaban allí.Acaso había tenido sobrepeso y un vientre prominente, acaso este había crecido tanto que le habían dejado esas marcas. Mas no encontraba respuestas. Simplemente podía acariciarlo con la duda y una nebulosa en su cabeza que opacaba todos sus recuerdos.En eso la puerta se abrió y un hombre apareció. El mismo que venía al menos cada tres días para revisar su estado y le daba medicina.Y esta no fue la excepción.-Oh, ya estás despierta- el hombre le sonrió de una forma extraña, como si tuviera lástima de ella.Y como siempre hacía lo mismo. Encendía el incienso que se filtraba en toda la habitación con un olor pesado y que la tenía normalmente en un estado soñoliento. Y poco después vertía un líquido oscuro y espeso que nada olía bien en un
White estaba tan atareado con el tema de que había encontrado a su mate que había olvidado que ese día saldría a correr con sus cachorros. Después de un año estos habían crecido favorablemente y habían alcanzado la altura similar a un niño de 4 años. Y era normal. Los lobos crecían muy rápido para su supervivencia, así como sus instintos e inteligencia se desarrollaba mucho más rápido que la de un humano. Sin embargo, sus crías al ser en parte humanas se comportaban más infantiles que la media.Y eso a él no le molestaba, por el contrario, veía como parejas tenían que lidiar con los problemas de cachorros rebeldes mientras él con algunas palabras suaves podía apaciguarlos, lo cual tenía que hacer ahora.Se arrodilló y rodeó las pequeñas cinturas de los dos cachorros. Que lindos eran y cálidos. Suavecitos y rodeados de feromonas olor a leche. Con sus cabellos plateados moteados de mechas doradas claras. Ojos grandes y brillantes, que comenzaban en color dorado y se abrían hacia el azul
White se esperaba esa respuesta, aunque realmente no pensó que calaría dentro de él. Si estaba molesto con su mate, incluso había noches en que la odiaba por abandonarlo a él y a sus cachorros, lo más importante, pero en el fondo, como todo macho ansiaba tener a su pareja a su lado. La había marcado después de todo y era su mate. La Diosa Luna nos había unido por el hilo del destino… pero tras el rechazo rotundo de sus hijos vaciló.Ellos no la querían… como lo iban a hacer si ella los había rechazado, y se lo había mencionado, pero de una forma más suave, para que no fuera tan traumático para ellos. No se imaginó que los sentimientos de repudio de los cachorros fueran tan graves.Entonces… si había encontrado a Xana, se preguntó si sería correcto traerla de vuelta. Ellos podrían sentirse mal debido a su presencia.-padre- Nill se tocó la pata con el morro- ¿Por qué tienes esa cara? ¿Te sientes mal?White le lamió la mejilla a su cachorro donde había una mancha de sangre de la presa q
Pero qué demonios había ocurrido. Fue lo que le pasó por la mente a White al sacar la cabeza del lago y sacudirla. La altura del agua era poca y apenas le llegaba a la cintura sentado. Pasó su mano por el rostro dándose cuenta del peso ahora sobre él que se había movido rápido pero ahora estaba quieto.Eso lo había tomado desprevenido.Miró hacia abajo sabiendo que era al sentir su olor y fulminó con la cabeza la mata de cabello rubio empapado. Y dirigió su mano hacia la nuca de la mujer y tiró de esta haciendo que se incorporara.-Ah, duele- ella jadeó frunciendo el ceño- Duele, duele, suelta- se quejó agarrando la mano de él.-¿Qué quieres?- en ese momento el alfa era una marea de emociones. ¿Por qué si acababa de renunciar a ella, aparecía de nuevo? No se cansaba de hacerle más complicada su vida.-Hablar contigo- respondió sacudiéndose, y para sorpresa de White esta vez ella pareció entenderlo. la noche anterior ella parecía una persona completamente diferente y como que cuando le
CachorrosEra madreCon un lobo¿Y los había abandonado?¿De qué estaba hablando él?La cabeza de Xana era un desastre total. Dolía, no ardía, palpitaba tanto que la imagen delante de ella se estaba volviendo borrosa. Era demasiado. No comprendía realmente que era todo aquello ¿y por qué abandonaría a lo que supuestamente había salido de ella?-Imposible- jadeó levantándose del regazo del lobo y retrocediendo torpemente, primero por lo mareada que estaba y segundo por la superficie irregular del lago debajo de ella- Yo no soy así- se apretó el entrecejo.Escuchó como el hombre… no, el lobo por lo que había dicho y que de alguna forma le pareció familiar, se levantaba delante de ella en todos sus centímetros. En medio de su nebulosa detectó el brillo de dos orbes dorados muy intenso y segundos después su brazo fue agarrado con fuerza. Los dedos de él se habían cerrado como un fuerte grillete alrededor de él haciéndole soltar un gemido de dolor.-Sí, los abandonaste, como si fueran algo
Xana miró el cuerpo inconsciente de Remy en el suelo y sintió una extraña satisfacción. Como si eso fuera algo que desde hacía mucho tiempo debía haber hecho, mas no era el momento de estar pensando eso. Se inclinó y agarró la llave que colgaba del cuello de este y la arrancó.No sabía si estaba haciendo lo correcto, pero todo dentro de sí le dictaba que debía salir de allí e ir a donde estaba el lobo. Entonces no debía estar mal ¿verdad?Salió de la casa sin olvidarse de cerrar la puerta desde afuera para ganar el mayor tiempo posible y comenzó a correr. El camino no lo sabía, más bien, no lo recordaba, sin embargo, sus piernas corrían por si solas y se dejó llevar. El aire soplaba a su alrededor y golpeaba su rostro alejando el olor del constante incienso que solía estar en aquella habitación.Aunque para su parte consciente nada de aquello le era conocido, sin embargo, a la vez era tan familiar que la hizo detenerse un momento y jadear. Su cabeza dio un latido tan grande que tuvo q
Xana se quedó mirando esas manos. No la tocaban, pero era como si lo estuviesen haciendo. Sabía perfectamente cómo se sentían esos dedos sobre ella, sobre su piel, sobre su cabello, y tanto que la hizo gemir. Pero rápidamente estos desaparecieron de su vista para jalar la cadena y con este al hombre que la tenía, que cayó con un fuerte sonido al agua salpicando a los que estaban detrás de él.Todo fue muy veloz. Mientras Xana aun procesaba aquello su brazo fue agarrado con fuerza y tirada hacia arriba. Casi tragó un chillido al caer sobre un hombro duro y la mitad de su cuerpo casi se dobló. Sus manos tocaron una dura espalda junto con un jadeó de ella. ¿qué demonios?Escuchó un gruñido que provino del cuerpo masculino que la tenía agarrada. Intentó enderezarse, pero se dio cuenta de lo agotada que estaba. Además, con aquel contacto se estremeció y fue como si perdiera fuerza. Sus dedos se apretaron alrededor del suave y largo cabello plateado entre ellos.Ah, esa sensación la conocía
Sky, beta de la manada, no podía creer lo que veían sus ojos. Realmente aquello era impresionante. Sentía que algo ocurriría, pero nada como eso.Primero había sentido el olor de su alfa venir desde lejos y que repelaba a todos, incluso a él, pero dado que estaba acostumbrado solo se mantuvo dentro de la casa del alfa a espera de este. Después de todo había salido corriendo como si un muerto le cayera detrás. Estaba preocupado.Pero sus preocupaciones tenían fundamentos, sobre todo cuando por todo el terreno despejado y ningún lobo mirando la escena, apareciera entre los árboles y caminando en dirección a la casa a su alfa, y ese no era el problema, sino lo que traía en sus brazos.No pudo evitar correr al encuentro del alfa y mirar de la mujer al lobo.-Pero… pero… usted dijo que no iría por ella… porqué ahora.White lo fulminó con la mirada.-Ella es mía- fue su única respuesta y Sky supo que era mejor no forzar más. Era sabido que un lazo era más fuerte que cualquier palabra o sent