Ya reunidos intercambiaron ideas y trataron de iniciar un plan para entender todo el enredo que rodeaba a Elía, pero Elliot no tenía cabeza para nada.—No estoy pensando y estando de esta manera no soy para nada rentable.—¡Esto es importante, Elliot!—Lo sé —respondió junto a un gran bostezo —Es solo que estoy cansado y así no pienso con claridad.—No mientas, deseas regresar a casa y mantenerte todo el tiempo en la cama con tu nueva esposa.—¿Con eso le hago daño a alguien?—Llevo varios días pensando en si decirte o no hacerlo, pero soy tu amigo y la persona que siempre te dice las cosas aunque resulte reprochado.—¡Se viene sermón!—Elliot, te veo y me asustas. Llevas 25 días de casado y ya traes cara de bobo.—¿Ya se me nota? —preguntó de la forma más normal posible, pues no le importaba que todo el mundo supiera lo que estaba sintiendo en ese momento.—¡Es muy pronto amigo!—¿Qué te preocupa?—¡Todo! Te aseguro que ese matrimonio se llevó a cabo porque yo estaba fuera del país,
Pasaron dos meses en tranquilidad. En ese tiempo Amanda empezó a tomar responsabilidades y con su inteligencia inició a llevar las finanzas y casos legales de la empresa. Su esposo le delegó el trabajo, ella hacía la mayor parte desde casa y los lunes y viernes se presentaba en la empresa.Era lunes y ella se encontraba en finanzas organizando y autorizando pagos, cheques y despacho de mercancía, cuando se abrió la puerta de su oficina sin primero tocar.—¡Aquí tenemos a la escuincla babosa que juega a ser la esposa de mi esposo!Amanda desde su escritorio solo observó a esa irreverente mujer. —No hay tal juego.—¡Ah, no! ¿Por qué no proclaman su amor a los vientos como Elliot está acostumbrado?—Una relación es de dos.—¡Escúchame bien estúpida! Aunque pienses que él te ama, te puedo asegurar lo contrario. Yo soy su único amor, así que espero que muy rápido tu padre te venda al viejo verde ese, le devuelva el dinero a mi Elliot y que seamos la hermosa familia que siempre hemos sido.
—¡Buenos días!Héctor enseguida clavó sus ojos en aquella interesante mujer, pues Helen vestía de manera sexy y provocativa en toda ocasión, haciendo que la mirada de los hombres siempre aterrizaran en su extravagante escotes.—Hola ¿Te conozco?—No, pero llegó el momento de hacerlo —ella le tendió la mano para saludarlo y de inmediato los escoltas se acercaron.—Tranquilos. La señorita no se ve tan peligrosa. Él los detuvo colocando su mano enfrente, haciendo que volvieran a sus puestos. Ella lo miró maravillada, pues se veía imponente y dominante.—Peligrosa no, decidía y caprichosa sí.Él la observó coquetear, algo muy común en las mujeres que lo rodeaban, por eso su interés hacia Amanda era firme, pues ella se había convertido en un reto. Mirándola a los ojos se dirigió a ella.—¿Y qué desea esa chica peligrosa y caprichosa de mí?—Estoy aquí porque tenemos algo en común, algo que ambos deseamos que suceda.—¡Ah, si! ¿De qué se trata?—De terminar el matrimonio de Elliot Walton.
De regreso a casa Amanda tenía su rostro cabizbajo y esto le había afectado profundamente a su esposo, pues para él era más que un deleite verla sonreír.—¡Lo siento! Siento que por mi culpa hayas pasado un mal momento en el día de hoy.Los ojos de su esposo le reflejaban tanta sinceridad y ternura, que ella sentía que debía ser sincera y hablarle con la verdad en todo momento. Fue cuando decidió contarle todo lo que sucedió desde su llegada a la empresa hasta que él la rescató cuando terminó su reunión.—No voy a permitir que ese hombre aunque sea un mafioso o el mismo demonio, siga poniendo su mirada asquerosa en mi esposa.Él estaba muy enojado e indignado, pues Amanda le contó lo acorralada y aterrada que estuvo en aquel lugar, pero ver su enojo provocó que ella sintiera miedo a futuras malas reacciones y problemas, así que intentó calmarlo.—En ningún momento me tocó, siento que el culpable de todo esto es mi padre, solo él.—Ya he hablado con él y a mi regreso de Madrid tendremo
Después de una agitada noche de sexo para Amanda, el sueño la arropó y la despertó el sonido de la puerta, siendo tocada con insistencia. Ella se colocó de pie y tambaleando de un lado a otro, mientras tallaba sus ojos, se acercó para abrirla.—Buenos días, siento que te has olvidado de mí.—¡Jamás lo haría! Anoche le dije a Elliot, que el día de hoy tenía pensado llevarte al parque por un helado y para que juguemos juntos.—No quiero ir al parque —respondió lleno de miedo.—¿Por qué no? Allá afuera hay lugares hermosos que debes conocer. Eres un pequeño y hermoso niño. ¿Lo recuerdas?—¡Soy un monstruo y no quiero que te avergüences por mi culpa!—¡No eres un monstruo! Yo estaría encantada de ser tu madre. Le gritaría a todo el mundo que tengo al niño más guapo de todo el planeta, pero no hablaría de tu inteligencia, pues sentirían demasiado envidia.Con esas palabras consiguió una sonrisa en los labios de Liam.—Eres muy hermosa, lo eres por fuera y también por dentro.Liam regresó a
—¡No, no, no me abandones por favor!El rostro de la joven estaba sudoroso y gritaba como loca, Elliot dejó de atar su corbata y corrió a abrazarla para tratar de calmarla.—¡Tranquila, solo fue una pesadilla!Amanda sacó su cabello de su frente, miró a Elliot y tocó su rostro.—Te dije que solo fue una pesadilla, tranquila mi amor.—¿Solo fue una pesadilla?—Así es, ya pasó.Ella terminó de sujetar su corbata —Perdón por quitarte más tiempo y gracias por estar aquí en ese momento tan espantoso.—No tienes que disculparte, sabes que eres mi pasatiempo favorito, es terrible tener que dejarte, pero cuéntame ¿Qué estabas soñando?—Cuando estés de regreso te lo contaré, solo te quedan 20 minutos para llegar al aeropuerto.Ella salió de la cama y terminó de cerrar su maleta y le ayudó con los pormenores. Con su ayuda en cinco minutos estaba listo.—Qué esposa tan eficiente tengo. —Él se acercó y le dio un tierno beso —Te voy a extrañar mucho.—Solo tienes unos minutos para llegar al aeropu
Fue un fin de semana terrible para Elliot. No sabía que había sido peor, si la visita acosadora de su exesposa o las reuniones sin sentido a las que estuvo asistiendo. Se sentía enojado y solo quería retornar a casa.—Estás hecho una fiera, amigo. Este lugar es maravilloso, solo olvídate de todo y disfruta.—No le veo ningún sentido a este viaje.—Al parecer el único que no lo ha hecho ha sido tú, pues te cuento que Elías desde que sale de las reuniones se marcha y no regresa hasta el siguiente día.—Cada quien es libre de hacer con su vida lo que le parezca más conveniente, yo no deseo estar aquí.Elliot estaba ansioso por regresar y solo respiro una vez que estaba abordando en su jet privado.—¡Hijo, voy a regresar contigo! —se presentó Elías a la hora de salir.—No tengo problemas ¿Has venido en vuelo comercial?—Sí. Estuve aquí desde el martes haciendo que todo fuera más fácil para las reuniones.David miró a su amigo con una ceja elevada, pues el comportamiento tan agradable de E
Con la cabeza llena de frustraciones regresó a casa y todo acabó en cuanto observó aquella hermosa joven que se acercaba a él con un brillo en sus ojos que parecía mágico, solo ella podía calmar el caudal de energía negativa que inundaba su cuerpo.Él la tomó en sus brazos y uniendo sus labios, sintió el motivo que lo instaba a regresar a casa, el único lugar que tenía sentido para él.—¿Me has extrañado?—Cada hora del día era un reto para mí en tu ausencia.—No lo creo así, pues te invité a que me acompañaras y te negaste.—No quiero lamentarme por lo que no pude hacer, ahora entremos a casa para que descanse.—Es lo que estoy necesitando, pues ha sido el viaje más pesado que he tenido.Después de un reconfortante baño, cenaron juntos y Elliot quedó dormido como una roca. Él no sabía si necesitaba su cama para descansar, pero en cuanto colocó la cabeza en la almohada salió del universo.Al día siguiente, al mirar el reloj, casi saltó de la cama, pues estaba retrasado y a primera hor