Capítulo 48

Pasé durante los próximos días recordando el día que había ido a la tierra y había visto a Blake. Sus abrazos, sus labios, sus besos y sus palabras. Lo extrañaba muchísimo, lo extrañaba demasiado, pero no podía darme el gusto de visitarlo cada vez que lo hacía, porque cada minuto que pasaba en la tierra era literalmente oro aquí. En esos minutos podría aprender un nuevo movimiento o dominar alguna técnica. Me frustraba el no poder ir y abrazarlo cuando se me antojaba, pero su presencia en mi mente me daba la fuerza suficiente para seguir adelante y mejorar en cada aspecto de mí. Quería protegerlo de todo mal. Quería mantenerlo a salvo de cualquier posible peligro que pudie

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