Inicio / Romance / Entre libros y susurros / Pensamientos Incesantes
Pensamientos Incesantes

Capítulo 2

Clara llegó a casa con una mezcla de emoción y confusión que no le cabían en el pecho. La tarde soleada se había convertido en un suave crepúsculo, pero su mente seguía iluminada por la imagen del Sr. Martínez. Mientras caminaba hacia su habitación, sus pensamientos giraban en torno a su nuevo profesor, su voz, su sonrisa y la forma en que parecía entender la literatura de una manera que la hacía sentir viva. Nunca antes había experimentado cosas semejantes y eso la tenía flotando sobre una nube de algodón.

Cuando por fin ella entró a su habitación se dejó caer en su cama, rodeada de libros y cuadernos. A pesar de que había otras cosas en las que debería concentrarse, como sus tareas y el proyecto sobre García Márquez, su mente no podía dejar de divagar. Se preguntaba si el Sr. Martínez también pensaba en ella de la misma manera o si había notado su interés por su increíble belleza. Clara sonrió al imaginarlo pensando en ella, sintiendo un ligero rubor en sus mejillas por lo loco que sonaba aquello.

Después de un tiempo Clara decidió abrir por fin su cuaderno de notas y comenzó a escribir todas las ideas que venían a su mente. La escritura siempre había sido su refugio más preciado, un lugar donde podía expresar sus pensamientos y sentimientos más profundos sin que alguien la criticara. Con cada palabra trataba de plasmar la conexión que había sentido con ese hombre en clases y describía con detalles la chispa que había encendido en su interior.

"Hoy conocí a un profesor que ama la literatura tanto o más como yo. Su forma de hablar sobre los libros me hizo sentir que todo es posible en esta vida ¿Es acaso normal sentir esto por un profesor? ¿Es solo admiración lo que siento o tal vez es algo más?"

Mientras escribía, su mente se llenaba de imágenes como: el Sr. Martínez explicando con pasión los siguientes temas a tocar en si clase o su risa contagiosa cada vez que hacía un chiste. Pensaba en la forma en que sus ojos brillaban al hablar de sus autores favoritos o como interactúa con los alumnos que se interesaban por su clase.

Clara se dio cuenta de que no solo estaba enamorada de la literatura como ella pensaba, sino que también se había enamorado a primera vista de la forma en que el Sr. Martínez la hacía sentir con tan solo una mirada. Era como si cada palabra suya la invitara a explorar un mundo nuevo lleno de posibilidades que ella desconoce, pero no sabes si está bien o mal lanzarse algo tan desconocido.

De repente, su madre llamó desde la cocina y sus pensamientos volvieron a la tierra, donde deberían de haber estado desde el primer momento.

— ¡Clara! ¿Quieres cenar ahora, cariño? — preguntó con su voz dulce, esa con la que siempre le hablaba.

—¡Sí, ya voy mamá! —respondió Clara cerrando rápidamente su cuaderno. Ella se levantó de la cama de inmediato, pero su mente seguía en el aula, con el Sr. Martínez aunque tratara de evitarlo.

Durante la cena, Clara intentó concentrarse en la conversación familiar que los adultos estaban teniendo, pero su mente divagaba. Su padre hablaba sobre el trabajo y su hermano contaba anécdotas de la universidad con su equipo de fútbol, sin embargo, Clara solo podía pensar en el proyecto que tenía que hacer y que aún no empezaba ¿Cómo podría hacer que su trabajo destacara por encima de los demás? ¿Qué pasaría si el Sr. Martínez se impresionaba con su análisis de García Márquez? ¿Acaso eso podría llamar su atención hacia ella? No lo sabía, pero al menos tenía que intentarlo.

Cuando la cena acabó Clara se sentó en el sofá con su cuaderno abierto de nuevo y esta vez sí pondría atención. Comenzó a esbozar ideas fugaces para su proyecto, pero cada vez que escribía el nombre de García Márquez, su mente se desviaba hacia el Sr. Martínez. Se preguntaba si él también había leído "Cien años de soledad" y que pensaría de su interpretación. Aunque, para ser sinceros, era obvio que ese hombre ya había leído ese libro o de lo contrario no se lo hubiera recomendado.

Finalmente Clara decidió que tenía que hacer algo único, por lo que de inmediato tomó una decisión que dejaría una gran marca en ella, ya que le escribiría una carta para el Sr. Martínez. Esta carta sería algo aparte de su proyecto, ya que esta sería una forma de conectar con él. Quería compartir su pasión y, quizás, también abrir una puerta a una conversación más profunda con el hombre que se había metido en sus pensamientos con solo una mirada.

Con el corazón latiendo con fuerza por lo que estaba a punto de hacer, comenzó a escribir y dejo que sus ideas fluyeran sin control acompañado de millones de sentimientos.

"Estimado Sr. Martínez.

Quiero agradecerle por la clase de hoy. Me inspiró a explorar más sobre la literatura y a descubrir nuevas historias. Estoy emocionada por el proyecto sobre García Márquez y me encantaría compartir mis ideas con usted. La literatura siempre ha sido un refugio para mí y creo que con su ayuda podré entenderla aún más. Espero que podamos hablar más sobre esto en clase o de ser posible en privado"

Clara sonrió al terminar su carta. Este era un pequeño paso para ella, pero sentía que era el inicio de algo especial. Así que con el papel en la mano se sintió más cerca de su profesor, como si, de alguna manera, ya estuvieran conectados a través de las palabras.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP