Dominick Carbajal nunca había sentido tanta vergüenza como en el momento en que despertó en el viñedo McGreen sintiéndose del asco, después de una larga noche de borrachera; escuchar el sermón de Mónic había sido la peor aparte de todas, él sentía que la cabeza le iba a explotar y la voz de la muchacha le taladraba el cerebro.Cómo si de una mamá se tratara, Mónic primero le dió uno de los peores sermones de su vida para luego mostrar preocupación por su estado, darle un par de pastillas para el terrible malestar que sentía y un gran vaso de jugo de naranja para posteriormente abandonarlo a su suerte, junto a Ethan McGreen para que se encargarán de terminar el dichoso comercial mientras Rachel McGreen y ella se iban de compras.Estaba seguro que ese era el peor castigo que esas mujeres podían darles, dejarlos solos con tremenda responsabilidad cuando ellos se sentía terriblemente mal; las horas de ensayo, grabación y culminación del comercial fuero las horas más tortuosas a las que se
No podía sacarse de la cabeza aquel mensaje que había llegado a su teléfono celular hace una hora atrás, su corazón se había acelerado tremendamente al ver que en la pantalla de su celular brillante el nombre de Mónic, ansiaba tango saber de ella sin atreverse a buscarla, que el simple hecho de que ella lo contactara le había cambiado el ánimo, causándole emoción como hace mucho no sentía."¿Que se le puede dar a un hombre que lo tiene todo?, momento... algo tan insignificante como regalarle sonrisas, alegrías incluso lágrimas, mientras sea sincero y de corazón podría llegar a ser el mejor regalo del mundo.Si deseas seguir creando momentos junto a mi, te espero en el muelle dentro de una hora. Con amor:Mónic Malvorich"Ese simple mensaje le había reiniciado la vida, ni siquiera dudo en abandonar la terraza del edificio de su empresa donde se celebraba su cumpleaños, nada podría retenerlo cuando se trataba de Mónic, ella siempre sería su prioridad y bastaba una palabras para tenerlo
Las delicadas manos de Mónic se deshacían de la molesta camisa que portaba el Carbajal, quien había comenzado a dejar pequeños besos por el cuello femenino hasta llegar a su hombro mientras sus músculos eran acariciados por las frágiles manos; enmarcandolos con una lentitud que resultaba tortuosas para el hombre cerro los ojos al sentir como las uñas de Mónic tocaban su piel con suavidad, provocando que su piel se erizará ante el placentero contacto.Los latidos del corazón acelerados, la respiración entre cortada ante las caricias y el deseo creciente que se apoderaba de ellos, a pasos lentos Mónic fue guiando a Dominick hasta que chocaron contra la cama; ella le dió un leve empujón obligandole a recostarse en la cama; él se apoyo en sus codos para poder observar a la adorable mujer que se encontraba de pie a escasos centímetros de la cama, en sus labios una pícara sonrisa dibujada, una sonrisa que hacía que la piel de Dominick se erizará aún más, si es que eso era posible.La mirada
Besos, caricias, dos cuerpos unidos en un solo ser; las manos de Domincik posadas sobre las caderas de Mónic, estando él debajo de ella, mientras ella movía sus caderas con un ritmo lento y profundo, sus pechos rebotaban a causa del movimiento de todo su cuerpo regalando le una hermosa vista a Dominick, quien no dudo en llevar sus labios hasta uno de los pechos y presionar el rozado pezón entre sus labios robando un gemido de la mujer.La espalda de Mónic se arqueo al momento en que alcanzó su liberación, segundos después Dominick sintió esa misma sensación placentera recorrer su cuerpo; ella apego su frente de la de él mientras ambos se esforzaba por controlar su respiración agitada, Mónic aún podía sentir rastros del orgasmo en su cuerpo, como se contraía y sentía sus piernas temblar.— Te amo — susurro Dominick pero no obtuvo respuesta de esos labios tan provocativos que estaban a pocos centímetros de los propios; Mónic corto la poca distancia que los separaba uniendo sus labios co
— No puedo creer que de verdad ayudes a Mónic en todo lo que te pide por Dios, la vas a mal acostumbrar, Edgar — Clarisa no podía creer que Edgar de verdad hubiera ayudada a Mónic a prácticamente secuestrar a Dominick y para más colmo, Bianca y Damián Carbajal también habían ayudado a esa locura.— Vamos, Clarisa, cálmate... no es para tanto — respondió Edgar, divertido ante la actitud de la madre de su hija, quien se cruzo de brazos demostrando su molestia.— Tranquila, Clarisa, te aseguro que Dominick debe estar encantado de que Mónic lo secuestrara — está vez hablo Bianca, sonriendo; estaba feliz de que Dominick estuviera en compañía de Mónic, ella había sido testigo de lo mal que la había pasado Dominick durante la ausencia de la muchacha.— ¡Tu también, Bianca!... esa niña no debe acostumbrarse a hacer siempre su voluntad, no quiero que termine convirtiéndose en otra Malvorich desquiciada con el poder — se sentó junto a Edgar, refunfuñando; no le agradaba para nada que Edgar perm
Se podría decir que la compañía Carbajal estaba vuelto un completo caos, todos iban y venían por los pasillos, esforzándose por cumplir con sus deberes a cabalidad, aunque los chismes de pasillos no se hacían esperar y sobre todo porque el jefe, uno de los dueños de la compañía, no se había presentado a trabajar en 4 días y eso era bastante extraño tratándose del menor de la familia Carbajal; para nadie era un secreto su repentina desaparición durante su fiesta de cumpleaños y desde entonces no se le había visto la cara.Cosa que no hacía más que aumentar todos esos comentarios de pasillo que rondaban alrededor de él, desde que había sido secuestrado y lo mantenían en secreto hasta que se había escapado con una amante, aunque esto último era lo más parecido a la verdad: técnicamente si había sido secuestrado.Por eso, cuando el reloj marco la 1 de la tarde y vieron salir al susodicho del ascensor todos guardaron silencio, las mujeres hipnotizado por su belleza y elegancia; iba perfect
Si alguien había pensado que él enfrentamiento entre Mónic Malvorich Y Elitzyr Strauss terminaría pronto estaban muy equivocados; el conflicto entre esas dos mujeres estaba muy distante de terminar y el principal tema en común tenía nombre y apellido: Dominick Carbajal.Litzy estaba echando humo, muerta de rabia por el simple hecho de que Dominick prefiriera a Mónic por sobre ella, ¿por qué?, ¿por qué la prefería a ella?; ¿que tenía esa bastarda que ella no?... por más que pensaba no lograba obtener respuesta, ella lo había amado durante años; había estado allí para él toda su vida, incondicionalmente, amándolo desde que tenía memoria ¿y para que?, para que él declarada su amor a la primera niña estúpida que se atravesaba en su camino, una bastarda recién aparecido.Y aún así la amaba y a ella la dejaba a un lado, durante años había sido esa amiga incondicional, esa amante que corria a su lado cada vez que él lo pedía y nada había valido la pena pero está iba a cambiar, ella se encarg
— ¡Eres un completo idiota! — grito Mónic dándole una sonora cachetada al hombre frente a ella, haciendo que girará el rostro a causa del impactó.— Mónic yo... — trato de defenderse, de decir algo a su favor que pudiera calmar la rabia que veía brillar en los ojos de la mujer que amaba.— Tu nada, Dominick, eres un idiota — aseguro señalando con su dedo índice de uña perfectamente arreglada, estaban encerrados en la oficina del hombre para que nadie los molestará — Es que no entiendo cómo puedes actuar de esta manera, no me entra en la cabeza — dijo señalando se la cabeza con ambas manos.— Yo te amo a ti, no a ella — se apresuró a justificar sus acciones.— No pues me quedo muy claro que así es — señaló la puerta — lo gritaste a los cuatro vientos, a una mujer embarazada, em–ba–ra–za–da — pronunció la palabra lentamente a ver si él de una vez por todas entendía la magnitud de la situación — de tu hijo, Dominick; ¡tu hijo!— ¡Pues yo no me pienso atar a ella por eso!, un hijo no es u