Craig
Desde ayer he intentado descifrar que hacia tan especial a Marcus. Desde que lo vi la primera vez, fue como si mis ojos no pudieran ver a nadie más. Cuando entré al comedor, lo busqué inmediatamente, sabía que estaba por ahí, podía sentirlo. Fue gratificante encontrarlo, y más aún cuando vi como sus mejillas se encendieron al momento en que nuestros ojos se encontraron. Después de eso, tuve la sensación de que no importaba donde estuviera, iba a encontrarlo.
Tampoco había podido dejar de pensar en lo de esta mañana. ¿Acaso Marcus me coqueteó? No, eso no era posible. Aunque, si lo pensaba bien, la idea no era tan descabellada, ni desagradable.
Iba tan sumido en mis pensamientos, que solo volví a la realidad cuando mi cara choco con la puerta de la entrada.
-¡Mierda!—sí, dolió.
Entre a las oficinas y
Normalmente disfruto lo que hago, pero desde la visita de Ann el estrés y la preocupación de lo que debía hacer no me dejaron dormir.Tuve que hablar con mis amigos al respecto, como los encargados de este lugar y los reclutas, tenemos que saber a qué nos enfrentamos. Todos reaccionaron de diferente manera, pero con la misma seriedad y determinación a dar lo mejor de todos para ganar esta guerra; incluso Garret se puso serio por un momento.Claro que eso fue solo ayer, ahora, mientras intentaba conversar con Takeo sobre cómo mejorar el entrenamiento, Garret no cerraba la boca.-Garret, ¿podrías callarte solo un momento? Estamos intentando resolver un problema aquí.Una vez más, no le tomo importancia a lo que dije.-Si lo que quieres es silencio, deberías irte a ese comedor privado que tu padre hizo para nosotros—dijo sin considerar mi idea de cerrar la boca.
MarcusUna cita. Craig dijo que tendríamos una cita.Me repetí a mí mismo que no debía hacerme ilusiones, que tal vez, Craig solo estaba siendo amable porque yo era vulnerable. Pero, si así fuera, ¿no debería entrenar a más personas? ¿Por qué solo a mí?-¿Podrías quitar esa sonrisa de tu cara? Eres demasiado obvio Marcus—como un buen amigo, Owen se estaba burlando de mí. -Lo siento, no puedo evitarlo—dije haciendo mi sonrisa más amplia.-En serio debe de gustarte mucho.Mis mejillas se encendieron inmediatamente.Solo conocía a Craig desde hace tres días, pero estoy más que seguro que me gusta. Desde la primera vez que lo vi, he sentido cosas que hasta el momento me son inexplicables. Me pone demasiado nervioso estar cerca de él, mi corazón comienza a latir tan fuert
-Craig—gimió Marcus.-Hazlo otra vez—suplicó Craig—Dilo. Di mi nombre.-Craig, no pares.El cuerpo de Marcus se estremeció ante el tacto de Craig, su cuerpo delgado y frágil se sentía tan bien bajo su cuerpo fornido. Sus labios rojos estaba hinchados por tantos besos y de sus ojos brotaban lágrimas de placer.Pero algo estaba mal. Aunque Craig se sentía perdido entre el placer y la lujuria algo lo inquietaba.Un sonido.Alguien o algo hacia ruido cerca de su habitación y arruinaba su atmosfera caliente, hasta que llegó a un punto de no poder soportarlo más. Abrió sus ojos y se encontró solo en su cama y con un enorme problema en su entrepierna.Otra vez había soñado con Marcus.Otra vez fantaseaba con tenerlo. Otra vez ansiaba hacerlo suyo.¿Qué demonios le pasaba? Él no era as
Hace exactamente un mes que el entrenamiento de ciento cincuenta chicos había comenzado; Craig y Takeo se habían hecho cargo de entrenarlos a todos, los nuevos generales se habían encargado de hacerlos sudar, ejercitarlos hasta que les dolieran los huesos y derramar una que otra lagrima.Los chicos habían decidido adelantar el combate cuerpo a cuerpo, no les explicaron por qué a sus reclutas ya que si se enteraban de que las posibilidades de perder esta guerra habían aumentado se desataría el caos.Pero había una duda flotando en el ambiente. Se supone que todos estaban recibiendo el mismo entrenamiento, entonces, ¿cómo es que nuestro omega Marcus ha podido derribar a tres de sus compañeros en combate?En teoría los omegas son menos fuertes que todos los demás, lentos incluso. ¿Por qué Marcus no representaba nada de eso? Obviamente porque nadie sab&iacu
Normalmente para Marcus los días cotidianos eran lo peor que le podía pasar. La monotonía lo volvía loco, lo estresaba a niveles que no entendía y desde que había llegado a la base, su rutina era exactamente la misma. Pero esta vez no le molestaba en lo absoluto.Cuando su entrenamiento se terminaba a las 7 de la noche, corría a prepararse para su hora extra con Craig; entrenaban y al terminar hablaban de cualquier cosa, que por más absurda que fuera a los ojos de alguien más, para ellos solo era un pretexto para quedarse más tiempo juntos. Era bastante monótono. No hubo cambios durante días y jamás eso le molestó.Adoraba pasar tiempo con Craig; le encantaba la manera en que le contaba cosas sobre él y le aceleraba el corazón la forma en que lo miraba cuando era su turno de hablar. Aunque, puede que la razón de que no le moleste su rutina, es po
Levantó a Marcus para que este volviera a sentarse en sus piernas, le sacó la camisa y lo rodeó con sus brazos por la cintura para no dejar que escapara. Acercó su boca a uno de sus pezones y lo envolvió con su lengua. Marcus echó la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que gemía por la sorpresa. Craig le desabrochó el pantalón y le devolvió el favor liberando su también marcada erección. Sus manos lo envolvieron y comenzaron a estimularlo al tiempo que su lengua humedecía sus pezones. El subir y bajar de la mano de Craig por su miembro le estaba provocando un placer mayor al que alguna vez pudo imaginarse sentir. No importaba lo mucho que intentara controlar sus gemidos, Craig se lo hacía imposible.-Craig, ya casi, no pares.-No planeaba hacerlo.No pasó mucho para que Marcus se viniera. Su cuerpo tembló entre los brazos de Craig y se sintió
-Te lo preguntare una vez más: ¿quién eres?Craig y Takeo habían intentado hacer hablar al extraño que atacó a Marcus desde hace dos horas. Como era de esperarse, se negaba a decir palabra alguna y Takeo estaba reconsiderando la idea de Craig para hacerlo hablar a golpes.-Déjame con él a solas unos minutos y te aseguro que va a hablar—gruñó Craig.-Ni lo sueñes. Sigues bastante molesto y no quiero que lo mates.Craig se dio media vuelta y abandonó la habitación. Sabía que tarde o temprano Takeo perdería la paciencia y le daría lo que quería.Llegó a la enfermería donde había hecho que Marcus esperara a ser revisado por Eliza. Afortunadamente no le había pasado nada, solo tenía un ligero rasguño en el brazo derecho que ya había sido atendido.Marcus estaba sent
A la mañana siguiente, realizó la llamada y le dijeron que estarían ahí lo antes posible y mientras eso ocurría, planeaba tener a Marcus cerca, solo que había un pequeño detalle: no encontraba a Marcus.No estuvo en la cafetería a la hora del desayuno ni del almuerzo, no asistió a su entrenamiento de la mañana y no estaba en su habitación. Intentó encontrar a su amigo Owen, pero este también estaba desaparecido y para colmo, Takeo no respondía su estúpido teléfono y la única vez que lo hizo fue para mandarlo al diablo.-Estoy ocupado… Con algo—su voz sonaba rara y parecía estar agitado.-Solo escucha…Y colgó.Planeaba ir a buscarlo para saber cuál era su problema, pero de repente recordó otro lugar en el que podría estar Marcus. La enfermería. Ahí lo había v