Por todos los medios intenté detenerle pero no pude, buscaba la forma de soltar su agarre de mi mano, pero no había forma, por más que lo intentase nuestras manos permanecían unidas así que ya sin fuerzas deje de luchar y en vez de pelear me resigne a seguirla.
La persona que me sostenía de la mano era una chica y no una cualquiera, sino la misma que siempre y en silencio se aparece en mis sueños curiosamente siempre que tengo una pesadilla como cual gritó de salvación.
Aquella no es muy alta, es de compleción media, de figura curvilínea y piel pálida. es de una larga cabellera negra y quien llevaba un vestido blanco de mangas finas a la que constantemente intentaba contemplarle el rostro cosa que ha sido siempre una tarea difícil de realizar porque siempre y no se como logra evitar que la contemple haciéndome permanecer lleno de dudas — ¿Quién puede ser esta chica?
A pesar de todas mis preguntas durante años aquel momento se convirtió en uno completamente mágico para mí y por primera vez luego de mucho tiempo las pesadillas habían sido modificadas por un sueño sereno en donde ella de vez en cuando solía aparecerse así mismo en silencio y llena de misterio.
A pesar de ser una simple representación aquel momento se había convertido en los mejores de mi vida, pero seamos sinceros aquello no se aparta de lo que es, parte misma de la irrealidad, de la fantasía y de los sueños que con ayuda de Morfeo me insistía a permanecer sumergido en ellos y así me dejo llevar.
(Horas más tarde)
He dormido y desconozco la verdad por cuánto tiempo así que como una acción innata mi cuerpo empieza a reaccionar tras salir del trance en el que se sumerge la mente durante el sueño.
Allí finalmente abro los ojos y con lo primero que tropiezo es con la hermosa imagen del cielo el cual se encuentra arribando con insistencia el atardecer.
Ya el sol se encuentra lo suficientemente bajo como para no producir malestar alguno con su luz en mis ojos, pero lo sufrientemente alto como para aun permitirme deslumbrar con su majestuosidad así el cielo azul que con anterioridad ya se encontraba levemente teñido en algunas zonas por el color rojo del crepúsculo.
Tras pensar un momento abandono el diván mientras cruzo mis brazos a nivel de mi espalda y me acercó hasta la ventana para contemplar con una mejor claridad aquel paisaje.
Encontrándome completamente de espalda rodeado del silencio y mientras mis ojos permanecen fijos siento como alguien intenta ingresar a mi oficina pues escucho como el pomo de la puerta era girado sobre su propio eje haciendo eventualmente que aquella persona se abriera paso a su interior.
— Señor Richmond, perdón por molestarle pensaba que aún se encontraba dormido.
Quien replica aquello es Silvia Harris mi asistente, una mujer hermosa de características físicas envidiables, quien posee unas curvas de ataque y mente de tiburón.
Sí, como lo leíste su increíble inteligencia no tiene comparación pues es capaz de embobar al hombre más audaz alguna vez nombrado y doblegarlo a sus pies, es una mujer completamente sublime más a un y eh de admitir sin dudas la excelente amante que puede ser en la cama y de eso no me cabe duda pues durante dos largos años eh disfrutado de hacerla enredar entre mis sabanas, eh disfrutado a plenitud de escucharla gemir y verla gritar de placer una vez sus orgasmo llegan a su punto cumbre.
Como si ella no hubiese dicho nada la ignoro pues en estos momentos me negaba rotundamente a hablar y a pronunciar la más mínima palabra pero a aquella era bien sabido por mi que no le importaría y dejarme completamente en paz no era parte de su plan.
Silvia disfrutaba siempre provocarme y sacarme de mis casillas siempre que me encontraba enojado o del mal humor porque ella sabía que a la hora de que nos acostáramos la trataría como a ella le gustaba de una manera violenta y pecaminosa.
Sin importarle nada aquella cerró la puerta tras de sí con la intención notable de querer hacer una de las perversidades suyas la cual se mantenía inscrita en cada uno de sus movimientos, ella quería jugar con fuego y no le importaba quemarse, no muy se la alejo de la puerta la escuche dar algunos pasos para acercarse hasta el escritorio y con cautela se detuvo replicando con una voz seductora.
— Por cierto, aquí traigo los documentos de la conciliación que me pidió — con voz serena y con evidentes toques de coquetería pronunció aquellas palabras, sus intenciones cada vez eran más evidentes y cada vez dejaba en el olvido un poco de la vergüenza que aun le quedaba mostrándose bastante más atrevida.
Por curiosidad giré mi cabeza para ver donde aquella se encontraba llevándome la sorpresa de verla tan bien acomodada sentada semi recostada sobre el borde del escritorio, al darse cuenta de que finalmente la observaba aquella sin mediar palabra cruzo sus piernas haciendo que su falda se encogiera unos pocos centímetros dejando totalmente expuestos sus mulos perfectamente contorneados.
No voy a mentir, de ser otras las circunstancias no me importaría tomarla justo aquí y ahora, créanme cuando les digo que no me importaría desnudarla y justo sobre este escritorio castigarla, dejar caer con fuerza mi mano sobre su tan redondo trasero expuesto mientras aun lleva puesta aquellas pequeñas piezas de lencería que ella casi siempre suele usar tal y como en otras ocasiones ha sucedido, pero las imágenes que en mis sueños habían aparecido hace un momento no dejaban de resonar una y otra vez en mi cabeza impidiéndome pensar con completa claridad por lo que tras recapacitar un momento exclamé una vez que volví mi cabeza hasta la ventana — déjalos en el escritorio — indique mientras que en mi voz se instauraba un tonto notablemente brusco y lleno de frialdad.
— ¡Umm! Porque actúas tan cortante, ven acércate y juguemos un rato, el edificio está prácticamente solo y en esta planta estamos solo tu y yo por lo que podemos hacer todo el ruido que queramos — insisto aquella dejándose llevar de sus pecadores y lujuriosos deseos.
— No estoy de humor Silvia.
— Anda no seas malo, puedo ver lo estresado que estas y créeme que te podría ayudar si tan solo jugaras un rato conmigo — volvió a aquella a insistir abiertamente.
— Ya dije que no, así que por favor retírate tengo que terminar mi labor.
Y dejando salir un — ¡Ash! — continuó diciendo — le quitas lo divertido a la vida tonto con esa estúpida seriedad que te cargas.
Aquella no muy bien reclamó aquello descendió de la mesa, se acomodó la ropa, dio algunos pasos alejándose del escritorio y dirigiéndose directamente hasta la puerta la abrió, atravesó el portal y tras cerrar con brusquedad expreso su evidente descontento ante aquel rechazo.
Respire hondo tras haber experimentado aquella escena de cual niña caprichosa que Silvia había montado solo por no hacer lo que ella quería, solo por malditamente negarme.
Ante aquello sabiendo que tenía el tiempo contado intente hacer todo a un lado pues debía concentrarme y ordenar mis ideas así que en un primer intento di la vuelta, me acerque hasta el escritorio y tirando de la silla me acomode, tome aquella carpeta en mano con los documentos de la conciliación a los cuales en una primera instancia simplemente le di una ojeada buscando así empezar y me puse manos a la obra.
Estaba cansando, sumamente cansando a pesar de haber dormido un buen rato y temía que tal molestia me impidiera terminar mi trabajo, mis pensamientos volaron y solo podía pensar en aquel viaje que ante todo era inmensamente añorado por mí que en poco tiempo iba a realizar.
Volver allá es todo un sueño hecho realidad ya que luego de que salí de aquella isla aun siendo un niño nunca más había podido regresar y reencontrarme con las personas que marcaron un antes y un después en mi vida estar allá era mi mayor anhelo la hermosa tierra en la que viví durante cinco años de mi infancia la hermosa isla tropical de la República Dominicana.
El tiempo era cruel ya que trascurría lento como no queriendo avanzar, pero aun así mi emoción era enorme, aunque para nada evidente tras pensar algunos segundos y sentirme con energía para acabar con mi cometido tome de nuevo aquella carpeta en mano y me dispuse a corregir, tachar y modificar los errores que en él se encontrasen y ya con todo aquello listo solo faltaba un paso final digitar e imprimir y luego de mucho teclear todo se encontraba finalmente impecable.
Ya listo guarde todo en mi maletín, rápidamente ordene mi ropa y salí de aquel edificio con la frente en alto, pero con el espíritu quebrantado añorando así llegar a casa para darme un buen baño y luego con calma tan solo pretendía entrar en el jacuzzi en tanto las burbujas hicieran su trabajo mientras disfruto de una buena botella de vino y tras haberme relajado dirigirme al dormitorio para sumergirme en aquella cómoda cama envuelta en sabanas cálidas.
Aunque pensaba que no lo iba a lograr así a fin de cuentas lo hice, como lo pensé lo realicé, cada paso lo lleve a cabo y una vez en la cama mire al techo deje que mis ojos se relajarán y le dije adiós aquel día tan agotador.
Dormir es uno de los mejores placeres que en la vida se pueda experimentar, pero que pocos pueden completamente de disfrutarlo en su totalidad.— Nuevo amanecer —El sol ha empezado a elevarse en el firmamento dándole la bienvenida a tan esperada mañana, mientras yo aun permanezco soñando envuelto en este mundo de fantasía, mi conciencia no quiere apartarse aun de las imágenes que en mis sueños resplandecen con tanta claridad al encontrarse de nuevo con la imagen aquella chica que conmociona todo de mí y quien provoca con gran interés mi curiosidad.Me encontraba completamente dormido presenciando el inicio de aquella nueva escena sumergido en medio de la penumbra que mi propia mente da vida cuando inesperadamente la luz dentro de mi conciencia se hizo notar iluminando todo a su paso tras encontrarme envuelto en una horrible pesadilla, una de las tantas que usualmente suelen atormentarme y allí ella apareció.Aquella como as de humo se instaló frente a mi disipando todo lo malo que pud
Los ojos de aquella se iluminaron instantáneamente, sabía que aquellas palabras habían sido gratamente recibidas por ella, en tanto, aunque aquella quería saltar de evidente emoción simplemente no lo hacía, mi tendencia a ser gruñón y frío me ha forjado una mala imagen entre mis empleados imagen que acepto en totalidad y por lo que estimo que la actitud de Anni no resultara ser tan explosiva como yo esperaba, más sin embargo solo se limitó a decir.— Mil gracias señor no imagino lo mucho que le agradezco esto.— No hay de que Anni, solo te pido que tengas cuidado y procura cerrar bien antes de irte.— Claro señor esto téngalo por su seguro, desde que termine volveré a mis labores no muy bien regrese aquí — y así habiendo reafirmado aquello con evidente emoción aquella se dedico a terminar sus deberes en aquella cocina.Miró el reloj que con especial rapidez marca las siete treinta de la mañana, me pongo de pie y me dirijo de nuevo hasta mi habitación con rumbo al cuarto de baño para as
Es bastante temprano apenas las primeras horas de la mañana se encuentran siendo marcadas en el reloj mientras que las agujas indican con fervor que son las seis y veinte minutos el día apenas empieza a asomar su indudable aura.Antes de que el bullicio de la ciudad se haga escuchar sin tregua alguna disfrutando meramente de la suave brisa de la mañana se encuentra Milena en plena actividad matutina, mientras resuenan en sus sentidos a través de los audífonos un repertorio musical bastante variado y sobre todo enérgico donde el rap, el hip hop y la música electrónica relucen con toda vibra.Como es de costumbre para ella, la misma ya se encuentra despierta corriendo alrededor del parque Ángeles activando su ser para él movido día que se le avecinaba una zona recreativa localizada en pleno centro de los apartamentos que conforman el residencial Larus donde se encuentra su hogar el cual se encuentra localizado casi a la salida de la ciudad de Orlando.Tal sitio se mantiene la mayor parte
La incomodidad que sacar a aquellos recuerdos me producía me hacían ser algo reactiva y la rabia no me permitía contar todo como en realidad debía y solo me limitaba a contar pequeños fragmentos que no dejaran en evidencia la persona de la cual se trataba.— Huir así de su parte fue muy cruel, durante todos estos años no eh podido evitar sentir ese vacío en mi vida que me dejo su desaparición, sentimiento que hasta ese momento no había vuelto a experimentar desde que mis padres emigraron dejándome así con los abuelos, al final la sensación de que algo te falta se asentó en mi alma pues un día simplemente estaba con nosotros en casa y al otro de la nada ya se había marchado sin decir adiós. Respiré profundo pues sentí como mis emociones intentaban derrumbarme, pero a pesar de ello me contuve y seguí hablando antes de que mis emociones me traicionaran — aquel día Em tras llegar de la escuela me llevé tremenda sorpresa para nada grata a la salida solíamos irnos juntos para regresar a ca
Las horas pasaron volando dando aviso a que ya eran las once con diez minutos de la mañana la cual se marcaba con especial ahincó en aquel reloj que yacía en mi muñeca haciéndose de conocimiento para mí el hecho de que ya nos encontrábamos algo retrasados, demás estaba decir que se había extendido demasiado tal reunión pues era algo completamente evidente. Al percatarnos con prisa abandonamos aquel edificio y tanto Chris como yo arribamos el auto, más con especial rapidez salimos hasta el aeropuerto, estábamos relativamente lejos y perder el vuelo no era un lujo que quisiera realmente tomar pues costara lo que costara debía de llegar. — Pisa a fondo — dije mientras clavaba mis ojos en el chofer a través del retrovisor al encontrarme justamente acomodado en el asiento de atrás desde donde aquel podía verme perfectamente a la cara. Y como si de una orden de vida o muerte se tratase aquel piso por completo el acelerador evadiendo velozmente el tráfico llegando incluso a to
Aquella mujer venía con la cabeza semi agachada intentando ordenar un poco su uniforme, traía su cara un tanto manchada por un polvo blanco presumiblemente harina y como venia tan ensimismada en ella misma simplemente en una primera instancia no se percató de nuestra presencia así que dirigiéndose al señor comentó — ¿Qué necesita? Aquel hombre dejo que la chica finalmente levantara la cabeza para que por cuestión propia salvaguardara su duda y pasando algunos segundos aquella finalmente elevo su rostro terminando por ende chocando con Christian y conmigo quienes la observábamos con entera atención, en su cara la sorpresa se reflejó pues para nada se esperaba vernos a nosotros allí.Aquella en la comisura de su boca dibujo una sonrisa nerviosa que dominaba su rostro y dirigiendo su vista hasta aquel hombre con evidente rastro de molestia entre dientes refuto mientras levemente jugueteaba con sus dedos a nivel de su pecho — no era más sencillo avisarme antes de su llegada, digo para
Despacio y sin que aquella se percatara aún de mi presencia paso entre paso di algunos cuantos sin hacer mucho ruido hasta acercarme lo suficiente y así contemplarla con detenimiento mientras la mirada la mantenía fija en ella.Indudablemente aquella chica era sumamente hermosa mis ojos no podían ser apartados de ella pues una fuerza mayor me obligaba a permanecer enfocado en su figura por lo que me dedique a contemplarla por algún tiempo más desde los pies hasta la cabeza. Aquella para nada se había percatado de mí pues yo había actuado como un gato al asecho sigilosa y pendiente de mi presa hasta que finalmente tras haber girado su cabeza me descubrió en pleno acto eh inmediatamente me increpo — ¿Quién eres y porque me observas de esa manera? — reclamo aquella con suma curiosidad tomada por la sorpresa que verme allí le suscito al tiempo que llevaba sus manos hasta aquella bata que reposaba casualmente abierta para encogerla y apartar así mi vista de su figura. — Solo un in
— Sí querías tenerme cerca no tenías que llegar a tal punto — dije con toda confianza, aunque reconozco que no fue el mejor momento, pero sin dudas no podía dejar pasar de largo tal oportunidad sin aprovecharla. Aun sosteniéndola la ayude a incorporarse por completo mientras aquella yacía sujetada a mis brazos, e inmediatamente me percate con intención con una evidente malicia que la tela de la bata con la que anteriormente Milena intentaba cubrirse se encontraba ya abierta dejando su cuerpo libre para el disfrute de mi vista, volviéndose completamente deleitable los contornos de sus pecho junto a la delicadeza de su piel por lo que no pude evitar retenerla, simplemente me negaba a soltarle así pues terminé estrechándola fuertemente contra mi cuerpo. Con mis ojos la contemplaba ahora ya del todo cercana a mi siendo consciente del rosé de nuestra piel como hacía rato lo venía deseando, estábamos tan cerca el uno del otro que podía sentir como el palpitar de su corazón aumenta