Dormir es uno de los mejores placeres que en la vida se pueda experimentar, pero que pocos pueden completamente de disfrutarlo en su totalidad.
— Nuevo amanecer —
El sol ha empezado a elevarse en el firmamento dándole la bienvenida a tan esperada mañana, mientras yo aun permanezco soñando envuelto en este mundo de fantasía, mi conciencia no quiere apartarse aun de las imágenes que en mis sueños resplandecen con tanta claridad al encontrarse de nuevo con la imagen aquella chica que conmociona todo de mí y quien provoca con gran interés mi curiosidad.
Me encontraba completamente dormido presenciando el inicio de aquella nueva escena sumergido en medio de la penumbra que mi propia mente da vida cuando inesperadamente la luz dentro de mi conciencia se hizo notar iluminando todo a su paso tras encontrarme envuelto en una horrible pesadilla, una de las tantas que usualmente suelen atormentarme y allí ella apareció.
Aquella como as de humo se instaló frente a mi disipando todo lo malo que pudiera surgir, en tanto como pude rápidamente me abalance contra ella sin esperar demasiado pues esta vez quería intentar ver su rostro, descubrir sus rasgos y sus expresiones, tenía suma curiosidad pues quería contemplarla, quería saber quién era pero aquello era más que imposible.
Varias veces me lance contra su ser pero simplemente no lograba hacer que se girara, siempre la espalda contra mi volteaba y finalmente ya cansado tras haber realizado múltiples intentos decepcionado por no lograr mi cometido me deje caer de espalda con rumbo al suelo mientras me quedaba quieto contemplando su erguido cuerpo, su pelo y sobre todo su figura al ella permanecer de pie junto a mí.
Tras aquello por un momento levante la vista como buscando alguna respuesta en el cielo, pero nada desde lo alto fue escuchado más sin embargo como cual señal del firmamento poco a poco aquella se disipo dejando detrás de si cual nudo en mi garganta.
¡Pi, pi, pi, pi, pi! El reloj despertador anuncia con un gran furor que ya son las seis en punto de la mañana, hora en que debo abandonar la cama para iniciar mi labor.
Aquel sonido retumba muy cerca en mi oído provocando que mis ojos se abriesen de par en par, por lo cual giró mi cabeza dando instantáneamente con aquel reloj que yace aun lado de la cama encima de la mesilla de noche alborotado haciéndose escuchar.
Sin titubear lanzo mi mano en su contra y tras localizar el botón de apagado presiono mis dedos contra él — por fin se ha callado — exclame tras finalmente haber cesado aquel ruido mientras mi habitación era tomada por el silencio.
Froto mis dedos contra mis ojos queriendo apartar la pesadez en la que se mantienen aun sumergidos, de seguido respiró hondo y una pequeña risa se escapa de mi boca al tiempo que musito — me estaré volviendo loco, desconozco que sucederá en un futuro, pero espero que por lo menos tú seas real — pues curiosamente la esperanza de poder dar con tal e intrigante chica desde hace unos días se había anidado en mi corazón y ahí se mantenía.
Nuevamente respiró hondo, de seguido me incorporo poniéndome de pie más no obstante estiró mi cuerpo queriendo deshacerme de aquel molesto adormecimiento en el cual se mantienen inmersas mis extremidades aun, de seguido doy algunos pasos que aunque lentos con seguridad me muestro y así me acerco hasta el baño para lavar mis dientes deshaciéndome de aquel mal sabor de boca que me acompañaba e instantáneamente me afeito dándole un toque juvenil a mi rostro.
Así frente a aquel lavado me miró al espejo del lavado mientras abandono aquel pantalón el cual llevaba puesto al dormir dejando completamente expuesta mi desnudez.
Mi mente se mantenía constantemente en una discusión sin tregua alguna pues de todas las formas habidas y por haber intentaba formular las posibles razones de tales experiencias hasta que finalmente entro a la regadera y por instinto coloco mis manos contra la pared, si bien tenía prisa por tan ajetreado día el cual daba inició, curiosamente me sentía relajar tras notar la sensación de calma que me proporcionaban aquellas gotas al recorrer mi cuerpo una vez impactaban en mi cabeza mientras se deslizaban con rapidez por mi espalda empapándome así totalmente.
Lavo mi cuerpo sin dejar al margen ni la más mínima parte, en tanto una vez me siento completamente limpio abandono la regadera envolviéndome a nivel de mis caderas en una toalla y dirigiéndome de regreso hasta la habitación voy directo al armario.
De su interior extraigo un traje en color negro debidamente combinado con su camisa blanca el cual me queda bastante ajustado a mi torso mientras que de igual modo de uno de los cajones extraigo ropa interior junto a unas medias y tras ver mi colección de calzado formales no muy lejano de donde me encontraba extraigo unos zapatos de vestir que convinaran con mi atuendo.
Todo aquello lo ciño sobre mí ser mientras me deslumbraba ante el espejo siendo consciente ante todo de aquellos detalles que faltaban concretándoles así con rapidez y tras colocarme mi reloj favorito junto a un poco de colonia para oler tentativamente a los sentidos estaba más que preparado para realizar un último paso antes de abandonar mi dormitorio.
Una vez listo me dispongo a preparar mis maletas antes de salir a fin de cuentas de la recamara sin perder tiempo alguno, pues inmediatamente terminase la reunión me tendría que marcharme con gran urgencia rumbo al aeropuerto para poder estar a tiempo, por lo cual, acomodando las prendas que con anterioridad había seleccionado las ordeno con especial cautela dentro de las maletas procurando el hecho de que nada se me olvidase.
Finalmente, con mi equipaje en mano, los documentos personales debidamente en orden junto a mi maletín, abandono aquella habitación.
Sin preocupación alguna atravieso el pasillo para llegar finalmente hasta la cocina donde el ama de llaves la señora Anni se encuentra preparando el desayuno cuidadosamente.
— Buenos días Anni — musitó en señal de cortesía tras entrar a la cocina.
— Buenos días señor Richmond — con especial amabilidad aquella me devolvió aquel saludo y continúo replicando — el menú de hoy es café negro con poca azúcar, huevos revueltos con tocino, algo de pan integral, junto a algunas piezas de fruta y algo de cereal con su respectiva porción de leche, pensé que como tendrá un día bastante movido lo correcto sería que desayune algo sustancioso y de provecho.
— ¡Umm!, suena delicioso Anni.
— Créame que lo está señor.
Cuanto aquella dijo con evidente destreza sirvió colocando cada uno de aquellos platillos en la mesa delante de mí para que todos fuesen devorados, terminando así cada uno de aquellos consumidos en su entera totalidad hasta quedar yo completamente saciado.— Gracias Anni — repuse una vez que terminé y continúe diciendo — como ya sabrás durante algunos días no estaré por aquí, así que lo estuve pensando, porque no empacas y te vas con tu familia, así descansas hasta que regrese.
— Lo dice enserio señor.
— Completamente.
Los ojos de aquella se iluminaron instantáneamente, sabía que aquellas palabras habían sido gratamente recibidas por ella, en tanto, aunque aquella quería saltar de evidente emoción simplemente no lo hacía, mi tendencia a ser gruñón y frío me ha forjado una mala imagen entre mis empleados imagen que acepto en totalidad y por lo que estimo que la actitud de Anni no resultara ser tan explosiva como yo esperaba, más sin embargo solo se limitó a decir.— Mil gracias señor no imagino lo mucho que le agradezco esto.— No hay de que Anni, solo te pido que tengas cuidado y procura cerrar bien antes de irte.— Claro señor esto téngalo por su seguro, desde que termine volveré a mis labores no muy bien regrese aquí — y así habiendo reafirmado aquello con evidente emoción aquella se dedico a terminar sus deberes en aquella cocina.Miró el reloj que con especial rapidez marca las siete treinta de la mañana, me pongo de pie y me dirijo de nuevo hasta mi habitación con rumbo al cuarto de baño para as
Es bastante temprano apenas las primeras horas de la mañana se encuentran siendo marcadas en el reloj mientras que las agujas indican con fervor que son las seis y veinte minutos el día apenas empieza a asomar su indudable aura.Antes de que el bullicio de la ciudad se haga escuchar sin tregua alguna disfrutando meramente de la suave brisa de la mañana se encuentra Milena en plena actividad matutina, mientras resuenan en sus sentidos a través de los audífonos un repertorio musical bastante variado y sobre todo enérgico donde el rap, el hip hop y la música electrónica relucen con toda vibra.Como es de costumbre para ella, la misma ya se encuentra despierta corriendo alrededor del parque Ángeles activando su ser para él movido día que se le avecinaba una zona recreativa localizada en pleno centro de los apartamentos que conforman el residencial Larus donde se encuentra su hogar el cual se encuentra localizado casi a la salida de la ciudad de Orlando.Tal sitio se mantiene la mayor parte
La incomodidad que sacar a aquellos recuerdos me producía me hacían ser algo reactiva y la rabia no me permitía contar todo como en realidad debía y solo me limitaba a contar pequeños fragmentos que no dejaran en evidencia la persona de la cual se trataba.— Huir así de su parte fue muy cruel, durante todos estos años no eh podido evitar sentir ese vacío en mi vida que me dejo su desaparición, sentimiento que hasta ese momento no había vuelto a experimentar desde que mis padres emigraron dejándome así con los abuelos, al final la sensación de que algo te falta se asentó en mi alma pues un día simplemente estaba con nosotros en casa y al otro de la nada ya se había marchado sin decir adiós. Respiré profundo pues sentí como mis emociones intentaban derrumbarme, pero a pesar de ello me contuve y seguí hablando antes de que mis emociones me traicionaran — aquel día Em tras llegar de la escuela me llevé tremenda sorpresa para nada grata a la salida solíamos irnos juntos para regresar a ca
Las horas pasaron volando dando aviso a que ya eran las once con diez minutos de la mañana la cual se marcaba con especial ahincó en aquel reloj que yacía en mi muñeca haciéndose de conocimiento para mí el hecho de que ya nos encontrábamos algo retrasados, demás estaba decir que se había extendido demasiado tal reunión pues era algo completamente evidente. Al percatarnos con prisa abandonamos aquel edificio y tanto Chris como yo arribamos el auto, más con especial rapidez salimos hasta el aeropuerto, estábamos relativamente lejos y perder el vuelo no era un lujo que quisiera realmente tomar pues costara lo que costara debía de llegar. — Pisa a fondo — dije mientras clavaba mis ojos en el chofer a través del retrovisor al encontrarme justamente acomodado en el asiento de atrás desde donde aquel podía verme perfectamente a la cara. Y como si de una orden de vida o muerte se tratase aquel piso por completo el acelerador evadiendo velozmente el tráfico llegando incluso a to
Aquella mujer venía con la cabeza semi agachada intentando ordenar un poco su uniforme, traía su cara un tanto manchada por un polvo blanco presumiblemente harina y como venia tan ensimismada en ella misma simplemente en una primera instancia no se percató de nuestra presencia así que dirigiéndose al señor comentó — ¿Qué necesita? Aquel hombre dejo que la chica finalmente levantara la cabeza para que por cuestión propia salvaguardara su duda y pasando algunos segundos aquella finalmente elevo su rostro terminando por ende chocando con Christian y conmigo quienes la observábamos con entera atención, en su cara la sorpresa se reflejó pues para nada se esperaba vernos a nosotros allí.Aquella en la comisura de su boca dibujo una sonrisa nerviosa que dominaba su rostro y dirigiendo su vista hasta aquel hombre con evidente rastro de molestia entre dientes refuto mientras levemente jugueteaba con sus dedos a nivel de su pecho — no era más sencillo avisarme antes de su llegada, digo para
Despacio y sin que aquella se percatara aún de mi presencia paso entre paso di algunos cuantos sin hacer mucho ruido hasta acercarme lo suficiente y así contemplarla con detenimiento mientras la mirada la mantenía fija en ella.Indudablemente aquella chica era sumamente hermosa mis ojos no podían ser apartados de ella pues una fuerza mayor me obligaba a permanecer enfocado en su figura por lo que me dedique a contemplarla por algún tiempo más desde los pies hasta la cabeza. Aquella para nada se había percatado de mí pues yo había actuado como un gato al asecho sigilosa y pendiente de mi presa hasta que finalmente tras haber girado su cabeza me descubrió en pleno acto eh inmediatamente me increpo — ¿Quién eres y porque me observas de esa manera? — reclamo aquella con suma curiosidad tomada por la sorpresa que verme allí le suscito al tiempo que llevaba sus manos hasta aquella bata que reposaba casualmente abierta para encogerla y apartar así mi vista de su figura. — Solo un in
— Sí querías tenerme cerca no tenías que llegar a tal punto — dije con toda confianza, aunque reconozco que no fue el mejor momento, pero sin dudas no podía dejar pasar de largo tal oportunidad sin aprovecharla. Aun sosteniéndola la ayude a incorporarse por completo mientras aquella yacía sujetada a mis brazos, e inmediatamente me percate con intención con una evidente malicia que la tela de la bata con la que anteriormente Milena intentaba cubrirse se encontraba ya abierta dejando su cuerpo libre para el disfrute de mi vista, volviéndose completamente deleitable los contornos de sus pecho junto a la delicadeza de su piel por lo que no pude evitar retenerla, simplemente me negaba a soltarle así pues terminé estrechándola fuertemente contra mi cuerpo. Con mis ojos la contemplaba ahora ya del todo cercana a mi siendo consciente del rosé de nuestra piel como hacía rato lo venía deseando, estábamos tan cerca el uno del otro que podía sentir como el palpitar de su corazón aumenta
Con semejante golpe no tuve más opción que soltarle terminando así apartándome de ella, le di su espacio no por decisión propia sino más bien porque tal bofetada me dejo conmocionado, ya que nunca una mujer había reaccionado así contra mí. Aquella sin ayuda de nadie tuvo el valor de enfrentarme con gran valentía, tuvo la fuerza para evitar ser seducida y terminó por hacerme frente sin importarle la reacción que a causa de tal acto yo pudiera manifestar en su contra. Por algún tiempo aquella se mantuvo observándome, con facilidad pude ver como su semblante iba cambiado con el pasar de los segundos pues donde anteriormente habían reflejados sentimientos de odio vivido en sus ojos contra mi persona finalmente aquellas expresiones terminaron siendo sustituidas por la silueta misma de la desilusión. Poco tiempo después ella se alejó, inicio su marcha con la frente firme y sin ser doblegada; cuando casi estaba por desaparecer entre uno de los pasillos detuvo su marcha man