Las horas pasaron volando dando aviso a que ya eran las once con diez minutos de la mañana la cual se marcaba con especial ahincó en aquel reloj que yacía en mi muñeca haciéndose de conocimiento para mí el hecho de que ya nos encontrábamos algo retrasados, demás estaba decir que se había extendido demasiado tal reunión pues era algo completamente evidente. Al percatarnos con prisa abandonamos aquel edificio y tanto Chris como yo arribamos el auto, más con especial rapidez salimos hasta el aeropuerto, estábamos relativamente lejos y perder el vuelo no era un lujo que quisiera realmente tomar pues costara lo que costara debía de llegar. — Pisa a fondo — dije mientras clavaba mis ojos en el chofer a través del retrovisor al encontrarme justamente acomodado en el asiento de atrás desde donde aquel podía verme perfectamente a la cara. Y como si de una orden de vida o muerte se tratase aquel piso por completo el acelerador evadiendo velozmente el tráfico llegando incluso a to
Aquella mujer venía con la cabeza semi agachada intentando ordenar un poco su uniforme, traía su cara un tanto manchada por un polvo blanco presumiblemente harina y como venia tan ensimismada en ella misma simplemente en una primera instancia no se percató de nuestra presencia así que dirigiéndose al señor comentó — ¿Qué necesita? Aquel hombre dejo que la chica finalmente levantara la cabeza para que por cuestión propia salvaguardara su duda y pasando algunos segundos aquella finalmente elevo su rostro terminando por ende chocando con Christian y conmigo quienes la observábamos con entera atención, en su cara la sorpresa se reflejó pues para nada se esperaba vernos a nosotros allí.Aquella en la comisura de su boca dibujo una sonrisa nerviosa que dominaba su rostro y dirigiendo su vista hasta aquel hombre con evidente rastro de molestia entre dientes refuto mientras levemente jugueteaba con sus dedos a nivel de su pecho — no era más sencillo avisarme antes de su llegada, digo para
Despacio y sin que aquella se percatara aún de mi presencia paso entre paso di algunos cuantos sin hacer mucho ruido hasta acercarme lo suficiente y así contemplarla con detenimiento mientras la mirada la mantenía fija en ella.Indudablemente aquella chica era sumamente hermosa mis ojos no podían ser apartados de ella pues una fuerza mayor me obligaba a permanecer enfocado en su figura por lo que me dedique a contemplarla por algún tiempo más desde los pies hasta la cabeza. Aquella para nada se había percatado de mí pues yo había actuado como un gato al asecho sigilosa y pendiente de mi presa hasta que finalmente tras haber girado su cabeza me descubrió en pleno acto eh inmediatamente me increpo — ¿Quién eres y porque me observas de esa manera? — reclamo aquella con suma curiosidad tomada por la sorpresa que verme allí le suscito al tiempo que llevaba sus manos hasta aquella bata que reposaba casualmente abierta para encogerla y apartar así mi vista de su figura. — Solo un in
— Sí querías tenerme cerca no tenías que llegar a tal punto — dije con toda confianza, aunque reconozco que no fue el mejor momento, pero sin dudas no podía dejar pasar de largo tal oportunidad sin aprovecharla. Aun sosteniéndola la ayude a incorporarse por completo mientras aquella yacía sujetada a mis brazos, e inmediatamente me percate con intención con una evidente malicia que la tela de la bata con la que anteriormente Milena intentaba cubrirse se encontraba ya abierta dejando su cuerpo libre para el disfrute de mi vista, volviéndose completamente deleitable los contornos de sus pecho junto a la delicadeza de su piel por lo que no pude evitar retenerla, simplemente me negaba a soltarle así pues terminé estrechándola fuertemente contra mi cuerpo. Con mis ojos la contemplaba ahora ya del todo cercana a mi siendo consciente del rosé de nuestra piel como hacía rato lo venía deseando, estábamos tan cerca el uno del otro que podía sentir como el palpitar de su corazón aumenta
Con semejante golpe no tuve más opción que soltarle terminando así apartándome de ella, le di su espacio no por decisión propia sino más bien porque tal bofetada me dejo conmocionado, ya que nunca una mujer había reaccionado así contra mí. Aquella sin ayuda de nadie tuvo el valor de enfrentarme con gran valentía, tuvo la fuerza para evitar ser seducida y terminó por hacerme frente sin importarle la reacción que a causa de tal acto yo pudiera manifestar en su contra. Por algún tiempo aquella se mantuvo observándome, con facilidad pude ver como su semblante iba cambiado con el pasar de los segundos pues donde anteriormente habían reflejados sentimientos de odio vivido en sus ojos contra mi persona finalmente aquellas expresiones terminaron siendo sustituidas por la silueta misma de la desilusión. Poco tiempo después ella se alejó, inicio su marcha con la frente firme y sin ser doblegada; cuando casi estaba por desaparecer entre uno de los pasillos detuvo su marcha man
Camino por aquel pasillo que atraviesa por completo todo aquel lugar una vez que salgo de mi habitación y me dirijo hasta la cocina, antes de ni siquiera cruzar el portal noto el pequeño discurso de una persona que con gran vigorosidad se expresa, era un locutor pues ya desde tempranas horas de la mañana los empleados se encontraban recargando pilas al escuchar cual repertorio musical de manos de aquel comentarista. — Buenos días, amigos oyentes, buenos días amada RD, sin dudas me complace saludarles en esta nueva jornada ya hoy martes quince de marzo, de nuevo despiertos y vigorizantes en esta hermosa tierra de Dios, como cada mañana anunciamos son las siete en punto y tu emisora de confianza Radio Sol 90.8 FM te dice “ Levántate “. Escucharle, aunque podría decir que era un tanto ruidoso para mi gusto aquel de igual manera infundía un toque único de energía a aquella mañana era como recargar pilas automáticamente. Finalmente me dispongo a cruzar el portal e instantáne
Por un momento guarde silencio, mientras con delicadeza continúe acariciando a aquel singular corcel permitiéndome sentir como su pelaje tan sedoso se deslizaba con facilidad por entre mis dedos, su tamaño podría decir que era bastante imponente, pero eso en comparación a su temperamento lo hacían parecer como un enorme cachorro. — ¿Cuál es su nombre? — exclame entre dientes sin girar mi cabeza hasta donde se encontraba Milena. — No te importa — con cual disgusto evidente exclamo aquella. — Claro que me importa por algo realizo tal pregunta ¿Cuál es su nombre? — ¿Qué te hace pensar que tiene uno? — De no ser así no lo tratarías con tanta cercanía, le reflejas tanto amor como si de a una antigua mascota se tratará — enmarque en mi rostro cual mirada seductora queriendo devorarla por completo tras ver como sus ojos se posaban en mi. — Eso es mentira. — Claro que no, sabes perfectamente que estoy en lo cierto, ahora bien, si lo que dices es verdad no te i
Presumía a ciencia cierta lo agresiva que podría llegar a convertirse tal chica ante tales provocaciones pues es de admitir que tiene un fuerte temperamento, por lo tal sin dudarlo dos veces pegue mi cuerpo contra el suyo para hacerle complicado el hecho de mover sus piernas y que por ende terminara golpeando alguna zona delicada de mi cuerpo inmovilizándola así casi por completo. — Suéltame ¿Qué haces? — forcejeando contra mi mientras intenta soltarse exclamo aquella. — No es evidente, a las fieras se les sujeta para poder dominarlas para que no se hagan daño ellas mismas y tampoco lastimen a su dueño. — ¿Pero qué dices? Yo no soy una fiera menos un animal y tampoco eres mi dueño. — Perfectamente lo sé — comenté de forma sarcastica. Por alguna razón al verla sometida la temperatura en mi cuerpo empezó a elevarse por lo que la sensación abrupta de calor empezó a hacerse notar cada vez más, podía sentir como a cada paso la sangre que recorre a través de mis venas se i