Mila:Hoy es viernes, por fin saldré de estas cuatro paredes que, aunque haya estado muy bien atendida y vigilada, ya no quería estar ahí, quería estar cerca de mi prometido o en su caso, en un lugar que hiciera mi propio hogar, ahora todos me pedían fotos, firmas, y si, mi vida había cambiado, parecía un enigma, llegue al punto de ser una de las mujeres mas odiadas del país, sino es que de todo el mundo tal vez, pero eso implicaba ser la mujer que Harry Wild había decidido amar. El rey, ya había dado instrucciones de como debían cuidarme y de cómo debían tener alta seguridad en el reino, Harry se notaba preocupado, pero no podíamos estar viviendo así todo el tiempo, lo abrace y le di un beso con muchísimo amor, realmente no sabía cómo habíamos llegado a este punto, después de haber firmado un contrato, eso era lo que realmente me preocupaba, que alguien ajeno a nosotros dos supiera de ese documento, obviamente hasta Lorain sabía que esto había sido amor a primera vista, la histori
ver, oír y callar…Mila:Harry había emprendido su viaje a su gira de trabajo, dejándonos solas encargadas con el rey y con Lorain, esperando a que mi familia aterrizara a Windertrov y que pudieran compartir mi felicidad, en este caso, mi padre necesitaría hablar con Harry, porque, aunque así fuera un príncipe, yo seguía siendo la hija querida de mi padre y aunque me rogara también casarme y un nieto, a como habíamos hecho las cosas, él estaría enojado por la manera en la que actuamos.Unas noches de pasión terminaron en una aventura peligrosa.Días pasaron y Lorain aun lucia nerviosa, se había tomado mucho tiempo en el palacio y no era que me incomodara, sino que temía por su futuro y se quedara sin trabajo por andarme cuidando de la madre del amor de mi vida y que me hiciera daño como lo había hecho indirectamente.–¿Qué es lo que te preocupa, Lorain? –pregunte, mientras mi amiga había tomado nuevamente la manía de comerse las uñas.Ella suspiro y se me quedo mirando, no quería pre
Mila:Esa noche no pude dormir, Adreanna se movía demasiado, y tenía ya algunos días sin saber de Harry, no habíamos hablado con él desde que nos despedimos, ya me estaba volviendo loca sin él y estar desprotegida, aunque Gretel me cuidara, no era como la protección de mi príncipe con cabellos de fuego, de mirada verde esmeralda, de fuertes abrazos y de caricias que ardían.–Adreanna, deja dormir a mamá, necesito descansar amorcito linda, por favor– dije en voz alta, tocando mi barriga, mientras mi hija seguía moviéndose como en fiesta de baile country.Una voz interna hizo a que me levantara, me puse frente al balcón, contemplando la noche con auroras boreales, el frio de la madrugada era muy denso, cuando me enfoque en una torre siguiente de donde estaba el castillo, no era la que estaba cerca del jardín en donde se reunía la reina y sus secuaces, sino otra torre que me invitaba a salirme de aquí y ver que era lo que se guardaba ahí, pero, pensándolo bien, me Sali de la habitación p
Mila:Sé que esto será difícil, pero si esto es lo que implica estar a punto de convertirme en reina, lo haré, por el bien de mi futuro esposo, de mi amada hija y del pueblo que me ha acogido como una verdadera princesa.Los desastres no cesaban, pero con la información que me dio Lorain y la que yo misma había recabado, me arme de valor y empecé a planear cómo hacer para desenmascarar a todos delante del rey y del pueblo, así que, usando lo mejor que tenia en frente, puse en marcha los dotes de entrevistadora, haciendo lo que mi suegro había encomendado desde hace mucho... El libro de la familia real.—Harry se enojará conmigo si te dejo salir, Mila— Grettel no quiere dejarme salir a ese bendito almuerzo con la reina.Entiendo su aflicción, pero no puedo desamparar así a mi hombre especial, no al qué, por una u otra razón, no pude esperar demás tiempo y darle una hija en la primera noche de pasión.—No puedo hacer a que gane más tiempo con lo que pretenden hacerle a él y tú, tú sabes
“La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.” —Platón— Mila: Me encontraba en un colapso de nervios, estrés y de ansiedad, el trabajo absorbía tanto mi vida normal como la amorosa, aunque la amorosa no la llevaba a cabo. Nadie cumpliría con mis estándares, yo aún soñaba y creía en el amor real, en donde la plebeya tiene un final feliz con el príncipe, el príncipe de su vida. ¡Qué tontería!, pero básicamente, así era yo. —Mila, debemos confirmar la cita del señor Ford para mañana con la jueza Hastings, ya no se puede postergar más— dice Celia, la asistente de mi colega en el caso del señor Ford. Trabajo para un bufete de abogados, no me gusta decir que soy abogada, mi carrera la obtuve por puro compromiso ya que siempre soñé con ser doctora pediatra; los niños siempre han llenado mi corazón de ilusiones, esas ilusiones de formar una familia hermosa con algún príncipe azul… ¡bah…! Cómo si eso fuese a pasarme. Soy Mila Callaghan, una c
Mila:La cena de ensayo estuvo preciosa, cada uno hizo lo que debía de hacer y mi hermano lucía feliz, eso era lo que importaba, bebí algunos mojitos y luego me retire a mi frío y solo apartamento.Debía de hacer ml maleta para salir el viernes por la noche, el vuelo era de 19 horas, por lo que debía de salir a las 6:00 p.m., para estar allá a las 5:00 a.m. en Asturias.Me sentía feliz por mi hermano, aunque toda la noche la pasé un tanto incomoda. Muchas preguntas sobre el mismo tema me ponían de un humor pésimo.—¿Pará cuándo te casas tú?, ¿Para cuándo un bebé tuyo?, mira que el tiempo pasa y estás quedándote atrás—, eso y muchas cosas más, me tenían de mal humor.Por ser la mayor de tres hermanos, debía casarme antes según mis padres, quienes ya me tenían un tanto harta de presionarme con cualquiera. Tuve un novio desde preparatoria, pero el muy tonto me engaño con una chica de intercambio en la universidad. Aún me costaba superar ese hecho, así que me enfrasque en ropa aburrida, m
Mila:Sentada en la barra del bar, pedí unos chupitos de tequila, ya no sentía ninguna gana de regresar a la habitación y menos a enfrascarme en el trabajo.—Aquí tiene su chupito, bella dama—exclamó el bar tender, tratando de ligar conmigo, mientras yo, estaba aprovechando el servicio deluxe.En el bar sonaba la canción del momento, “Provenza” de una cantante latina muy famosa, el ritmo era muy pegajoso y mi cuerpo con un buen cargamento de alcohol, necesitaba ponerse en actividad.Me encamine hacia la pista de baile y empecé a mecerme al ritmo de la buena música, sacudiendo las caderas en un vaivén meramente provocador, si bien dicen que el alcohol te ayuda a desinhibirse, hoy me consideraba una alcohólica declarada. Empezaron los chicos del lugar a hacerme una rueda y empezar a gritar y a ocasionar me por los movimientos que estaba tomando, un movimiento de manos haciendo como que atraía al hombre guapo que me había ayudado hoy por la tarde a no caer de bruces al piso, solo el hec
Mila:Pérdida en el calor de su cuerpo, el sabor a vodka con menta de su boca, acariciar su tonificado cuerpo, sin duda era un elixir que no podía dejar pasar, total; sólo está noche lo vería.—¡Vamos, aquí no es lugar para esto!—espeto, tomando la ropa y poniéndosela, igualmente hice lo mismo.Le tomé de la mano, caminamos unos cuantos metros de donde estábamos, más sin embargo había algo que no me tenía tranquila del todo, y es que, los gorilas que estaban en el bar y pagaron la cuenta cuando el hizo la señal, venían a una distancia prudencial, sin quitarle la vista a ese hombre hermoso que me llevaba de la mano, ansioso por probarme.—Harry, creo que nos están siguiendo—acote nerviosa.Nos detuvimos abruptamente, me miró a los ojos y acuno mi rostro en sus manos grandes, me plantó un beso en la frente y vio directo hacia atrás de mí, hizo una señal con su mano nuevamente y volvió a verme.—Deja que nos miren, son sólo seguridad, no te preocupes que ahora estarán un poco más alejado