CAPÍTULO 83: ALGO HA MUERTO EN MI INTERIORNatalieCierro los ojos, el corazón me late tan fuerte que es todo lo que puedo escuchar en mis oídos. La mano de Ethan que me sujetaba con fuerza me libera de pronto, pienso que quizá el francotirador que estaba arriba lo ha matado, pero no me atrevo a mirar.De pronto, alguien me sacude trayéndome de vuelta a la realidad. Abro mis ojos de golpe y me doy cuenta de que nada ocurrió como yo esperaba.Hay un montón de policías rodeando la escena, se llevan a varios detenidos, pero no veo a Michael entre ellos. Eso hasta que mi vista se fija en el suelo y los oficiales que tratan de acordonar la escena.A pesar de que hay voces a mi alrededor que me hablan, no puedo escuchar nada. Levanto la mirada hacia arriba y veo muerto al hombre con el arma que hace unos segundos le apuntaba a Ethan.Vuelvo la vista hacia abajo y entonces comprendo que ese hombre en el suelo no es Ethan, y que los disparos que escuché habían sido para matar al francotirador
CAPÍTULO 84: UNA PROMESANatalieDos semanas después…Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados desde que todo aquello sucedió. La policía confirmó la muerte de Michael e informó que Ethan sigue prófugo de la justicia.Las acciones de los hospitales Blackwood cayeron en picada y mientras investigan si sus negocios sucios tienen relación con Ethan, su padre lo ha perdido todo.Pero yo no me he quedado atrás. Mi empresa también se sometió a investigación, en especial después de descubrir todo lo que hizo mi madre.No puedo creer que haya sido ella la causante de la pérdida de mi hijo. Todo este tiempo culpé a Michael pensando que tenía que ver con la vida secreta que me ocultaba, pero resultó que mi propio enemigo había estado ahí todo el tiempo.Cuando mi abuelo me reveló que yo en realidad no era su hija biológica, eso rompió mi corazón, pero sigo en shock, es como si otra Natalie viviera mi vida y no yo.Tengo todo este tiempo viviendo en la mansión de los Dupont, ya ni siquiera s
CAPÍTULO 85: VENGANZA CONSUMADANatalie5 meses después…—Viuda, ya está todo listo, tenemos al objetivo vigilado.—¿Sigue en el hotel?—Sí, viuda.—Bien, manténganlo vigilado, salgo ya mismo.Cuelgo la llamada y me doy una última mirada en el espejo antes de partir al hotel de cuarta donde el desgraciado de Ethan Blackwood se está escondiendo de mí. Me coloco mis lentes oscuros y retoco mi labial rojo como la sangre.Si tuviera que hacer un recuento de mi vida en estos cinco meses, diría que soy una persona completamente diferente. De hecho, así es. Natalie Dupont murió cuando Michael Reid lo hizo. Ahora soy “La viuda de la mafia”, o simplemente, “la viuda”.Jamás imaginé que mi futuro terminaría siendo de esta manera, pero no me arrepiento de nada. Entiendo en cierto modo por qué Michael era lo que era. Este mundo te atrapa y conquista de una manera que no puedo explicar.Mi empresa no pudo soportar los escándalos, los inversionistas dejaron de trabajar conmigo y perdí todo el apoyo
CAPÍTULO 86: LAMENTO LA DEMORA, PRINCESAMichaelCinco meses se sienten como una eternidad, pensé que no podría volver a ver a Natalie después de todo lo que había pasado, pero ahora que la tengo frente a mí, tengo una sensación de extrañeza ante ella. Sigue siendo su mismo rostro, su mismo cuerpo que me enloquece, pero hay algo diferente en su mirada, la inocencia y ternura que la caracterizaban se han ido para reemplazarse con un oscuro vacío de dolor.Natalie se pone de pie lentamente, no se acerca a mí.—¿Michael? No, eso es imposible, yo… te vi morir.—Soy yo, princesa, te lo prometo.Doy un paso adelante, el deseo que tengo por tenerla entre mis brazos me hace actuar impulsivamente.—No, mientes —dice levantando el arma y apuntándome directo al pecho.Levanto los brazos sin dejar de avanzar hacia ella.—Princesa, baja eso, te prometo que todo tiene una explicación, pero debemos irnos de aquí antes de que llegue la policía.Natalie no puede contener más las lágrimas en sus ojos,
Cinco años habían pasado desde aquellos oscuros días en los que Natalie creyó haber perdido a Michael para siempre. A pesar de la ira y el dolor que había consumido su corazón durante tanto tiempo, Natalie no pudo evitar rendirse ante el amor que aún sentía por él.Ahora, muchos años después de aquel fatídico día, Natalie y Michael habían formado una familia. Tenían gemelos, una niña y un niño, que eran la luz de sus vidas. La alegría de poder ser madre había sanado el vacío en su corazón, dejó atrás su sed de venganza y se convirtió en la esposa del jefe de la mafia, una posición de poder y respeto que nunca habría imaginado para sí misma.Juntos, Natalie y Michael habían superado todas las adversidades, fortaleciendo su amor y su unión. Aunque sus vidas habían sido marcadas por la tragedia y la violencia, habían encontrado la paz y la felicidad en los brazos del otro, sabiendo que juntos podían enfrentar cualquier desafío que el destino les pusiera en el camino.
CAPÍTULO 1: ¿QUÉ OCULTAS, JEFA?MichaelCuando Natalie Dupont hace resonar sus tacones por los pasillos de Synergetech Solutions, no queda una sola alma que no se haga a un lado o entierre sus cabezas en los escritorios con la esperanza de que ella no los note.Nadie, excepto por mí.La mujer, con su cuerpo de reloj de arena, un perfecto cabello negro y un rostro tan bello como el de una modelo, entra en el piso de presidencia con la típica imponencia que emana su cargo, y es que ella no es otra que la CEO de la empresa. Hija de su fallecido padre Richard Dupont y quien le dejó todo a su cargo.Y es que tal vez a otros les intimide ver a semejante monumento entrar siendo la dueña del lugar; porque lo es, pero a mí no. Desde la primera vez que la vi supe que tenía que estar a su lado, aunque solo fuese; por ahora, como un simple asistente.Natalie pasa por mi lado y ni siquiera me nota, le miro embobado, admirando esas curvas que quisiera tener entre mis manos, hasta que ella se gira d
CAPÍTULO 2: ¿SE ENCUENTRA BIEN, JEFA?Michael—Michael, ¿la jefa está ahí? Tengo que entregarle unos documentos.—No. Vuelve después.—Pero puedo escucharla ahí dentro. Déjame entrar no seas así.—No insistas Georgina, no está disponible, pidió que nadie la interrumpiera.La molesta secretaria se va resoplando como caballo agitado. No tengo idea de cuánto tiempo más pueda mantener a todos alejados de la oficina. Me sorprende que lleve tanto tiempo con esa mujer embarazada allí dentro. Definitivamente algo extraño ocurre aquí, pero no puedo descifrar qué es.Cinco minutos después, otro más se acerca a la oficina, solo que esta vez se trata de Wade Kaulitz, uno de los miembros de la junta directiva. Verlo me hace recordar que se supone que hoy tienen una reunión.—Buenos días, señor Kaulitz, ¿en qué puedo ayudarlo? —pregunto con amabilidad.—¿Dónde está Natalie? La junta empieza en diez minutos.—Ya mismo le avisaré, descuide.El hombre asiente y se da media vuelta sin siquiera darme la
Michael La conexión casi mágica entre los dos se rompe de forma abrupta cuando ella me separa de su cuerpo a toda prisa. Carraspea su garganta y con las mejillas tan rojas que estoy seguro de que podría quemarme la mano solo de rozar su piel. —Mmm, y-yo… —De nada —contesto con galantería. —Por favor, retírate —me pide con tono severo. No le digo nada más, tan solo camino hasta la salida, no obstante, ella me detiene antes de que salga de la oficina. —Espera un momento. —Dígame, señorita Dupont. —La sonrisa se me borra de los labios cuando la veo con la computadora encendida y la página todavía ahí. —Lo has visto, ¿verdad? Dime, ¿ya lo sabes todo? —cuestiona enarcando una ceja. La verdad es que fácilmente puedo hacerme el desentendido, pero esta es una de esas oportunidades que solo aparecen una vez en la vida. ¿Qué posibilidades hay de acercarme más a ella que pretendiendo que sé de lo que me habla? Después de todo, yo solo vi un nombre desconocido y lo de la prisión. Y aunqu