CAPÍTULO 80: NO ES MICHAELNatalieNo sé cuántos días llevo atrapada en este lugar. Solo me dan un vaso de agua al día y una comida. Al menos debo agradecer que ninguno de esos enfermos ha intentado tocarme, pero sospecho que esa ha sido una orden de Michael.Mientras más pienso en todo lo que ha ocurrido entre los dos, más me doy cuenta de que fui una completa tonta, una ciega. Me enamoré de él y elegí no ver más allá de las cosas evidentes que él ocultaba ante mí.Ahora comprendo cómo consiguió el dinero para todo lo que parecía imposible, cómo logró sacar a mi hermano de la cárcel e incluso conseguir al médico para mi abuelo o para mí.A pesar de todos sus actos de supuesta valentía y caballerismo, estoy segura de que nada de eso fue real. Solo lo hizo para seguir ganándose mi confianza y conseguir más acceso a mi empresa.Me duele profundamente su engaño, pero intento odiarlo con todas mis fuerzas y no puedo hacerlo.La pequeña ventana en la pared es lo único que me deja saber el p
CAPÍTULO 81: SALDRÉ DE AQUÍ A COMO DÉ LUGARMichaelCamino de un lado a otro como una fiera enjaulada, y es que, en realidad, eso soy. Llevo una maldit4 semana encerrado aquí y la desesperación está a punto de hacer que trepe las paredes. No sé nada de Natalie, ni qué horrores podría estar haciéndole ese sujeto ahora mismo.Mi padre envió a un abogado para ayudarme, pero las supuestas pruebas de que he sido yo el que ha atacado a Ethan no me permiten salir de este lugar.Se supone que hoy es el día de mi audiencia, pero todo lo que pienso es en escapar de aquí.Mi abogado llega justo a tiempo para evitar que mi desesperación me lleve a matar al primer pobre p3ndejo que pase por aquí.—A la hora que apareces Ruiz —protesto.—Cállate y sígueme —murmura.Comprendo que tal vez esta es la oportunidad que he estado esperando. Asiento en silencio y dejo que me guíe hasta la sala de interrogatorio donde podemos tener un momento “a solas”.Nos sentamos a la mesa, Ruiz abre una carpeta marrón y
CAPÍTULO 82: MICHAEL, VEN POR MÍNatalieYa ni siquiera me importa el dolor en mi vientre, todo lo que demás que ha pasado es irrelevante porque las horas en este lugar son como años y los días, siglos. Me he secado de tanto llorar, pensando en lo tonta que he sido al dejarme engañar por estos hombres.Ethan ha regresado algunas veces con la intención de abus4r de mí, pero no sé por qué al final se detiene y no lo hace. Sin embargo, esta noche creo que no tendré tanta suerte.La puerta se abre de improvisto e Ethan entra y esta vez no trae una cara amable.—Ethan, no por favor, te lo suplico.—Te he dado muchas oportunidades Natalie, se acabó mi paciencia.—¡No! ¡No por favor! —grito, pero a él no le interesa mi negativa, mucho menos si con esto me hace un daño de por vida. Comienza a sacarse el cinturón y me acorrala contra la cama y la pared sin darme espacio para escapar.De inmediato se va sobre mí y me somete sujetando mis manos con fuerza.—Vas a ser mía quieras o no.—Ethan, po
CAPÍTULO 83: ALGO HA MUERTO EN MI INTERIORNatalieCierro los ojos, el corazón me late tan fuerte que es todo lo que puedo escuchar en mis oídos. La mano de Ethan que me sujetaba con fuerza me libera de pronto, pienso que quizá el francotirador que estaba arriba lo ha matado, pero no me atrevo a mirar.De pronto, alguien me sacude trayéndome de vuelta a la realidad. Abro mis ojos de golpe y me doy cuenta de que nada ocurrió como yo esperaba.Hay un montón de policías rodeando la escena, se llevan a varios detenidos, pero no veo a Michael entre ellos. Eso hasta que mi vista se fija en el suelo y los oficiales que tratan de acordonar la escena.A pesar de que hay voces a mi alrededor que me hablan, no puedo escuchar nada. Levanto la mirada hacia arriba y veo muerto al hombre con el arma que hace unos segundos le apuntaba a Ethan.Vuelvo la vista hacia abajo y entonces comprendo que ese hombre en el suelo no es Ethan, y que los disparos que escuché habían sido para matar al francotirador
CAPÍTULO 84: UNA PROMESANatalieDos semanas después…Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados desde que todo aquello sucedió. La policía confirmó la muerte de Michael e informó que Ethan sigue prófugo de la justicia.Las acciones de los hospitales Blackwood cayeron en picada y mientras investigan si sus negocios sucios tienen relación con Ethan, su padre lo ha perdido todo.Pero yo no me he quedado atrás. Mi empresa también se sometió a investigación, en especial después de descubrir todo lo que hizo mi madre.No puedo creer que haya sido ella la causante de la pérdida de mi hijo. Todo este tiempo culpé a Michael pensando que tenía que ver con la vida secreta que me ocultaba, pero resultó que mi propio enemigo había estado ahí todo el tiempo.Cuando mi abuelo me reveló que yo en realidad no era su hija biológica, eso rompió mi corazón, pero sigo en shock, es como si otra Natalie viviera mi vida y no yo.Tengo todo este tiempo viviendo en la mansión de los Dupont, ya ni siquiera s
CAPÍTULO 85: VENGANZA CONSUMADANatalie5 meses después…—Viuda, ya está todo listo, tenemos al objetivo vigilado.—¿Sigue en el hotel?—Sí, viuda.—Bien, manténganlo vigilado, salgo ya mismo.Cuelgo la llamada y me doy una última mirada en el espejo antes de partir al hotel de cuarta donde el desgraciado de Ethan Blackwood se está escondiendo de mí. Me coloco mis lentes oscuros y retoco mi labial rojo como la sangre.Si tuviera que hacer un recuento de mi vida en estos cinco meses, diría que soy una persona completamente diferente. De hecho, así es. Natalie Dupont murió cuando Michael Reid lo hizo. Ahora soy “La viuda de la mafia”, o simplemente, “la viuda”.Jamás imaginé que mi futuro terminaría siendo de esta manera, pero no me arrepiento de nada. Entiendo en cierto modo por qué Michael era lo que era. Este mundo te atrapa y conquista de una manera que no puedo explicar.Mi empresa no pudo soportar los escándalos, los inversionistas dejaron de trabajar conmigo y perdí todo el apoyo
CAPÍTULO 86: LAMENTO LA DEMORA, PRINCESAMichaelCinco meses se sienten como una eternidad, pensé que no podría volver a ver a Natalie después de todo lo que había pasado, pero ahora que la tengo frente a mí, tengo una sensación de extrañeza ante ella. Sigue siendo su mismo rostro, su mismo cuerpo que me enloquece, pero hay algo diferente en su mirada, la inocencia y ternura que la caracterizaban se han ido para reemplazarse con un oscuro vacío de dolor.Natalie se pone de pie lentamente, no se acerca a mí.—¿Michael? No, eso es imposible, yo… te vi morir.—Soy yo, princesa, te lo prometo.Doy un paso adelante, el deseo que tengo por tenerla entre mis brazos me hace actuar impulsivamente.—No, mientes —dice levantando el arma y apuntándome directo al pecho.Levanto los brazos sin dejar de avanzar hacia ella.—Princesa, baja eso, te prometo que todo tiene una explicación, pero debemos irnos de aquí antes de que llegue la policía.Natalie no puede contener más las lágrimas en sus ojos,
Cinco años habían pasado desde aquellos oscuros días en los que Natalie creyó haber perdido a Michael para siempre. A pesar de la ira y el dolor que había consumido su corazón durante tanto tiempo, Natalie no pudo evitar rendirse ante el amor que aún sentía por él.Ahora, muchos años después de aquel fatídico día, Natalie y Michael habían formado una familia. Tenían gemelos, una niña y un niño, que eran la luz de sus vidas. La alegría de poder ser madre había sanado el vacío en su corazón, dejó atrás su sed de venganza y se convirtió en la esposa del jefe de la mafia, una posición de poder y respeto que nunca habría imaginado para sí misma.Juntos, Natalie y Michael habían superado todas las adversidades, fortaleciendo su amor y su unión. Aunque sus vidas habían sido marcadas por la tragedia y la violencia, habían encontrado la paz y la felicidad en los brazos del otro, sabiendo que juntos podían enfrentar cualquier desafío que el destino les pusiera en el camino.