Capitulo 1
Emma
Caminaba por un hermoso y tranquilo paisaje lleno de flores, el viento mecía las hojas de los arboles y movía mi cabello; un hombre canoso y de ojos ámbar me saludaba desde una mesa, se miraba tan en paz, sonreí y caminé a él tomando asiento a su lado
-Me gusta este lugar, me quedare aquí- dijo el hombre inhalando el fresco viento, un nudo se formó en mi corazón al escuchar sus palabras
-No… vuelve conmigo- susurre con dolor
-Deja a este pobre viejo descansar en este lugar- Dijo con una risa
-No quiero perderte- una lagrima resbalo por mi mejilla, cerré los ojos y al abrirlos estábamos en un lugar todo blanco, el vestía completamente de blanco
-Sabes que te amo… nunca lo olvides- acaricio mi rostro de manera dulce
-Te echare de menos padre…- lo abrace con fuerza, se sentía tan real que temía despertar y ver la realidad que me esperaba
-Se fuerte hija, nunca te dejes vencer- se apartó de mí y camino a la luz con completa serenidad
-¡Padre! ¡Padre! ¡Vuelve!... no me dejes sola- las lágrimas corrían por mi rostro…
Desperté con lagrimas en mis ojos y lloré desconsolada sujetando una almohada en mis brazos para ahogar mi llanto, mi padre… había muerto… no había nada que hacer… cerré los ojos anhelando volver al sueño… mi padre había venido a despedirse de mi… a decirme que me ama.
-Emma levántate es hora de ir con el notario – mi hermana entro en la sala y quito los cojines del sillón arrojándomelos, me había quedado dormida en uno de los sillones
-Vayan ustedes- me encogí en mi lugar sin ánimos ni fuerza
-Levántate Emma, tienes cinco minutos para arreglarte y no quiero escuchar ni una palabra más- Susan mi madre o madrastra entro en la sala, sin opciones me levanté sintiéndome pesada y me dirigí a mi habitación para ducharme.
Las gotas de la regadera se combinaban con mi lagrimas al caer, no podía soportar la idea de que no volvería a ver a mi padre, la persona que más me había amado en mi vida. Mi madre había muerto al momento de mi nacimiento pues hubo problemas y dio su vida para que yo pudiera vivir, mi padre me contaba que la había amado como a nadie, el como padre hizo todo y más allá de lo que estaba en sus manos para salir adelante, comenzó poco a poco y logro establecer varios negocios para así tener tiempo para mí. Después de cuatro años se casó con Susan y tuvieron una hija más, Diana, éramos muy diferentes… a los años logro tener un capital importante y formo una empresa que logro ser muy exitosa, se enfocaba en tecnología, especialmente en elementos de seguridad, cámaras, alarmas; todo lo había comenzado el para que a mi no me faltara nada. Él tenía una enfermedad en su corazón, estuvo muchos años en tratamiento, pero al final su corazón se cansó y tuvo un infarto fulminante, la empresa no estaba en las mejores condiciones, no estaba en banca rota seguía en pie, pero la tecnología había avanzado tanto en poco tiempo que mi padre se sintió rebasado por ella y por no poderle seguirle el paso, su estrés por perder su patrimonio algún día hizo que su corazón no pudiera más.
Sali de ducharme y tome un pantalón y suéter negro, cepille mi cabello y salí de allí sin maquillarme, no importaba eso ahora.
-Pareces un fantasma- Dijo Diana al verme
-Ya niña, vámonos- reprendió Susan
Llegamos a una oficina lúgubre donde entro un señor mayor con lentes
-Buen día señoritas, señora Smith – saludo amable – estamos aquí para dar lectura al testamento del señor Smith y revisar las cuentas por petición de la señora Smith- voltee a mirar a mi madre que estaba serie en un sitio.
- Las acciones de la empresa se dividen de forma sencilla, el treinta y cinco por ciento para la señorita Diana, así como de su fortuna, el treinta por ciento para la Señora Susan, así como su fortuna y la mansión queda a nombre de usted, el treinta cinco por ciento restante para señorita Ema, así como de su fortuna- Sonreí mi padre había repartido todo equitativamente – la empresa queda a cargo de la señora Smith solo con la condición de que después pase a manos de Emma a Smith y solo a ella- culmino el notario
-Bien – fue todo lo que dijo mi madre, aunque no había tratado mal mi padre, sabía que su preferencia era su hija así que quiso dejarme protegida.
-En cuanto a la empresa “TEC” debo decir que no esta mal, por ahora, es una empresa rentable, pero si no toman medidas drásticas eso podría cambiar y llevarlos a la banca rota… - lo que tanto había temido mi padre – mi recomendación es que busque una empresa mas grande y vendan sus acciones, recomiendo vender un treinta por ciento, es decir diez de cada una, pasarían a ser socias minoritarias pero la empresa sobreviviría de manera excelente- vender…
- Pero entonces ya no seria nuestra empresa… - susurre
-Pero sobreviviría la empresa de su padre señorita Emma, es la única forma-
-No, no es la única… -mi Madre parecía absorta en sus pensamientos- déjenme sola con el contador – obedecimos sin rechistar
Después de unos minutos salió de la oficina, no nos dijo ni una palabra solo salió, la seguimos al auto y nos subimos con ella.
-¿Cuál es el plan mamá? – pregunto diana con curiosidad
-La empresa era muy importante para Diego, no podemos dejar se arruine y no estoy dispuesta a que dejemos de ser los socios mayoritarios, por lo menos no del todo- levante una ceja confusa- A las empresas “Unite” – dijo al chofer haciendo crecer nuestra duda – Vamos niñas- dijo cuando llegamos
La empresa “unite” era de las empresas mas grandes en cuanto a tecnología, la competencia mas amplia de mi parde, no solo vendían elementos de seguridad si no teléfonos, computadores con amplio rango y siempre un paso delante de los avances, muchas veces quisieron comprar la empresa de mi padre así que no sabía que hacíamos aquí.
-Venimos a ver al señor Leonardo Jones, nos está esperando- ¿Nos esperaba?
Entramos al elevador y nos llevó al último piso, de allí nos hizo pasar la secretaria a su oficina, el señor Jones nos dio la bienvenida. Nunca lo había visto personalmente pero su rostro me era familiar debido a todas las notas que salían de él y su empresa.
-Un gusto verlas familia Smith – sonrio con arrogancia sabiendo a lo que veníamos- Lamento mucho la muerte de Diego, lo conocí un gran hombre, para ser sinceros aun tenia mucho que aprender de el- hablo de manera más sincera. -¿En que puedo ayudar? –
-Gracias por sus condolencias señor Jones, como le informe por teléfono las empresas de mi difunto marido están en riesgo y necesitamos mas que un ingreso para continuar diseñando tecnología-
– Disculpe, pero no hay manera en que eso me convenga a mí, comprar sus acciones no lo miro…-
-No quiero vender acciones- interrumpió Susan – Quiero una alianza, que nuestras empresas se unan – el señor Jones soltó una carcajada, mi corazón latía acelerado, eso era perder más que si vendiéramos acciones- no veo la gracia, nuestra empresa es reconocida por su excelente calidad en seguridad y la suya en tecnología si nos unimos para fabricar un…-
-Mire señora Smith comprendo su punto y claro que es buena idea, pero no me conviene, si fracasa ¿Qué haría yo? Solo perdería reconocimiento, en cambio… su tengo poder sobre sus acciones podemos unirnos, crear algo novedoso y si falla me quedo con su empresa… -junto sus manos sobre el escritorio, mire a mi madre aterrada por la propuesta
-No- contesto para mi alivio que fue momentáneo
-Le seré sincero Susan, yo estoy viejo y pronto ya no me hare cargo de la empresa, lo hará mi hijo- a su hijo nadie lo conocía, algunos decían que era muy rebelde y se la pasaba viajando, otros que era muy distante de su familia y otros que estaba preso en el extranjero – mi hijo necesita una familia… una esposa de buena familia… y no una de cualquier esquina…-
- ¿Cuál es el punto? –
-Sus hijas son muy bellas, bien posicionadas, quiero que una de ellas sea la esposa de mi hijo, solo de esa manera aceptaré un contrato con su empresa- mire a mi madre quien pensaba demasiado pera decir un simple “no”. De esta manera el señor Jones tendría poder sobre la empresa de mi padre no era para nada tonto.
-Bien- dijo sorprendiéndonos a ambas
-¡Madre! – gritamos ambas al unisonó
-Hablaremos en casa, esperen en el auto-
-No podemos hacer eso, tendrá poder sobre las acciones y…-
-Hablaremos después dije Emma, fuera de aquí ahora – salimos enojadas de la oficina
-Yo jamás me casare con el hijo de ese señor, dicen cosas horribles de él, seguro es un apestoso señor regordete o un niño tonto asqueroso- Dina estaba furiosa y no era para menos
Susan salió a los diez minutos, se paro frente a nosotras con rostro frio mirándonos detenidamente.
-Mamá no me quiero casar, no fuerces, Emma es la mayor, le corresponde a ella- Un balde de agua fría cayó sobre mí, negué
-Si realmente quieres salvar la empresa de tu padre, a quien dieces amar, te casaras sin rechistar Emma- sus palabras me golpearon, negué
-¿Me estas vendiendo Madre? – pregunte con ojos cristalinos
- No soy tu madre – Contesto fría, caí en la realidad de golpe, salí corriendo del lugar desesperada y dolida por sus palabras, no era mi madre lo sabía, pero ella me había criado desde que tengo memoria…
¿Cómo podían obligar a alguien a casarse en estos tiempos? Creí que ahora éramos libres de elegir. Corría tan deprisa llorando que no miraba bien y choque con un hombre de ojos verdes como olivo que brindaban calma de solo verlos.
Capítulo 2Los ojos del chico me hipnotizaron, eran hermosos, me extendió una mano para ayudarme a levantar.-Lo lamentó no te vi – limpié mi rostro en un intento por controlar mis lagrimas-¿Te encuentras bien? – negué sin poder evitarlo, había perdido a mi padre y mi madre de un momento a otro – Vamos por un poco de agua – tomo mi mano y cruzamos la calle a un pequeño parque, me senté en una banca intentando controlarme, él fue aun puesto y trajo una botella de agua que bebi, el liquido frio me mejoro considerablemente. - ¿Mejor? –-Si, gracias y disculpa, por favor – respire profundo-Todos tenemos malos días… - Sonreí-¿Puedo preguntar que la tiene así? – pregunto con mirada preocupada-Mi padre… falleció y… - me guarde la parte de que me estaban obligando a casarme con un desconocido-Lo lamentó… debe ser muy duro – tomo asiento a un lado mío – Mi padre es muy estricto, demasiado pero no imagino el dolor de perderlo- sonreí-Es muy duro – admití tal echo-¿Cuál es tu nombre? – p
Capítulo 3 EmmaEl día se fue tornando colorida y las nubes que cubrían parcialmente el sol junto el, tomaban diversos colores, pero al contrario de otros días no me brindaban alegría, tres días habían pasado ya en los que no había salido de la cama mas que para lo necesario, en solo dos días estaría en otra casa y en otra cama con un hombre que desconocía por completo, quizás me maltrataría o me obligaría a estar en él, no lo sé pero no sería agradable de seguro.Tocaron a la puerta y no me moleste siquiera en contestar, lo mas probable es que fuera maría a convencerme si quería comer algo-Levántate de una buena vez niña- Susan entro en la habitación para mi desgracia, tome la cobija y me tape hasta la cabeza la cual fue quitada de golpe-¡Déjame en paz! – grite pero solo recibí una bofetada-¡A mi no me gritas! Y te levantas, pero ya- tronaba
Emma Las telas blancas transitaban por mi cuerpo una y otra vez, me hacían sentir como una muñeca de aparador a punto de ser vendida; ningún vestido convencía a mi madrastra, según ella tenía que verme como una diosa ese día, pues justo día conocería al joven Jones; como si me importara en lo más mínimo, ojalá desapareciera, que se lo tragara la tierra justo antes de la boda, así yo podría ser libre… Según Diana el señor había dicho que su hijo había aceptado fácilmente casarse conmigo al ver una foto mía, que había dicho que no era lo suficientemente bonita pero que lo tomaría como caridad… estúpido Jones… le haría la vida imposible hasta que se hartara… -Ese me gusta- dijo Susan, mire el espejo ni siquiera sabía lo que traía puesto -No usare esto- me negué rotundamente, el vestido era de una tela delgada transparentosa que dejaba mucho que ver, el corte la pierna era muy alto dejando ver demasiado, la mitad de mi pecho era cubierto por encaje y pierdas esparcidos que cubrían s
La mirada verde que había conocido antes no era la misma que esta, esta era fría con solo emociones y sentimientos negativos, extendió su mano para recibirme en el altar y observo con disgusto el anillo en ella. El mundo era muy chico y las emociones demasiado fugaces, solo el día de ayer ver esos ojos verdes me causaban paz y el día de hoy los odiaba con toda mi alma. Yo no sabía quién era él, pero él sí sabía quién era yo, Susan dijo que vio una foto mía, como se ha de haber burlado de mi en estos días ¿Qué pretendía hacer? Por qué no parecía solo haber querido conocerme y hacer esto más agradable, se miraba a leguas el desprecio en su rostro. -Acepto- dijo con voz fría -Acepto- mi voz salió un tanto quebrada después de unos segundos -Por el poder que me otorga la ley los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- los aplausos estallaron y la gente se puso de pie, leo se acercó a mí y toco mis labios ligeramente para después susurrarme en el oído. -Por lo menos finjamos est
Mis manos ardían debido al esfuerzo realizado de cargar mis maletas, cerré la puerta de la casa y mire a mi alrededor fatigada por el esfuerzo, no era así como imaginaba entrar a mi casa después de la boda, había soñado con pasar momentos inolvidables con el amor de mi vida, ahora todo había quedado muy lejano; Leo llego comiendo una manzana y riendo.-Nuestro hogar- levanto las manos señalando la sala, todo aquí era simple y elegante con mucho blanco, sin color, sin vida… La sala frente a mi constaba de un pequeño recibidor y se habría a los sillones blancos de tres piezas, una mesa muy moderna como centro sin ningún tipo de adorno y un televisor bastante grande frente a los sillones - ¿No es a lo que esta impuesto la señorita? – Se burlaba, era mucho mas pequeña de mi casa claramente-Me gusta… solo le falta color- tomé las maletas y cam
Caminábamos por la tienda tomados de la mano, riendo y bromeando mientras mirábamos diferentes artículos de decoración, podíamos ver como una persona tomaba fotografías, duro unos minutos y luego se fue.-Has elegido cosas horribles- leo soltó mi mano y miro las comprar con desagrado-No se mucho de esto…- mire también las cosas, apenas llevaba unos cuadros, jarrones, adornos comunes-Voy a buscar una manta para mi- señalo un estante al final del pasillo, asentí-¿Cómo se que va bien?- pregunte a mí misma en voz alta-¿Te puedo ayudar?- una chica de cabello castaño claro y ojos cafés claros se acerco-Intento darle vida a mi casa, pero… no tengo idea de cómo…- admití viendo los diferentes colores en el carrito-Ay pues mira, yo soy diseñadora de interiores, si gustas te ayudo- la chica era muy amable, que suerte había tenido de encontrar a una diseñadora, por su ropa podía decir que tenía muy buenos gustos-Si por favor, soy Emma- salude-Elisa, dime ¿Cómo es tu casa? --Aburrida- reí
El sol se ocultaba una vez más llenándome de miedo al ver como la oscuridad se apoderaba de cada rincón, el viento fresco tocaba mi cuerpo enchinando mi piel, mis manos tocaban el césped y mis lagrimas recorrían mi rostro silenciosamente como si no pudieras quedarse contenidas.- ¿Por qué una chica tan hermosa derrama lagrimas? – mire al hombre del cual provenía la voz, un hombre castaño de ojos marrones y corpulento que se detuvo frente a mi - ¿Necesitas compañía? – negué y quite la vista de el para seguir viendo los colores desvanecerse. El chico se sentó a un lado mío – En un hermoso atardecer, casi tanto como tu –-Gracias- susurre-¿No eres Emma? Creo que te vi algunas veces en la universidad, estudias finanzas ¿No? –-Si, no te he visto por allí- su rostro me era familiar pero no lo recordaba a plenitud-Estudio mercadotecnia, mañana me graduó- sonrió orgulloso de sí mismo-Yo también… supongo que nos veremos allí- asintió- oye ¿No eres tú la de la revista y la que sale en las
LeonardoEl viento desacomodaba mi cabello y movía mi saco, camine apresurado a entrar en la empresa de los Smith, una joven recepcionista limaba sus uñas sin prestar atención si alguien entrega o no, una incompetencia fatal, para ser una empresa que se dedica a la seguridad estaba algo descuidada en el área del personal, mire alrededor solo un guardia estaba a la puerta y no había más a la vista.-Páseme con Emma Jones de inmediato- hable, era la primera vez que ponía mi apellido en ella.-¿Es su esposo cierto?- asentí- pase a su oficina – señalo el elevador privado-¡Estoy harta de verte aquí Emma! ¡Desearía que desaparecieras como tu padre! - Emma y su madrastra se gritaban en el pasillo del último piso-¡Debería de importante, también es tu empresa Susan!¡ a menos que tengas algo que ver!-- ¡No soy una ladrona! - levanto su mano y golpeo a Emma, Sali del elevador a pasos grandes para ir a donde ellas-¡Descubriré la verdad!- Emma entro a la que supongo era su oficina y dio un por