capitulo 5

La mirada verde que había conocido antes no era la misma que esta, esta era fría con solo emociones y sentimientos negativos, extendió su mano para recibirme en el altar y observo con disgusto el anillo en ella. El mundo era muy chico y las emociones demasiado fugaces, solo el día de ayer ver esos ojos verdes me causaban paz y el día de hoy los odiaba con toda mi alma. Yo no sabía quién era él, pero él sí sabía quién era yo, Susan dijo que vio una foto mía, como se ha de haber burlado de mi en estos días ¿Qué pretendía hacer? Por qué no parecía solo haber querido conocerme y hacer esto más agradable, se miraba a leguas el desprecio en su rostro.

-Acepto- dijo con voz fría

-Acepto- mi voz salió un tanto quebrada después de unos segundos

-Por el poder que me otorga la ley los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- los aplausos estallaron y la gente se puso de pie, leo se acercó a mí y toco mis labios ligeramente para después susurrarme en el oído.

-Por lo menos finjamos estar alegres, odiaría salir en las portadas de revistas con una mujer tan amargada- hablo con deprecio y se apartó sonriendo cual enamorado, copie su acto y me gire sonriendo, las fotografías no se hicieron esperar por más tiempo, bajamos del altar y caminamos por el pasillo con sonrisas fingidas para la prensa.

-Felicidades hijo- se acerco el señor Jones del brazo de una mujer muy elegante quien también felicito a leo de esa manera.

-Es un gusto concerté Emma soy Rut madre de leo, es muy extraño conocer a la novia, esposa de mi hijo el día de la boda, realmente me tomo por sorpresa cuando llegue de mi viaje- dijo la señora de forma amable

-Lo lamento señora, pero estoy alegre de conocerle- sonreí

-Cuida bien a mi muchacho es un increíble hombre- asentí sonriendo, pero realmente dudaba, no, estaba segura de que sus palabras no eran verdaderas.

-Así son los jóvenes enamorados mujer, no quisieron esperar mas para estar juntos- comento el señor Jones mirándonos como si no supiera que fuimos obligados a esto.

-¡Primo! Muchas felicidades, que sorpresa de verdad ¿Cuándo pensabas decirnos que tenias novia por lo menos? - Un hombre castaño un poco mayor que leo se acerco y nos abrazo

-¿Para qué? Para que me hicieras bromas al respecto

-Que va, si yo estoy felizmente casado- sonrió alegre

-Que bueno escucharte hablar así- una mujer elegante y hermosa de piel afro se acercó- muchas felicidades leo y…- me señalo

-Emma, mi hermosa Emma- hablo leo abrazándome y acercándome a él.

-Un gusto Emma, soy Maya y el es mi esposo Josh-

-Un gusto conocerlos por fin - sonreí

Mas familiares se acercaron a felicitarnos, algunos agradables y otros muy muy desagradables pero todos ellos sorprendidos por lo repentino de la boda y que nadie sabía de mi existencia y nuestra relación, bueno simplemente jamás existió una relación. Después de las felicitaciones nos subimos a una troca adornada que nos llevaría al salón, nadie dijo nada en todo el camino, llegamos y entramos, los invitados ya esperaban, algunos se acercaron para felicitarnos y otro para tomarse fotos en la mesa principal, era poca gente la que estaba allí, menos de la que esperarían de un empresario tan exitoso.

-Hora del baile vamos- leo me jalo del brazo para llevarme a la pista, tenía una sonrisa que parecía verdadera, pero sabía que era tan falsa como la mía. – No sabes cuanto te odio Emma – dijo mirándome a los ojos y acercándose cuando empezó el baile cuya canción era desconocida para mí.

-No parecía ayer que intentaste besarme- ataque

-Qué bueno que no lo hice o hubiera vomitado del asco- sus palabras me dolían, pero no me acobarde

-Mas bien yo no acepte- le recordé

-Eso no importa ahora, eres mi esposa, te compre, eres de mi propiedad y harás lo que yo quiera- se acercó para besarme, pero lo esquive delicadamente rodeando su cuello, ante las cámaras esto debía ser dulce y conmovedor.

-No soy un objeto Leo, no soy tu muñeca y no permitiré que pases sobre mi como si no fuera nada- había dejado pasar mucho con mi madrastra en esta semana y al casarme no permitirá más.

-Para ti soy Leonardo, no confundas las cosas, firmaste un contrato, aceptaste prácticamente ser mi objeto a cambio de dinero y un contrato que quizás sea inútil para tu empresa, créeme aprovechare bien la manera de cobrarme- susurro antes de culminar la canción, se alejó con una sonrisa para la gente y caminamos a la mesa nuevamente, fui al baño, ya no podía controlar más mis lágrimas.

-Emma que suerte tuviste, Jones no es como todo el mundo decía, es tan guapo, de verdad cuando lo vi en el altar deseé ser yo quien se casara con él, no solo tendrás más dinero si no que tienes a un hombre guapo, que envidia- Diana era muy joven para comprender lo horrible de sus palabras.

-No sabes lo que dices hermana, el amor no se compra ni con todo el oro del mundo- rodo los ojos y salió

El espejo me mostraba una novia bella, pero que su rostro reflejaba una terrible agonía, si solo pudiera rescribir la historia, hubiera abrazado más a su padre, le hubiera dicho que lo amaba y jamás hubiera aceptado la ayuda de aquel extraño que solo jugo conmigo…

-¿Qué haces aquí niña? Sal con tu esposo ahora mismo la gente los espera para despedirse- entro una furiosa Susan

-¿Ya? Es muy pronto, ni siquiera he lanzado el ramo – dije para intentar hacer mas tiempo sabiendo que era inevitable

-Pues anda rápido- salimos del baño, mi cuerpo tenia ligeros temblores, pero forcé a brindar una sonrisa a los invitados

Las chicas rápido se acomodaron en la pista en espera de ser ellas quien atraparan el tan anhelado ramo, lo arroje al primer intento, no supe quien lo tomo, pero las risas se escuchaban en el lugar, el animador invito a los hombres y me hicieron sentarme en la silla para que leo quitara la liga, me miro malicioso mientras subía el vestido, al quitar la liga toco mi pierna a sabiendas que no podía decir nada en medio de tanta gente, solo pude mirarlo con odio por el atrevimiento. En poco tiempo estábamos saliendo del lugar, no nos dirigimos al barrio rico donde vivía, sino que llegamos a una casa que, si bien si estaba en un barrio muy bueno, de los mejores era la casa mas pequeña del lugar, tenía un jardín con flores blancas al frente, el porche y toda la casa era blanca con gris, agradecía no tener que vivir con su familia, no podía fingir todo el tiempo una sonrisa.

-Bienvenida a su nuevo hogar señora Emma Jones, espero no se sienta cómoda en lo absoluto – Leo paso por mi lado sin ayudarme con el vestido o maletas y dejándome afuera, el caos apenas comenzaba.

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