La mirada verde que había conocido antes no era la misma que esta, esta era fría con solo emociones y sentimientos negativos, extendió su mano para recibirme en el altar y observo con disgusto el anillo en ella. El mundo era muy chico y las emociones demasiado fugaces, solo el día de ayer ver esos ojos verdes me causaban paz y el día de hoy los odiaba con toda mi alma. Yo no sabía quién era él, pero él sí sabía quién era yo, Susan dijo que vio una foto mía, como se ha de haber burlado de mi en estos días ¿Qué pretendía hacer? Por qué no parecía solo haber querido conocerme y hacer esto más agradable, se miraba a leguas el desprecio en su rostro.
-Acepto- dijo con voz fría
-Acepto- mi voz salió un tanto quebrada después de unos segundos
-Por el poder que me otorga la ley los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- los aplausos estallaron y la gente se puso de pie, leo se acercó a mí y toco mis labios ligeramente para después susurrarme en el oído.
-Por lo menos finjamos estar alegres, odiaría salir en las portadas de revistas con una mujer tan amargada- hablo con deprecio y se apartó sonriendo cual enamorado, copie su acto y me gire sonriendo, las fotografías no se hicieron esperar por más tiempo, bajamos del altar y caminamos por el pasillo con sonrisas fingidas para la prensa.
-Felicidades hijo- se acerco el señor Jones del brazo de una mujer muy elegante quien también felicito a leo de esa manera.
-Es un gusto concerté Emma soy Rut madre de leo, es muy extraño conocer a la novia, esposa de mi hijo el día de la boda, realmente me tomo por sorpresa cuando llegue de mi viaje- dijo la señora de forma amable
-Lo lamento señora, pero estoy alegre de conocerle- sonreí
-Cuida bien a mi muchacho es un increíble hombre- asentí sonriendo, pero realmente dudaba, no, estaba segura de que sus palabras no eran verdaderas.
-Así son los jóvenes enamorados mujer, no quisieron esperar mas para estar juntos- comento el señor Jones mirándonos como si no supiera que fuimos obligados a esto.
-¡Primo! Muchas felicidades, que sorpresa de verdad ¿Cuándo pensabas decirnos que tenias novia por lo menos? - Un hombre castaño un poco mayor que leo se acerco y nos abrazo
-¿Para qué? Para que me hicieras bromas al respecto
-Que va, si yo estoy felizmente casado- sonrió alegre
-Que bueno escucharte hablar así- una mujer elegante y hermosa de piel afro se acercó- muchas felicidades leo y…- me señalo
-Emma, mi hermosa Emma- hablo leo abrazándome y acercándome a él.
-Un gusto Emma, soy Maya y el es mi esposo Josh-
-Un gusto conocerlos por fin - sonreí
Mas familiares se acercaron a felicitarnos, algunos agradables y otros muy muy desagradables pero todos ellos sorprendidos por lo repentino de la boda y que nadie sabía de mi existencia y nuestra relación, bueno simplemente jamás existió una relación. Después de las felicitaciones nos subimos a una troca adornada que nos llevaría al salón, nadie dijo nada en todo el camino, llegamos y entramos, los invitados ya esperaban, algunos se acercaron para felicitarnos y otro para tomarse fotos en la mesa principal, era poca gente la que estaba allí, menos de la que esperarían de un empresario tan exitoso.
-Hora del baile vamos- leo me jalo del brazo para llevarme a la pista, tenía una sonrisa que parecía verdadera, pero sabía que era tan falsa como la mía. – No sabes cuanto te odio Emma – dijo mirándome a los ojos y acercándose cuando empezó el baile cuya canción era desconocida para mí.
-No parecía ayer que intentaste besarme- ataque
-Qué bueno que no lo hice o hubiera vomitado del asco- sus palabras me dolían, pero no me acobarde
-Mas bien yo no acepte- le recordé
-Eso no importa ahora, eres mi esposa, te compre, eres de mi propiedad y harás lo que yo quiera- se acercó para besarme, pero lo esquive delicadamente rodeando su cuello, ante las cámaras esto debía ser dulce y conmovedor.
-No soy un objeto Leo, no soy tu muñeca y no permitiré que pases sobre mi como si no fuera nada- había dejado pasar mucho con mi madrastra en esta semana y al casarme no permitirá más.
-Para ti soy Leonardo, no confundas las cosas, firmaste un contrato, aceptaste prácticamente ser mi objeto a cambio de dinero y un contrato que quizás sea inútil para tu empresa, créeme aprovechare bien la manera de cobrarme- susurro antes de culminar la canción, se alejó con una sonrisa para la gente y caminamos a la mesa nuevamente, fui al baño, ya no podía controlar más mis lágrimas.
-Emma que suerte tuviste, Jones no es como todo el mundo decía, es tan guapo, de verdad cuando lo vi en el altar deseé ser yo quien se casara con él, no solo tendrás más dinero si no que tienes a un hombre guapo, que envidia- Diana era muy joven para comprender lo horrible de sus palabras.
-No sabes lo que dices hermana, el amor no se compra ni con todo el oro del mundo- rodo los ojos y salió
El espejo me mostraba una novia bella, pero que su rostro reflejaba una terrible agonía, si solo pudiera rescribir la historia, hubiera abrazado más a su padre, le hubiera dicho que lo amaba y jamás hubiera aceptado la ayuda de aquel extraño que solo jugo conmigo…
-¿Qué haces aquí niña? Sal con tu esposo ahora mismo la gente los espera para despedirse- entro una furiosa Susan
-¿Ya? Es muy pronto, ni siquiera he lanzado el ramo – dije para intentar hacer mas tiempo sabiendo que era inevitable
-Pues anda rápido- salimos del baño, mi cuerpo tenia ligeros temblores, pero forcé a brindar una sonrisa a los invitados
Las chicas rápido se acomodaron en la pista en espera de ser ellas quien atraparan el tan anhelado ramo, lo arroje al primer intento, no supe quien lo tomo, pero las risas se escuchaban en el lugar, el animador invito a los hombres y me hicieron sentarme en la silla para que leo quitara la liga, me miro malicioso mientras subía el vestido, al quitar la liga toco mi pierna a sabiendas que no podía decir nada en medio de tanta gente, solo pude mirarlo con odio por el atrevimiento. En poco tiempo estábamos saliendo del lugar, no nos dirigimos al barrio rico donde vivía, sino que llegamos a una casa que, si bien si estaba en un barrio muy bueno, de los mejores era la casa mas pequeña del lugar, tenía un jardín con flores blancas al frente, el porche y toda la casa era blanca con gris, agradecía no tener que vivir con su familia, no podía fingir todo el tiempo una sonrisa.
-Bienvenida a su nuevo hogar señora Emma Jones, espero no se sienta cómoda en lo absoluto – Leo paso por mi lado sin ayudarme con el vestido o maletas y dejándome afuera, el caos apenas comenzaba.
Mis manos ardían debido al esfuerzo realizado de cargar mis maletas, cerré la puerta de la casa y mire a mi alrededor fatigada por el esfuerzo, no era así como imaginaba entrar a mi casa después de la boda, había soñado con pasar momentos inolvidables con el amor de mi vida, ahora todo había quedado muy lejano; Leo llego comiendo una manzana y riendo.-Nuestro hogar- levanto las manos señalando la sala, todo aquí era simple y elegante con mucho blanco, sin color, sin vida… La sala frente a mi constaba de un pequeño recibidor y se habría a los sillones blancos de tres piezas, una mesa muy moderna como centro sin ningún tipo de adorno y un televisor bastante grande frente a los sillones - ¿No es a lo que esta impuesto la señorita? – Se burlaba, era mucho mas pequeña de mi casa claramente-Me gusta… solo le falta color- tomé las maletas y cam
Caminábamos por la tienda tomados de la mano, riendo y bromeando mientras mirábamos diferentes artículos de decoración, podíamos ver como una persona tomaba fotografías, duro unos minutos y luego se fue.-Has elegido cosas horribles- leo soltó mi mano y miro las comprar con desagrado-No se mucho de esto…- mire también las cosas, apenas llevaba unos cuadros, jarrones, adornos comunes-Voy a buscar una manta para mi- señalo un estante al final del pasillo, asentí-¿Cómo se que va bien?- pregunte a mí misma en voz alta-¿Te puedo ayudar?- una chica de cabello castaño claro y ojos cafés claros se acerco-Intento darle vida a mi casa, pero… no tengo idea de cómo…- admití viendo los diferentes colores en el carrito-Ay pues mira, yo soy diseñadora de interiores, si gustas te ayudo- la chica era muy amable, que suerte había tenido de encontrar a una diseñadora, por su ropa podía decir que tenía muy buenos gustos-Si por favor, soy Emma- salude-Elisa, dime ¿Cómo es tu casa? --Aburrida- reí
El sol se ocultaba una vez más llenándome de miedo al ver como la oscuridad se apoderaba de cada rincón, el viento fresco tocaba mi cuerpo enchinando mi piel, mis manos tocaban el césped y mis lagrimas recorrían mi rostro silenciosamente como si no pudieras quedarse contenidas.- ¿Por qué una chica tan hermosa derrama lagrimas? – mire al hombre del cual provenía la voz, un hombre castaño de ojos marrones y corpulento que se detuvo frente a mi - ¿Necesitas compañía? – negué y quite la vista de el para seguir viendo los colores desvanecerse. El chico se sentó a un lado mío – En un hermoso atardecer, casi tanto como tu –-Gracias- susurre-¿No eres Emma? Creo que te vi algunas veces en la universidad, estudias finanzas ¿No? –-Si, no te he visto por allí- su rostro me era familiar pero no lo recordaba a plenitud-Estudio mercadotecnia, mañana me graduó- sonrió orgulloso de sí mismo-Yo también… supongo que nos veremos allí- asintió- oye ¿No eres tú la de la revista y la que sale en las
LeonardoEl viento desacomodaba mi cabello y movía mi saco, camine apresurado a entrar en la empresa de los Smith, una joven recepcionista limaba sus uñas sin prestar atención si alguien entrega o no, una incompetencia fatal, para ser una empresa que se dedica a la seguridad estaba algo descuidada en el área del personal, mire alrededor solo un guardia estaba a la puerta y no había más a la vista.-Páseme con Emma Jones de inmediato- hable, era la primera vez que ponía mi apellido en ella.-¿Es su esposo cierto?- asentí- pase a su oficina – señalo el elevador privado-¡Estoy harta de verte aquí Emma! ¡Desearía que desaparecieras como tu padre! - Emma y su madrastra se gritaban en el pasillo del último piso-¡Debería de importante, también es tu empresa Susan!¡ a menos que tengas algo que ver!-- ¡No soy una ladrona! - levanto su mano y golpeo a Emma, Sali del elevador a pasos grandes para ir a donde ellas-¡Descubriré la verdad!- Emma entro a la que supongo era su oficina y dio un por
Emma Logramos encontrar a las personas que robaban en la empresa de mi padre, esperaba poder recuperar ese dinero de alguna forma o la empresa difícilmente tendría un futuro asegurado, ese hombre… Jones… no sé porque me odiaba, yo no lo conocía, y aun así se había empeñado en destruir mi vida aun si se llevaba de encuentro la de su hijo… Llegamos a la empresa y subimos con prisa a la oficina de Leo, el anciano estaba plácidamente en la silla con la secretaria de leo en sus piernas, esta se levantó y se marchó como si nada, Leo lo miro con odio pero su padre sonrió orgulloso. -Magnifico están ambos- -¡Usted desgraciado, como se atreve!- me dirigí a el quien se puso de pie al verme caminar furiosa a el, no espere mas y le di una bofetada mi mano ardió, no me importo lo disfrute -¡Como te atreves chiquilla malcriada!- me tomo de los hombros estrujándome y gritando con furia, lo tomo de las mangos del saco para detener los jaloneos -¡Usted ordeno que le robasen a la empresa de mi padr
Las risas resonaban con amplitud en la sala de parte de Leo y Josh, parecían llevarse muy bien de verdad, bromeaban y jugaban, no había su sonrisa tan sincera como ahora, los hoyuelos se marcaban con claridad, quería ir y tocarlos para asegurarme que eran reales, sus ojos a momentos tenían brillo como cuando lo conocí; no era un mal hombre, no del todo por lo menos, solo… tenia un mal padre, uno al que no le importaba su hijo, lo había casado con una mujer a la que nunca podría llegar a querer por que la odia, una con la que nuca podría llegar a ser feliz, había su vida por una venganza, por un rencor guardado que a pesar de los años transcurridos conservaba demasiado bien, si solo lo olvidara y perdonara no le haría esto a su hijo… lo dejaría ser feliz, entonces leo podría reír mas a menudo, entonces no se hubiera apartado de su familia tanto tiempo, entonces estaría con ellos, entonces… no estaría conmigo…-¿Emma?- la voz de Maya distrajo mis pensamientos-Disculpa me quedé pensando
Mi cuerpo temblaba y no por el frio, el corazón aun latía acelerado provocando dolor en mi pecho y un inmenso vacío, el nudo en mi garganta me impedía respirar a pesar de que lloraba con desesperación. Leo se quito su abrigo y lo coloco encima mío cubriéndome-Emma ¿Te hizo daño? ¿Ese infeliz te hizo daño? - negué claro que me había echo daño, pero sabia a lo que se refería – Cielos, Emma perdóname, perdóname por no venir cariño – me acurruco en sus brazos y dejo un beso en mi frente, extendí mis brazos y lo abrace desconsolada, el me cargo y me llevo a su auto, solo regreso por mi ropa y condujo a casa en silencio, los nudillos de sus manos estaban blancos por la fuerza ejercida en el volante.Llegamos en solo un par de minutos, entro en la cochera y me abajo cargada con cuidado acomodando el abrigo para proteger mi cuerpo.-Llévame a la ducha- rogué, necesitaba quitar esta suciedad de mi cuerpo, el rápido me llevo escaleras arriba a su habitación y me dejo en la tina.-Te traeré rop
EmmaUna semana había pasado desde el incidente con el hombre asqueroso, las heridas en mi cuerpo se habían sanado casi por completo, ahora realizaba mi maleta para ir a la haciendo con leo, me vestí con un pantalón negro y botines bajos negros, un suéter de lana en color blanco, el frio llegaba poco a poco haciéndose sentir cada día más, bajé a la sala donde una mujer mayor aspiraba.-¿Disculpe quien es?- pregunte confundida-Oh, soy Gloria el señor Jones me ha contratado para hacer el aseo y comida de la casa, lamento mucho no venir desde antier pero mi nieto enfermo, el señor jones fue muy amable al comprender mi situación- sonrió de forma amigable ¿Leo la había contratado? ¿No estaba prohibido?-Emma ya conociste a doña Gloria, ella se hará cargo de la casa, limpiara hoy y ya no vendrá hasta que regresemos – hablaba mientras bajaba las escaleras con su maleta – Vamos cariño te ayudo a subir tu maleta, doña gloria recuerde que la limpieza es solo en la planta baja, cuando termine s