Mis manos ardían debido al esfuerzo realizado de cargar mis maletas, cerré la puerta de la casa y mire a mi alrededor fatigada por el esfuerzo, no era así como imaginaba entrar a mi casa después de la boda, había soñado con pasar momentos inolvidables con el amor de mi vida, ahora todo había quedado muy lejano; Leo llego comiendo una manzana y riendo.
-Nuestro hogar- levanto las manos señalando la sala, todo aquí era simple y elegante con mucho blanco, sin color, sin vida… La sala frente a mi constaba de un pequeño recibidor y se habría a los sillones blancos de tres piezas, una mesa muy moderna como centro sin ningún tipo de adorno y un televisor bastante grande frente a los sillones - ¿No es a lo que esta impuesto la señorita? – Se burlaba, era mucho mas pequeña de mi casa claramente
-Me gusta… solo le falta color- tomé las maletas y cam
Caminábamos por la tienda tomados de la mano, riendo y bromeando mientras mirábamos diferentes artículos de decoración, podíamos ver como una persona tomaba fotografías, duro unos minutos y luego se fue.-Has elegido cosas horribles- leo soltó mi mano y miro las comprar con desagrado-No se mucho de esto…- mire también las cosas, apenas llevaba unos cuadros, jarrones, adornos comunes-Voy a buscar una manta para mi- señalo un estante al final del pasillo, asentí-¿Cómo se que va bien?- pregunte a mí misma en voz alta-¿Te puedo ayudar?- una chica de cabello castaño claro y ojos cafés claros se acerco-Intento darle vida a mi casa, pero… no tengo idea de cómo…- admití viendo los diferentes colores en el carrito-Ay pues mira, yo soy diseñadora de interiores, si gustas te ayudo- la chica era muy amable, que suerte había tenido de encontrar a una diseñadora, por su ropa podía decir que tenía muy buenos gustos-Si por favor, soy Emma- salude-Elisa, dime ¿Cómo es tu casa? --Aburrida- reí
El sol se ocultaba una vez más llenándome de miedo al ver como la oscuridad se apoderaba de cada rincón, el viento fresco tocaba mi cuerpo enchinando mi piel, mis manos tocaban el césped y mis lagrimas recorrían mi rostro silenciosamente como si no pudieras quedarse contenidas.- ¿Por qué una chica tan hermosa derrama lagrimas? – mire al hombre del cual provenía la voz, un hombre castaño de ojos marrones y corpulento que se detuvo frente a mi - ¿Necesitas compañía? – negué y quite la vista de el para seguir viendo los colores desvanecerse. El chico se sentó a un lado mío – En un hermoso atardecer, casi tanto como tu –-Gracias- susurre-¿No eres Emma? Creo que te vi algunas veces en la universidad, estudias finanzas ¿No? –-Si, no te he visto por allí- su rostro me era familiar pero no lo recordaba a plenitud-Estudio mercadotecnia, mañana me graduó- sonrió orgulloso de sí mismo-Yo también… supongo que nos veremos allí- asintió- oye ¿No eres tú la de la revista y la que sale en las
LeonardoEl viento desacomodaba mi cabello y movía mi saco, camine apresurado a entrar en la empresa de los Smith, una joven recepcionista limaba sus uñas sin prestar atención si alguien entrega o no, una incompetencia fatal, para ser una empresa que se dedica a la seguridad estaba algo descuidada en el área del personal, mire alrededor solo un guardia estaba a la puerta y no había más a la vista.-Páseme con Emma Jones de inmediato- hable, era la primera vez que ponía mi apellido en ella.-¿Es su esposo cierto?- asentí- pase a su oficina – señalo el elevador privado-¡Estoy harta de verte aquí Emma! ¡Desearía que desaparecieras como tu padre! - Emma y su madrastra se gritaban en el pasillo del último piso-¡Debería de importante, también es tu empresa Susan!¡ a menos que tengas algo que ver!-- ¡No soy una ladrona! - levanto su mano y golpeo a Emma, Sali del elevador a pasos grandes para ir a donde ellas-¡Descubriré la verdad!- Emma entro a la que supongo era su oficina y dio un por
Emma Logramos encontrar a las personas que robaban en la empresa de mi padre, esperaba poder recuperar ese dinero de alguna forma o la empresa difícilmente tendría un futuro asegurado, ese hombre… Jones… no sé porque me odiaba, yo no lo conocía, y aun así se había empeñado en destruir mi vida aun si se llevaba de encuentro la de su hijo… Llegamos a la empresa y subimos con prisa a la oficina de Leo, el anciano estaba plácidamente en la silla con la secretaria de leo en sus piernas, esta se levantó y se marchó como si nada, Leo lo miro con odio pero su padre sonrió orgulloso. -Magnifico están ambos- -¡Usted desgraciado, como se atreve!- me dirigí a el quien se puso de pie al verme caminar furiosa a el, no espere mas y le di una bofetada mi mano ardió, no me importo lo disfrute -¡Como te atreves chiquilla malcriada!- me tomo de los hombros estrujándome y gritando con furia, lo tomo de las mangos del saco para detener los jaloneos -¡Usted ordeno que le robasen a la empresa de mi padr
Las risas resonaban con amplitud en la sala de parte de Leo y Josh, parecían llevarse muy bien de verdad, bromeaban y jugaban, no había su sonrisa tan sincera como ahora, los hoyuelos se marcaban con claridad, quería ir y tocarlos para asegurarme que eran reales, sus ojos a momentos tenían brillo como cuando lo conocí; no era un mal hombre, no del todo por lo menos, solo… tenia un mal padre, uno al que no le importaba su hijo, lo había casado con una mujer a la que nunca podría llegar a querer por que la odia, una con la que nuca podría llegar a ser feliz, había su vida por una venganza, por un rencor guardado que a pesar de los años transcurridos conservaba demasiado bien, si solo lo olvidara y perdonara no le haría esto a su hijo… lo dejaría ser feliz, entonces leo podría reír mas a menudo, entonces no se hubiera apartado de su familia tanto tiempo, entonces estaría con ellos, entonces… no estaría conmigo…-¿Emma?- la voz de Maya distrajo mis pensamientos-Disculpa me quedé pensando
Mi cuerpo temblaba y no por el frio, el corazón aun latía acelerado provocando dolor en mi pecho y un inmenso vacío, el nudo en mi garganta me impedía respirar a pesar de que lloraba con desesperación. Leo se quito su abrigo y lo coloco encima mío cubriéndome-Emma ¿Te hizo daño? ¿Ese infeliz te hizo daño? - negué claro que me había echo daño, pero sabia a lo que se refería – Cielos, Emma perdóname, perdóname por no venir cariño – me acurruco en sus brazos y dejo un beso en mi frente, extendí mis brazos y lo abrace desconsolada, el me cargo y me llevo a su auto, solo regreso por mi ropa y condujo a casa en silencio, los nudillos de sus manos estaban blancos por la fuerza ejercida en el volante.Llegamos en solo un par de minutos, entro en la cochera y me abajo cargada con cuidado acomodando el abrigo para proteger mi cuerpo.-Llévame a la ducha- rogué, necesitaba quitar esta suciedad de mi cuerpo, el rápido me llevo escaleras arriba a su habitación y me dejo en la tina.-Te traeré rop
EmmaUna semana había pasado desde el incidente con el hombre asqueroso, las heridas en mi cuerpo se habían sanado casi por completo, ahora realizaba mi maleta para ir a la haciendo con leo, me vestí con un pantalón negro y botines bajos negros, un suéter de lana en color blanco, el frio llegaba poco a poco haciéndose sentir cada día más, bajé a la sala donde una mujer mayor aspiraba.-¿Disculpe quien es?- pregunte confundida-Oh, soy Gloria el señor Jones me ha contratado para hacer el aseo y comida de la casa, lamento mucho no venir desde antier pero mi nieto enfermo, el señor jones fue muy amable al comprender mi situación- sonrió de forma amigable ¿Leo la había contratado? ¿No estaba prohibido?-Emma ya conociste a doña Gloria, ella se hará cargo de la casa, limpiara hoy y ya no vendrá hasta que regresemos – hablaba mientras bajaba las escaleras con su maleta – Vamos cariño te ayudo a subir tu maleta, doña gloria recuerde que la limpieza es solo en la planta baja, cuando termine s
El corazón martillaba a mil por hora, su aliento rozaba mis labios y el aire parecía cortarse; sus ojos verdes me miraban penetrantes en un recorrer de mis ojos a los labios, de pronto se separó de mí.-Es un lugar muy hermoso ¿No leito?- la pelinegra caminaba contoneándose hacia nosotros-lo es Sol- contesto leo sonriente-Había olvidado lo guapo que te vez con esos hoyuelos- ella coqueteaba sin disimulo frente a mi-Iré dentro tengo frio- dije y camine a la habitación, no me sorprendió que leo no me siguiera, los familiares ya se dirigían a su habitación cuando comencé a caminar.-Yo que tú no lo hubiera dejado con ella- Sam la rubia se acercó, caminando junto a mi- ellos tenían una química increíble y para ser sincera no parece tenerla contigo- soltó con maldad, pero era verdad, sus palabras me detuvieron-él es mi esposo Sam, no te metas – seguí caminando hasta llegar a la habitación, me recargue en la puerta con sentimientos contradiciéndose entre sí, sin pensarlo me asome un poc