Hoy, intencionadamente, cociné temprano por la mañana. Después de dejar a Gillian en el colegio, tenía previsto reunirme con el tío Benny y algunos accionistas de la empresa.

El tío Benny había programado la reunión en una de nuestras sucursales, así que, por suerte, no tendría que ver a Derrick ni a Kendall, que estaban en la oficina central.

"¡Hola!", sonó una voz desde afuera. ¿Quién nos visita tan temprano? La voz me resultaba familiar.

Entonces, escuché ruido de niños en la sala de estar.

Me dirigí a la entrada para ver quién había llegado.

Mis ojos se abrieron de par en par al ver a Lorraine y su marido, Jack, con sus tres hijos ya sentados en la mesa del comedor. Estaban desayunando descaradamente con Derrick, Ruth y Gillian.

¡¿Qué demonios?! Cada vez eran más descarados.

Por suerte, yo ya había desayunado en la cocina. Me quedé allí, estupefacta, viendo cómo estos invitados no deseados comían sin ninguna preocupación. Toda la comida que había cocinado esta mañana había desaparecido.

Sabía que Lorraine no limpiaría después lo de sus hijos.

"Gillian, vámonos. Llegaremos tarde", llamé a Gillian, que había terminado de desayunar.

"Derrick llevará a Gillian. ¡Tú quédate en casa y limpia!". Ruth ordenó.

"Lo siento, mamá. Tengo una reunión en el colegio de Gillian. Quizá Lorraine pueda ayudar a limpiar la mesa antes de irse a trabajar", sugerí, mirando a Lorraine, que me fulminó con la mirada.

"¡Qué va! ¿No ves lo arreglada que estoy? ¿Quieres que lave platos y ensucie mi ropa?", replicó Lorraine en voz alta.

Lorraine era realmente arrogante. Me pregunté cuál sería su nuevo trabajo que la obligaba a maquillarse tanto.

Suspiré pesadamente. Sabía que Lorraine no ayudaría con los platos. Ella solo sabía comer, no cocinar ni limpiar.

"Está bien. Limpiaré cuando vuelva del colegio de Gillian. Ya me voy".

Me despedí de Ruth y Derrick, que seguían sentados. Derrick tenía que estar en el trabajo a las ocho, pero ya eran las siete y media y ni siquiera se había duchado. Esto ocurría casi todos los días. ¿Cómo podía crecer la empresa con empleados así? El tío Benny ya debería haberle dado un aviso, pero por alguna razón, no lo había hecho.

Llegué al colegio de Gillian, hablé con su maestra y me aseguré de que, a partir de hoy, Gillian utilizaría el servicio de transporte del colegio. También organicé un servicio de catering de comidas saludables para ella.

No quería descuidar a Gillian por mi creciente carga de trabajo.

Cuando todo estuvo listo en el colegio, me dirigí a la oficina con un Uber. No estaba lejos.

Diez minutos después, llegué. Bradley lo había preparado todo y los accionistas ya esperaban en la sala de reuniones.

El tío Benny me saludó al entrar en la sala de reuniones con una larga mesa en el centro. Era una sala espaciosa. Los participantes en la reunión se levantaron para darme la bienvenida.

"Bienvenida, nuestra nueva directora ejecutiva, la señorita Sarah Joy Johnson".

Asentí respetuosamente y estreché la mano de cada uno de ellos antes de presentarme.

"Buenos días. Soy Sarah Joy, la nueva directora ejecutiva de la empresa. Mi padre, el señor Harry Robert Johnson, fue el fundador de esta empresa. Espero que todos podamos trabajar bien juntos".

Todos se mostraron muy amables. Aunque era la primera vez que entraba en el mundo de los negocios, su amabilidad aliviaba mis nervios.

Necesitaba aprender mucho sobre la empresa y probablemente aprendería mucho de Bradley.

La reunión transcurrió sin complicaciones. El tío Benny me pidió que empezara a trabajar en la oficina central el mes que viene.

Eso significaba que trabajaría con Derrick y vería a Kendall todos los días. Si Derrick realmente me estaba engañando, lo descubriría. Y si era verdad, tomaría medidas.

Empecé a planear una sorpresa para ellos en secreto.

Por la tarde, estaba de vuelta en casa. Efectivamente, cuando llegué, la casa era un desastre. Los hijos de Lorraine estaban corriendo por todas partes.

Me sorprendió ver la cocina, con casi todos los platos sucios y basura por todas partes. Parecía que habían hecho fideos instantáneos, ya que el almuerzo que yo había cocinado ya no estaba.

Me acerqué a Gillian, que estaba estudiando en su habitación.

"Gillian, ¿ya comiste?".

"Sí, mami. Comí la comida del colegio", contestó.

"¿Te gustó la comida?".

Gillian asintió.

"Menos mal. Ahora, vamos a limpiar la casa", le dije.

"De acuerdo, mami".

Le había enseñado a Gillian a ser independiente desde pequeña. No quería que fuera como los hijos de Lorraine, que solo sabían ensuciar y nunca aprendieron a limpiar. Y eso que eran mayores que Gillian.

Me puse inmediatamente a ordenar la casa antes de que Ruth se despertara de su siesta.