"Hola a todos".

"Hola, Sarah", contestó Ruth.

Saludé a Ruth, que no podía apartar los ojos de mis bolsas de compra. Lorraine también las miraba. Debía de haberse dado cuenta de las bolsas de marca que cargaba.

Fingí que no me importaba y coloqué todas las bolsas sobre la mesa del comedor.

Derrick me siguió hasta el dormitorio. "¿De dónde sacaste el dinero para comprar todas estas cosas?", preguntó con la cara enrojecida.

"Es mi dinero", respondí con firmeza.

"¿De dónde has sacado tanto dinero? Son cosas caras, ¿verdad?", volvió a preguntar.

"¿Qué te pasa? Ayer dijiste que no podía comprarme ropa bonita porque no administraba bien mi dinero. Ahora que me los he comprado, estás enfadado. Tú fuiste quien me dijo que me arreglara". Intenté mantener la calma.

Derrick se quedó en silencio.

"¡Derrick, ven aquí!". Ruth llamó desde la sala de estar.

Parecían estar manteniendo una conversación seria.

"Esta casa es el único activo que tiene nuestra familia, Lorraine. No estoy de acuerdo con usarla como garantía para un préstamo bancario". La voz de Derrick sonaba enfadada.

"Pero Jack necesita capital para empezar su negocio. Además, ya no estamos trabajando". La voz de Lorraine también se alzó.

¿Qué? ¿Lorraine había dejado su trabajo? ¿Por qué? ¿No acababa de empezar uno nuevo?

"¿Y si el negocio de Jack fracasa? ¿Cómo vamos a pagar el préstamo?". Derrick preguntó.

Todo el mundo se quedó en silencio. Todavía en el dormitorio, me asomé por la puerta. Sus rostros estaban tensos.

"Encontraré otro trabajo. ¿Quizá haya una vacante en tu empresa, Derrick?", preguntó Lorraine.

Derrick suspiró pesadamente.

"No puedo prometer nada", respondió, sonando reacio.

Estaba claro que no quería utilizar la casa como garantía, sobre todo porque aún no había podido comprar una casa.

"Con permiso".

"¡Hola, Kendall, pasa!", llamó Ruth mientras Kendall entraba por la puerta lateral.

"Lorraine, esta es Kendall, la hija de Sonia. Trabaja con Derrick", le explicó Ruth a Lorraine.

"Kendall". La rompehogares le tendió la mano a Lorraine.

"Lorraine", respondió Lorraine, estrechando la mano de Kendall con una sonrisa.

"Kendall, ¿hay alguna vacante en tu oficina? Me gustaría aplicar", preguntó Lorraine.

'¡Hola! Aquí está la jefa, no Kendall', me reí para mis adentros.

"Solo tienes que aplicar, Lorraine. Conozco a muchos jefes en la oficina", dijo Kendall.

'¿Qué? ¿Conoce a muchos jefes? ¡Guau!'. Me tapé la boca para contener la risa.

"Muchas gracias, Kendall", dijo Lorraine muy contenta.

Sonreí para mis adentros. Se me ocurrió una idea para vengarme de Lorraine.

Llamé rápidamente a Bradley.

-

"Hola, ¿puedo ver a la señorita Johnson?". Sonaba como si nuestra vecina me estuviera buscando.

"Hola. Oh, Ruby, ¡entra!". Ruth invitó a Ruby y a otra mujer que parecía tener unos cuarenta años.

Salí a recibirlas.

"Señorita Johnson, esta es Sofía, que va a trabajar aquí".

Los ojos de Ruth se abrieron de par en par al oír las palabras de Ruby. Me miró en busca de una explicación.

"Ah, sí. Sofía, esta es mi suegra".

"Mamá, le pedí a Ruby que trajera a alguien para ayudar en casa mientras yo estoy en el trabajo", le expliqué amablemente a Ruth.

"¿Estás segura, Sarah? ¿Cuánto estás ganando para poder permitirte una criada?", interrumpió Lorraine con arrogancia.

"Eso es asunto mío, no tuyo", repliqué, molesta.

"Pero no se quedará aquí, mamá. Vendrá por la mañana y se irá por la tarde o por la noche, cuando yo vuelva del trabajo", seguí explicando.

Aunque Ruth no había sido muy amable conmigo, tenía que contar con su aprobación, ya que era su casa.

"De acuerdo. Siempre y cuando seas responsable de su paga y no seas una carga para Derrick", contestó Ruth secamente, como de costumbre.

"No te preocupes por eso, mamá". Sonreí, contenta de que hubiera dado su consentimiento.

"De acuerdo, Sofía puede empezar mañana para acostumbrarse al trabajo y a la familia de aquí".

Sofía y Ruby se fueron.

Vi que Lorraine y Derrick seguían discutiendo sobre el uso de la casa de Ruth como garantía. Pude ver tristeza en la cara de Ruth. Probablemente ella tampoco estaba de acuerdo, pero siempre seguía los deseos de sus hijos. No podía hacer nada al respecto.

Finalmente, Derrick accedió a regañadientes a la petición de Lorraine.

Lorraine y su marido se marcharon felices, llevando el título de propiedad de Ruth.

Si las cosas hubieran sido diferentes, si siempre hubieran sido amables y respetuosos conmigo como miembro de la familia, si Derrick no me hubiera traicionado, habría ayudado gustosamente a esta familia.

Pero yo no era más que una persona corriente con sentimientos y orgullo. Me habían tratado mal durante ocho años. Había intentado ser paciente todo este tiempo porque discutir no tenía sentido y solo empeoraría las cosas.

No me gustaban los conflictos, pero se habían aprovechado de mi generosidad. Pronto llegaría el momento de revelar mi verdadera identidad. Ya no sería la esposa crédula y mansa que creían que era.

En la fiesta de despedida del tío Benny, la semana que viene, me presentarían como la nueva directora ejecutiva delante de todos los empleados. No podía esperar a ver sus caras.

-

Sofía llegó a las seis de la mañana del día siguiente. Gillian parecía llevarse bien con ella. Se mostró atenta y eficiente cuidando de Gillian y ayudando en otras tareas.

"Sofía, solo concéntrate en cuidar de Gillian, de mamá y de las tareas domésticas de aquí. No hagas nada más, sobre todo si alguien te lo pide, salvo mamá o yo", le expliqué.

"Entendido, señorita Johnson", respondió Sofía, asintiendo.

Mientras cocinábamos en la cocina, oí la voz de Lorraine desde la sala de estar. Curiosa, me acerqué.

"¡Kendall!".

"¿Sí, Lorraine?".

"He traído mi solicitud. Por favor, ayúdame. Muchas gracias. Eres muy amable por ayudarme. Si tan solo hubieras conocido a Derrick antes. Estaría muy bien tener una cuñada servicial como tú, Kendall".

Kendall sonreía tontamente. Quizá se estaba dejando llevar.

'Mi queridísima cuñada, no te preocupes. Sin duda serás aceptada en mi empresa. También quiero ver tu expresión de sorpresa cuando me veas allí'.

'Además, he preparado un puesto adecuado para ti, Lorraine'. Me reí entre dientes, pensando en el puesto que estaba a punto de darle.