"Entonces, ¿qué quieres preguntar, cariño?".

Troy llevó a Sarah a sentarse en una tumbona junto a la piscina. El aire de la tarde era bastante fresco. En su interior, Sarah no podía dejar de maravillarse con la decoración y el diseño interior de la gran casa.

Troy, que solo vestía unos pantalones cortos y una camiseta ajustada, se reclinó en la larga tumbona. Parecía que la silla estaba diseñada para él, dada su estatura por encima del promedio.

Sarah se sentó en la silla justo al lado de Troy. Las sillas estaban tan juntas que se sintió un poco incómoda.

"Relájate, cariño. ¡Recuéstate aquí!". Troy palmeó la silla en la que Sarah estaba sentada.

"Me quedaré sentada", respondió Sarah, sacudiendo la cabeza.

Troy sonrió. Él entendió que Sarah se negaba porque no estaba cómoda. Una de las cualidades que Troy siempre había admirado de Sarah era su capacidad para mantener la dignidad, a diferencia de muchas mujeres que había conocido antes. Incluso cuando estaba en Estados Unidos, las