Deseos

Olivia abrió sus ojos de par en par, ni loca se iba a desvestir delante de Jackson, así le costará la vida nunca lo haría.

—¿Acaso estás sorda?, ¡Quítate la m*****a ropa! —bufó nuevamente Jackson, mientras golpeaba fuertemente el escritorio.

Olivia lazo la mirada, y negó repetidas veces, era cierto estaba en manos de Jackson, solo que eso no incluía estar con él.

—¡No! estás loco si crees  que lo voy hacer —gritó ella mirándolo fijamente.

Jackson sonrió, se colocó de pie y caminó hacia ella. Ella estaba colmando su paciencia, y era cuestión de tiempo para que el estallará.

—¡Te dije que te quites la m*****a ropa!, y lo vas hacer quieras o no! —dijo Jackson, mientras la zarandeaba de lado a lado.

—No, yo no me voy a quitar la ropa, porque no me pienso acostar con un ser tan despreciable como tú —exclamó Oliva tratando  de zafarse de su agarre.

Jackson sonrió, levantó su mano y le dió una bofetada a Olivia tirándo la al piso.

—Vaya que si eres ilusa, ¿Quién demonios te dijo a ti que me quería acostar contigo? Jajaja. No cariño, a ti te quiero es para que enamores a mi primito, si te digo que te desvistas es por que quiero ver tu cuerpo, o mejor dicho quiero que te pongas la ropa que te compre con la cual vas a seducir al el imbécil de mi primo.

Jackson mordió su labio inferior, por supuesto que quería verla desnuda, por supuesto que quería hacerle el amor, la deseaba como un maldito loco, solo que no era tiempo de cruzar la barrera, ella era única y exclusivamente para enamorar a Liam, él sabía que Olivia sería capaz de enterrar vivo a Liam con su belleza y dulzura.

—Si me compraste ropa no veo la necesidad de vestirme delante de ti, perfectamente puedo vestirme en mi habitación, así que me retiro —dijo ella levantándose del piso, camino hacia la salida y corrió como alma que lleva al diablo hacia su habitación.

Jackson no pudo evitar sonreír, ella era perfecta, pero ahora solo debía concentrarse en una sola cosa en acabar con Liam.

Mientras tanto, Liam miraba fijamente aquella foto, la misma donde su felicidad era infinita, donde no creía que el dolor existía, pero todo absolutamente todo se fue a la basura aquel fatídico día, ese día donde su felicidad fue arrancada de sus brazos.

Liam botó todo lo que tenía a su rededor, y rompió el último recuerdo de ella, no quería volver a sufrir por ella, ya había pasado un año, desde que todo su mundo se vino abajo, no quería pensar qué hubiera pasado si ella siguiera ahí con él, si ella tan solo no se hubiera muerto en ese maldito accidente.

Se levantó rápidamente de la cama y fue a la ducha. Darwin escuchó los golpes y fue directo a la habitación, al entrar vio todo revuelto, así que sabía dónde estaba Liam perfectamente.

—¡Hijo! Se que una vez más estás así por Paula, hijo entiende que ella estaría feliz con verte realizado, es hora que busques a una buena mujer, que te ame, que tengan una bonita familia —dijo Darwin al otro lado de la puerta, él sabía que Liam lo escuchaba, la ducha  ya no se escuchaba, asi que sabia perfectamente que su nieto lo escuchaba.

Segundos después Liam salió con una bata y cabello mojado, su abuelo sonrió al ver que él tenía una leve sonrisa en su rostro.

—Abuelo, ya hemos hablado de esto miles de veces, y no me pienso casar, no me pienso enamorar, y mucho menos formar una familia —dijo él, caminando hacia el enorme closet.

—Hijo no le cierres la puertas a tu corazón, tal vez todavía no ha llegado la mujer perfecta para ti, créeme cuando llegue no la vas a dejar escapar —dijo palmeando el hombro de Liam.

—Ya sabes que eso no volverá a suceder, la mujer y todo lo que amaba se fueron con ella el mismo día que la perdí, así que si no tienes nada bueno que decirme déjame vestir que debo trabajar, ya sabes que no me gusta llegar tarde —dijo Liam. Darwin sonrió, negó y salió de la habitación.

Darwin estaba seguro que muy pronto llegaría la mujer que le devolvería las ganas de vivir a su nieto.

Olivia abrió sus ojos, se sentía como si una aplanadora hubiese pasado por encima de ella, se negaba a ir de nuevo a la empresa, solo que si no lo hacía sus niños pagarían las consecuencia.

—¡Ahhh!, ¿Qué haces ahí sentado? —grito Olivia llevando las sábanas a su pecho al ver que Jackson estaba sentado justo al frente de su cama.

—Nada, solo esperaba el momento en que te despertarás —dijo como si fuera lo más normal.

Jackson no podía dormir, se levantó demasiado temprano, apenas eran las dos de la mañana cuando sus ojos se abrieron de par en par, sin dudarlo un segundo se colocó de pie y fue directo a la habitación de Olivia, la cual estaba con seguro, pero eso no fue impedimento para abrir la puerta.

Jackson la observó dormir plácidamente, la deseaba como un condenado, quería hacerla suya una y otra vez. Aunque por ahora podía aguantar, estaba seguro que después de acabar con Liam, podría obligar a Olivia ser suya de una buena vez por todas

—Levante, cámbiate, y ve con mi primo, hoy quiero tener buenos resultados, ¡Ah! Lleva un vestido bastante escotado, quiero que caiga rápido, no tengo mucho tiempo, así que muévete —dijo Jackson con indiferencia, al ver que ella lo miraba fijamente.

—No cuentes conmigo para ponerme eso que me compraste, tengo mis escrúpulos y no soy una prostituta para mostrar mi cuerpo deliberadamente —dijo Olivia.

Los ojos de Jackson se oscurecieron por completo, se colocó qué pie, tiró la silla lejos, camino hacia la cama y jalo del brazo de Olivia.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo