Actualidad-Septima vida
El movimiento que daba con el pincel con una delicadeza y precisión que daba mucho que pensar, fluía de manera armoniosa, como si fuera una prolongación natural de mi ser, conectando mi mente y mi espíritu con el lienzo en blanco. El intenso y penetrante olor de la pintura de oleo impregnaba cada rincón de aquella amplia sala, creando una atmósfera cargada de creatividad y arte.
Daba un par de suaves toquecitos finales en aquella hermosa pintura, sintiendo que finalmente había llegado a la culminación artística. Retiraba con cuidado el pincel del lienzo, no pude evitar tener una amplia sonrisa al contemplar detenidamente aquella maravillosa obra de arte. Esa pintura era particular, pues era una de mis creaciones artísticas más destacadas que he producido hasta el momento.
—Amalie —sentía un reconfortante abrazo envolvente, acompañado de unos suaves pechos que presionaban delicadamente mi espalda—creo que tu obra es tan excepcional que fácilmente podría confundirla con una persona real en lugar de una pintura —comentó la encantadora chica, mientras acariciaba con ternura mi mano.—¿Realmente piensas eso? —preguntó con una sonrisa en mi rostro mientras observaba detenidamente fascinada la obra de arte.
—Si no tuviera conocimiento de que generalmente plasmas en tus obras paisajes y retratos provenientes de tus sueños, podría experimentar un sentimiento de celos —expresó un apuesto joven de cabello azabache, acercándose a nosotras para observar con minuciosidad la obra.
El se inclinó ligeramente, permitiendo que se deslizara desde su vestimenta aquel collar que solíamos lucir coordinadamente como muestra de nuestra unión como pareja.
En ese momento, me hallaba cursando mi segundo año académico en la prestigiosa Universidad de Bellas Artes de Nueva York, una institución reconocida por su amplio abanico de disciplinas artísticas que van desde la música hasta la pintura, pasando por la escultura y demás expresiones creativas. La clase de pintura fue la única asignatura que pude compartir con mi novio de dos años, Isaac, y su hermana melliza, Serenity. Durante el semestre pasado. Fue una experiencia enriquecedora poder plasmar mis sueños en mis pintura.
—Señorita Russell, su habilidad para la pintura es realmente excepcional —una voz monótona y mecánica resonaba a mis espaldas —Con mi autorización, ¿estarías dispuesta a participar en la competencia nacional interuniversitaria? —inquirió el caballero de mediana edad, examinando minuciosamente la obra pictórica —Esta oportunidad podría beneficiarla enormemente, ya que se otorga una beca como premio. ¿Qué opina al respecto?
—Me ayudaría mucho —sonreí levemente mientras observaba detenidamente la pintura, sintiendo un leve latido en mi corazón— Estoy realmente interesada sobre la competencia, maestro Crowe.Contemplaba detenidamente mi retrato de un apuesto hombre de cabello rubio, ojos azules y ataviado con lujosas vestiduras propias de la realeza. Muchos pensarían que estaba completamente desquiciada, pero lo cierto es que había tenido recurrentes sueños con aquel enigmático hombre, en los cuales su apariencia variaba notablemente, ya sea con diferentes estilos de cabello o colores de ojos, sin embargo, siempre se mantenía constante el rostro enigmático que parecía obsesionarme.
En mis sueños, esa misteriosa figura lograba penetrar en los rincones más recónditos de mi ser, revelando una profunda conexión que superaba incluso mi propia comprensión de mí misma. Comencé a tener sueños recurrentes con este misterioso individuo cuando celebré mi decimonoveno cumpleaños, es decir, hace aproximadamente un año. Siempre en mis sueños, este misterioso personaje del cual no sabia su nombre me asegura que vendria en mi búsqueda, que se encuentraba mucho más cerca de lo que imagino.
Sin embargo, la realidad se imponia al ser despertarda con los estruendosos sonidos de mi hermano menor discutiendo con mi madre, quien intenta convencerlo de ir a la escuela.
—Entonces, si está interesada en recibir más detalles, con gusto le enviaré toda la información por su correo electrónico de la universidad esta misma noche —comentaba mi maestro, alejándose lentamente mientras revisaba detenidamente las otras impresionantes pinturas realizadas por mis talentosos compañeros de clase.
—Amalie, si el señor Crowe quedó impresionado con tu pintura, eso es una señal muy positiva —mi extrovertida y entusiasta amiga me agitaba.
La dinámica de la relación entre nosotros tres era sumamente interesante y compleja. Serenity era la más extrovertida de los hermanos, siempre destacaba por su carisma y alegría. En una ocasión, se le ocurrió organizar un divertido juego en el que, para sorpresa de su hermano y de mí, terminamos emparejados de una manera inesperada. Isaac y yo terminamos saliendo porque descubrimos que teníamos intereses y valores similares, lo cual nos permitía disfrutar de momentos muy agradables juntos.
Además, nuestra capacidad para entendernos mutuamente fortalecía nuestra conexión. Fue realmente increíble el nivel de afecto que compartíamos, tanto así que hace aproximadamente tres meses, Isaac tuvo el gesto de pedirme matrimonio durante un espectáculo protagonizado por delfines, para el cual nos esforzamos arduamente en conseguir las ansiadas entradas.
Isaac y Serenity, los hermanos menores, pertenecían a una influyente familia dedicada al mundo de los negocios, específicamente al sector de la venta de automóviles.Conocía perfectamente a sus otros dos hermanos mayores, quienes siempre insinuaban de manera constante y reiterada que estudiar arte era algo completamente absurdo e incomprensible para ellos, y no lograban comprender en absoluto cómo sus dos hermanos menores podían adorar y apasionarse tanto por esa disciplina artística. En mi caso, provenía de una familia de clase media, con padres que me brindaban un apoyo incondicional y un hermano adolescente que, a causa de sus travesuras constantes, a veces me hacía desear lanzarlo por la ventana.
—Chicos, ¿qué les parece si esta noche salimos a tomar algo juntos? —Serenity comenzaba a sentirse emocionada—Mi hermano mayor Derek va a invitar a sus amigos y tal vez podríamos pescar algo divertido —rio con entusiasmo.—Serenidad —la llamo seriamente Isaac— por favor, detente en tu intento de influenciar negativamente a mi futura esposa para que realice acciones indebidas —advirtió con firmeza.—Si ustedes dos tuvieran una relación abierta o poliamorosa, no tendrían que preocuparse por eso en absoluto — sacó su lengua y soltó una risa contagiosa.Al escuchar detenidamente a los hermanos, no pude evitar soltar una risa contenida, ya que resultaba evidente su gran parecido físico, sin embargo, era notoria la marcada disparidad en sus pensamientos y actitudes.—Lo siento, pero necesito concentrarme en mis responsabilidades académicas en este momento. No puedo permitirme distraerme con actividades que puedan afectar mi rendimiento académico, y poner en riesgo la oportunidad de mantener
POV. Alexander Wilson—Señor Wilson hoy tiene una reunión con los inversionistas de la empresa Beston. Están interesados en que conozca a su hija para explorar una posible colaboración entre ambas empresas.Mientras nos dirigíamos hacia la sede de mi empresa, revisaba mi tableta con cierta incomodidad, leyendo las últimas novedades financieras. En este momento, ocupaba el cargo de director ejecutivo en SunBelt, una empresa de telecomunicaciones que, durante mis tres años al mando, se consolidó como una de las más destacadas a nivel nacional. La emprensa de mi familia ganaba millones, pero bajo mi cargo todo se cuadriplico volviéndola la empresa más voraz de la actualidad. Sin embargo, eso pareció insuficiente para mi familia, ya que mi padre anhelaba algo mayor. Mi padre y el señor Beston tenían una larga amistad. Parecía que estaban empeñados en que conociera a esa joven, con la intención de formar una de las alianzas más sólidas del país. A pesar de haberle expresado a mi padre mi
Esa mañana me pidieron que fuera a la oficina con el profesor Crowe. Al principio, me sentía un poco nerviosa, pero mi maestro me aseguró que era solo para darme una felicitación personal, lo cual me tranquilizó. Los dos ingresábamos a esa espaciosa oficina de estilo victoriano con enormes muebles de tono caoba. Desde la distancia, era evidente que el hombre de unos setenta años disfrutaba estar rodeado de objetos antiguos. Un hombre de cabello plateado por completo y piel marcada por el paso de los años se aproximaba velozmente hacia mí. —Señorita Russell— expresó este caballero de forma alegre—me complace que haya llegado puntual— Se acercó tomándome la mano con entusiasmo.Expresó con una sutil sonrisa—Es un verdadero honor, Director Thomson.Ese señor era ampliamente conocido por ser uno de los expertos más destacados en el campo de las artes escénicas. Numerosos músicos de música clásica fueron guiados por sus manos, destacando incluso en la era contemporánea.—Por favor, tomen
Era evidente que el era un caballero refinado y distinguido pues llevaba puesto un conjunto totalmente diferente al impecable atuendo que mostro horas antes; además, no pude evitar notar su elegante coche cuando me acerqué a él. El coche desprendía un olor que denotaba opulencia, sentía que mi suerte aumentaría en una cantidad significativa de miles de dólares. Al aproximarme, tuve que contener una mueca de malestar, ya que intuía que si lo evitaba, su presencia a mi alrededor se volvería más persistente, similar a la de alguien que acosa sin descanso. Mientras me dirigía con calma hacia donde el habia parquerado, mi cabeza se llenó de múltiples imágenes inquietantes en las que ese enigmático individuo me perseguía, tramando llevar a cabo un secuestro y poner fin a mi existencia de una forma macabra, parecida a lo mostrado en la serie de suspenso psicológico "You" de la plataforma de streaming Netflix. Con una expresión nerviosa en mi cara, lo observé detenidamente, sin emitir son
Cuarta vida: Princesa Dorothea y AlejandroEscuchaba golpes repetidos en mi ventana, uno tras otro, lo cual me incomodó. Me acerqué para investigar el origen de ese sonido. Con esfuerzo, logré abrir mi ventana de la cual casi era lastimada con una piedrecilla que alguien arrojó. Entrecerré mis ojos para poder divisar desde abajo a ese despreciable hombre de cabello oscuro y ojos verdes que me sonreía de forma coqueta, ese que se habia convertido en mi mas bella contradicion.—¿Que quieres?—Interrogó con fastidio inclinándome ligeramente, haciendo que mi melena pelirroja de color una manzana se deslizara sobre mi hombro.—Dorothea baja —expreso de manera provocativa.—No lo haré, al menos que me llames su Alteza Dorothea —tajaba de manera cortante.—Seguramente no puedes bajar porque estas gorda—se burlo de manera jocosa.Al escucharlo mi rostro de sorpresa debio ser un poema pues el comenzó a reirse con su sonrisa pícara. Indignada, me quité uno de los zapatos mientras pensaba que ese
Al despertar, respiraba con intensidad y agitación. Acaricié despacio mi rostro mientras percibía mis lágrimas, las cuales había derramado en el sueño. El impacto fue tan intenso que mi corazón latía a toda velocidad. Bajaba levemente mis ojos notándo mis manos temblar.—Que fue eso—Murmuré suavemente sintiendo mi voz quebrarse. Llevaba mis manos hacia mi cabeza intentando olvidar aquella horrible escena. Anteriormente, había tenido un sueño con ese hombre, pero nunca presencié su fallecimiento. Observaba la pintura que creé de él, unos ojos verdes traviesos y cabello negro azabache, un semblante tan picaro que daba el aire de alguien jugueton. En las mayoría de los sueños aparecia con capucha gastándome bromas los cuales al despertar siempre me revelaban una tierna sonrisa.Tras tranquilizarme, bajaba con lentitud de la cama e en busca de mi celular el cual sonaba de manera insistente. Encendia la pantalla de mi teléfono móvil notando que eran las nueve de la mañana. La pantalla se
Preparaba mi lienzo y lo distribuía mis pinceles y mi pintura. Aunque no lo miraba sentía que sus ojos estaban posados en mi lo cual me provoco un ligero rubor en mis mejillas. Colocaba mis flores cerca de mí lienzo en el suelo y tras esto le di instrucciones a Alexander sobre cómo posar. Saqué varias fotografías, una tras otra, pero ninguna lograba satisfacerme.—No creo que estén bien, tal vez deberíamos cambiarla —me aproximé a el tozandole el rostro para intentar modificar su postura. Nuestros ojos se encontraron al rozar sus mejillas.¿Alguna vez has experimentado esa extraña sensación de haber vivido algo antes? En esos momentos una fuerte corazonada de dejavu, como si lo había vivido con el. Mantuvimos un contacto visual. Una tension entre nosotros nos rodeaba. El presentimiento de que un hilo invisible nos ataba me asfixiaba, liquidaba, me encantaba. Ese sentimiento de que pertenecía a él seguido por un fuerte martilleo en mi pecho.Por unos segundos, sentía como si había viv
Segunda vida: Agathan y Bastian—Agatha —se escuchaba con fuerza desde la distancia. Me detenía, mi atuendo de criada y mi coleta dorada como los rayos del sol se desplazaban al unísono al dar la vuelta. Observaba al pelirrojo con ojos grises siguiéndome a la carrera. Ese señor daba la impresión de haber participado en una carrera de larga distancia. Bastián esbozó una leve sonrisa tan encantadora que hizo mi cuerpo temblar. Un leve ardor se sentía en mi mejilla, con nerviosismo acariciaba una de mis coletas. —Bastian—desviaba ligeramente mi mirada—Hola, ¿Todo bien? Bastián era carpintero que se convirtió en alguien a quien apreciaba mucho, tanto que solía pasar mis días libres junto a él. Me atraía mucho además de que sentía que el tambien sentia lo mismo. La forma en la que me miraba era inigualable, expresaba sus sentimientos a trave de sus ojos pues nunca lo habíamos dicho directamente.—Si —respiraba agitado —es que saliste muy rápido de mi tienda —respiraba algo forzado