—Chicos, ¿qué les parece si esta noche salimos a tomar algo juntos? —Serenity comenzaba a sentirse emocionada—Mi hermano mayor Derek va a invitar a sus amigos y tal vez podríamos pescar algo divertido —rio con entusiasmo.
—Serenidad —la llamo seriamente Isaac— por favor, detente en tu intento de influenciar negativamente a mi futura esposa para que realice acciones indebidas —advirtió con firmeza.
—Si ustedes dos tuvieran una relación abierta o poliamorosa, no tendrían que preocuparse por eso en absoluto — sacó su lengua y soltó una risa contagiosa.
Al escuchar detenidamente a los hermanos, no pude evitar soltar una risa contenida, ya que resultaba evidente su gran parecido físico, sin embargo, era notoria la marcada disparidad en sus pensamientos y actitudes.
—Lo siento, pero necesito concentrarme en mis responsabilidades académicas en este momento. No puedo permitirme distraerme con actividades que puedan afectar mi rendimiento académico, y poner en riesgo la oportunidad de mantener mi beca universitaria.
En los Estados Unidos, tenías la posibilidad de costear la universidad de diversas formas; en mi caso, obtuve una beca parcial al mantener un promedio de calificaciones excepcionalmente altas.
—Muy bien, te perdono completamente porque entiendo que debes dedicarte de lleno a tus estudios — Serenity, con una sonrisa en el rostro, me regalaba un tierno beso en la mejilla mientras soltaba una risita.
—Aléjate inmediatamente de ella —en tono molesto Isaac le daba suaves golpecitos para apartarla de mi presencia— vete a buscar a alguien con quien compartir tu tiempo, de modo que dejes de importunar a Amalie.
—¡No, ella fue mia primero!—agregó ella en un tono suave pero firme.
En aquella noche tranquila y serena, en la intimidad de mi acogedora habitación, me dispuse a completar meticulosamente el extenso formulario requerido para solicitar el anhelado permiso de exponer mi preciado arte al renombrado maestro Crowe.
Al terminar de trabajar, me detuve un momento para girar mi silla giratoria lentamente y contemplar detenidamente todas las pinturas que había creado. Me sorprendió ver que había retratado a seis hombres, cada uno con rasgos tan únicos y diferentes entre sí, pero curiosamente todos compartían un rostro idéntico. Sonreía algo nerviosa y con cierta incomodidad, se podría llegar a pensar que era una especie de obsesión inexplicable, pero en realidad no lograba comprender del todo mi profunda necesidad de plasmar en lienzo la imagen de aquellos hombres misteriosos y enigmáticos.
El primer retrato que pinté fue el de un valiente militar, de entre todos los retratos que he realizado hasta ahora, este es el que más sonrisas despierta en mis sueños creativos.
Habían pasado aproximadamente dos meses desde que envié mi obra de arte a la competencia, y tuve la suerte de que mi pintura obtuviera el primer puesto, lo cual me garantizaba el financiamiento de la otra mitad necesario para completar lo que faltaba por mi beca universitaria. No solo eso, la universidad estaba feliz pues se había logrado un hito importante en el desarrollo académico y científico de la institución.
Los estudiantes, profesores y personal administrativo se sentían orgullosos de formar parte de un logro tan significativo que sin duda impulsaría la reputación y el prestigio de la universidad a nivel nacional e internacional.
—Señorita, le agradeceríamos si pudiera colocarse al lado de su obra de arte y mostrarnos una sonrisa radiante, por favor.
Seguía atentamente las indicaciones del fotógrafo, colocándome estratégicamente al lado de aquella imponente pintura de quien parecía ser un distinguido hombre de la realeza, con una sonrisa enigmática y llena de misterio. El fotógrafo, con una sonrisa en el rostro, se aproximaba lentamente hacia mí después de haber capturado la imagen, con la intención de mostrármela detenidamente, asegurándose de que quedara satisfecho con el resultado final.
—Qué maravillosa foto —me quedé contemplando detenidamente esa hermosa pintura que se encontraba a mi lado en la foto.
—saldrá publicado mañana en el prestigioso periódico New York Times, junto con la fascinante entrevista que nos concediste.
—Entiendo perfectamente, agradezco mucho tu ayuda y orientación en este asunto.
La universidad había sido contactada previamente, ya que entre los participantes de esa competencia se encontraban jóvenes prodigios que demostraban su talento en el arte de la pintura desde edades muy tempranas. En mi caso, resultaba verdaderamente impresionante que una principiante como yo hubiera logrado llegar tan lejos en el concurso.
Mi corazón latía con fuerza, sin comprender por qué presentía que todo se transformaría con tan solo una imagen. ¿Quizás se debía a que tendría reconocimiento como artista? Esa jornada en la universidad, me quedé dormida durante mi tiempo de descanso, volviendo a soñar con el hombre de mi cuadro. En esta ocasión, me propuso dar un paseo hasta un lago juntos. La vestimenta de la nobleza era asombrosa, nos quedamos observando suavemente desde lejos.
—Me llena de felicidad saber que pronto nos reuniremos de nuevo—Murmuró en voz baja. —Como puedes estar seguro, esto es solo un sueño.—farfullaba con suavidad.—Nuestro encuentro es inevitable, ya que el destino nos une a través de un lazo rojo que nos conecta y que permanecerá intacto hasta que logremos estar unidos—susurro levemente acariciando con ternura mi mano.
POV. Alexander Wilson—Señor Wilson hoy tiene una reunión con los inversionistas de la empresa Beston. Están interesados en que conozca a su hija para explorar una posible colaboración entre ambas empresas.Mientras nos dirigíamos hacia la sede de mi empresa, revisaba mi tableta con cierta incomodidad, leyendo las últimas novedades financieras. En este momento, ocupaba el cargo de director ejecutivo en SunBelt, una empresa de telecomunicaciones que, durante mis tres años al mando, se consolidó como una de las más destacadas a nivel nacional. La emprensa de mi familia ganaba millones, pero bajo mi cargo todo se cuadriplico volviéndola la empresa más voraz de la actualidad. Sin embargo, eso pareció insuficiente para mi familia, ya que mi padre anhelaba algo mayor. Mi padre y el señor Beston tenían una larga amistad. Parecía que estaban empeñados en que conociera a esa joven, con la intención de formar una de las alianzas más sólidas del país. A pesar de haberle expresado a mi padre mi
Esa mañana me pidieron que fuera a la oficina con el profesor Crowe. Al principio, me sentía un poco nerviosa, pero mi maestro me aseguró que era solo para darme una felicitación personal, lo cual me tranquilizó. Los dos ingresábamos a esa espaciosa oficina de estilo victoriano con enormes muebles de tono caoba. Desde la distancia, era evidente que el hombre de unos setenta años disfrutaba estar rodeado de objetos antiguos. Un hombre de cabello plateado por completo y piel marcada por el paso de los años se aproximaba velozmente hacia mí. —Señorita Russell— expresó este caballero de forma alegre—me complace que haya llegado puntual— Se acercó tomándome la mano con entusiasmo.Expresó con una sutil sonrisa—Es un verdadero honor, Director Thomson.Ese señor era ampliamente conocido por ser uno de los expertos más destacados en el campo de las artes escénicas. Numerosos músicos de música clásica fueron guiados por sus manos, destacando incluso en la era contemporánea.—Por favor, tomen
Era evidente que el era un caballero refinado y distinguido pues llevaba puesto un conjunto totalmente diferente al impecable atuendo que mostro horas antes; además, no pude evitar notar su elegante coche cuando me acerqué a él. El coche desprendía un olor que denotaba opulencia, sentía que mi suerte aumentaría en una cantidad significativa de miles de dólares. Al aproximarme, tuve que contener una mueca de malestar, ya que intuía que si lo evitaba, su presencia a mi alrededor se volvería más persistente, similar a la de alguien que acosa sin descanso. Mientras me dirigía con calma hacia donde el habia parquerado, mi cabeza se llenó de múltiples imágenes inquietantes en las que ese enigmático individuo me perseguía, tramando llevar a cabo un secuestro y poner fin a mi existencia de una forma macabra, parecida a lo mostrado en la serie de suspenso psicológico "You" de la plataforma de streaming Netflix. Con una expresión nerviosa en mi cara, lo observé detenidamente, sin emitir son
Cuarta vida: Princesa Dorothea y AlejandroEscuchaba golpes repetidos en mi ventana, uno tras otro, lo cual me incomodó. Me acerqué para investigar el origen de ese sonido. Con esfuerzo, logré abrir mi ventana de la cual casi era lastimada con una piedrecilla que alguien arrojó. Entrecerré mis ojos para poder divisar desde abajo a ese despreciable hombre de cabello oscuro y ojos verdes que me sonreía de forma coqueta, ese que se habia convertido en mi mas bella contradicion.—¿Que quieres?—Interrogó con fastidio inclinándome ligeramente, haciendo que mi melena pelirroja de color una manzana se deslizara sobre mi hombro.—Dorothea baja —expreso de manera provocativa.—No lo haré, al menos que me llames su Alteza Dorothea —tajaba de manera cortante.—Seguramente no puedes bajar porque estas gorda—se burlo de manera jocosa.Al escucharlo mi rostro de sorpresa debio ser un poema pues el comenzó a reirse con su sonrisa pícara. Indignada, me quité uno de los zapatos mientras pensaba que ese
Al despertar, respiraba con intensidad y agitación. Acaricié despacio mi rostro mientras percibía mis lágrimas, las cuales había derramado en el sueño. El impacto fue tan intenso que mi corazón latía a toda velocidad. Bajaba levemente mis ojos notándo mis manos temblar.—Que fue eso—Murmuré suavemente sintiendo mi voz quebrarse. Llevaba mis manos hacia mi cabeza intentando olvidar aquella horrible escena. Anteriormente, había tenido un sueño con ese hombre, pero nunca presencié su fallecimiento. Observaba la pintura que creé de él, unos ojos verdes traviesos y cabello negro azabache, un semblante tan picaro que daba el aire de alguien jugueton. En las mayoría de los sueños aparecia con capucha gastándome bromas los cuales al despertar siempre me revelaban una tierna sonrisa.Tras tranquilizarme, bajaba con lentitud de la cama e en busca de mi celular el cual sonaba de manera insistente. Encendia la pantalla de mi teléfono móvil notando que eran las nueve de la mañana. La pantalla se
Preparaba mi lienzo y lo distribuía mis pinceles y mi pintura. Aunque no lo miraba sentía que sus ojos estaban posados en mi lo cual me provoco un ligero rubor en mis mejillas. Colocaba mis flores cerca de mí lienzo en el suelo y tras esto le di instrucciones a Alexander sobre cómo posar. Saqué varias fotografías, una tras otra, pero ninguna lograba satisfacerme.—No creo que estén bien, tal vez deberíamos cambiarla —me aproximé a el tozandole el rostro para intentar modificar su postura. Nuestros ojos se encontraron al rozar sus mejillas.¿Alguna vez has experimentado esa extraña sensación de haber vivido algo antes? En esos momentos una fuerte corazonada de dejavu, como si lo había vivido con el. Mantuvimos un contacto visual. Una tension entre nosotros nos rodeaba. El presentimiento de que un hilo invisible nos ataba me asfixiaba, liquidaba, me encantaba. Ese sentimiento de que pertenecía a él seguido por un fuerte martilleo en mi pecho.Por unos segundos, sentía como si había viv
Segunda vida: Agathan y Bastian—Agatha —se escuchaba con fuerza desde la distancia. Me detenía, mi atuendo de criada y mi coleta dorada como los rayos del sol se desplazaban al unísono al dar la vuelta. Observaba al pelirrojo con ojos grises siguiéndome a la carrera. Ese señor daba la impresión de haber participado en una carrera de larga distancia. Bastián esbozó una leve sonrisa tan encantadora que hizo mi cuerpo temblar. Un leve ardor se sentía en mi mejilla, con nerviosismo acariciaba una de mis coletas. —Bastian—desviaba ligeramente mi mirada—Hola, ¿Todo bien? Bastián era carpintero que se convirtió en alguien a quien apreciaba mucho, tanto que solía pasar mis días libres junto a él. Me atraía mucho además de que sentía que el tambien sentia lo mismo. La forma en la que me miraba era inigualable, expresaba sus sentimientos a trave de sus ojos pues nunca lo habíamos dicho directamente.—Si —respiraba agitado —es que saliste muy rápido de mi tienda —respiraba algo forzado
Me sentaba junto a él, realmente experimentaba una tensión eléctrica al estar junto a su lado sin llegar a tocarnos. ¿Acaso nuestra tensión había aumentado a comparacion del fin de semana? El coche se desplazaba, sin embargo, la tensión entre nosotros se intensificaba tan fuerte como si aquel vehículo se hubiera transformado en un objeto immobile. —Eje, ¿todo está en orden allá atrás? —pregunto el mayor de los hermanos de Serenity mientras mira por el retrovisor. —Por supuesto Derek—sonrió Alexander de manera confiada—estamos extremadamente bien. —Es que siento que están muertos ahí atrás —este dejo escapar una ligera sonrisa —tu y yo estábamos conversando muy animado, pero te detuviste en cuanto las chicas entraron.—Disculpa —contestó él— pero no creo que estas señoritas deseen discutir asuntos comerciales.—Estás en lo correcto —Serenity levantó la cabeza con emoción— Alex ¿estas soltero?—¿Porque me lo preguntas? —contestó de forma cortante.—Serenity —Derek la llamo con un li