3. Foto

—Chicos, ¿qué les parece si esta noche salimos a tomar algo juntos? —Serenity comenzaba a sentirse emocionada—Mi hermano mayor Derek va a invitar a sus amigos y tal vez podríamos pescar algo divertido —rio con entusiasmo.

—Serenidad —la llamo seriamente Isaac— por favor, detente en tu intento de influenciar negativamente a mi futura esposa para que realice acciones indebidas —advirtió con firmeza.

—Si ustedes dos tuvieran una relación abierta o poliamorosa, no tendrían que preocuparse por eso en absoluto — sacó su lengua y soltó una risa contagiosa.

Al escuchar detenidamente a los hermanos, no pude evitar soltar una risa contenida, ya que resultaba evidente su gran parecido físico, sin embargo, era notoria la marcada disparidad en sus pensamientos y actitudes.

—Lo siento, pero necesito concentrarme en mis responsabilidades académicas en este momento. No puedo permitirme distraerme con actividades que puedan afectar mi rendimiento académico, y poner en riesgo la oportunidad de mantener mi beca universitaria.

En los Estados Unidos, tenías la posibilidad de costear la universidad de diversas formas; en mi caso, obtuve una beca parcial al mantener un promedio de calificaciones excepcionalmente altas. 

—Muy bien, te perdono completamente porque entiendo que debes dedicarte de lleno a tus estudios — Serenity, con una sonrisa en el rostro, me regalaba un tierno beso en la mejilla mientras soltaba una risita.

—Aléjate inmediatamente de ella —en tono molesto Isaac le daba suaves golpecitos para apartarla de mi presencia— vete a buscar a alguien con quien compartir tu tiempo, de modo que dejes de importunar a  Amalie.

—¡No, ella fue mia primero!—agregó ella en un tono suave pero firme.

En aquella noche tranquila y serena, en la intimidad de mi acogedora habitación, me dispuse a completar meticulosamente el extenso formulario requerido para solicitar el anhelado permiso de exponer mi preciado arte al renombrado maestro Crowe. 

Al terminar de trabajar, me detuve un momento para girar mi silla giratoria lentamente y contemplar detenidamente todas las pinturas que había creado. Me sorprendió ver que había retratado a seis hombres, cada uno con rasgos tan únicos y diferentes entre sí, pero curiosamente todos compartían un rostro idéntico. Sonreía algo nerviosa y con cierta incomodidad, se podría llegar a pensar que era una especie de obsesión inexplicable, pero en realidad no lograba comprender del todo mi profunda necesidad de plasmar en lienzo la imagen de aquellos hombres misteriosos y enigmáticos.

 El primer retrato que pinté fue el de un valiente militar, de entre todos los retratos que he realizado hasta ahora, este es el que más sonrisas despierta en mis sueños creativos. 

Habían pasado aproximadamente dos meses desde que envié mi obra de arte a la competencia, y tuve la suerte de que mi pintura obtuviera el primer puesto, lo cual me garantizaba el financiamiento de la otra mitad necesario para completar lo que faltaba por mi beca universitaria. No solo eso, la universidad estaba feliz pues se había logrado un hito importante en el desarrollo académico y científico de la institución. 

Los estudiantes, profesores y personal administrativo se sentían orgullosos de formar parte de un logro tan significativo que sin duda impulsaría la reputación y el prestigio de la universidad a nivel nacional e internacional. 

—Señorita, le agradeceríamos si pudiera colocarse al lado de su obra de arte y mostrarnos una sonrisa radiante, por favor.

Seguía atentamente las indicaciones del fotógrafo, colocándome estratégicamente al lado de aquella imponente pintura de quien parecía ser un distinguido hombre de la realeza, con una sonrisa enigmática y llena de misterio.  El fotógrafo, con una sonrisa en el rostro, se aproximaba lentamente hacia mí después de haber capturado la imagen, con la intención de mostrármela detenidamente, asegurándose de que quedara satisfecho con el resultado final.

—Qué maravillosa foto —me quedé contemplando detenidamente esa hermosa pintura que se encontraba a mi lado en la foto.

—saldrá publicado mañana en el prestigioso periódico New York Times, junto con la fascinante entrevista que nos concediste.

—Entiendo perfectamente, agradezco mucho tu ayuda y orientación en este asunto.

La universidad había sido contactada previamente, ya que entre los participantes de esa competencia se encontraban jóvenes prodigios que demostraban su talento en el arte de la pintura desde edades muy tempranas. En mi caso, resultaba verdaderamente impresionante que una principiante como yo hubiera logrado llegar tan lejos en el concurso.

Mi corazón latía con fuerza, sin comprender por qué presentía que todo se transformaría con tan solo una imagen. ¿Quizás se debía a que tendría reconocimiento como artista? Esa jornada en la universidad, me quedé dormida durante mi tiempo de descanso, volviendo a soñar con el hombre de mi cuadro. En esta ocasión, me propuso dar un paseo hasta un lago juntos. La vestimenta de la nobleza era asombrosa, nos quedamos observando suavemente desde lejos.

—Me llena de felicidad saber que pronto nos reuniremos de nuevo—Murmuró en voz baja.

—Como puedes estar seguro, esto es solo un sueño.—farfullaba con suavidad.

—Nuestro encuentro es inevitable, ya que el destino nos une a través de un lazo rojo que nos conecta y que permanecerá intacto hasta que logremos estar unidos—susurro levemente acariciando con ternura mi mano.

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